La música de concierto, un reencuentro con el alma: Rodrigo Macías
Será el director huésped en el programa 6 de la primera temporada de la Orquesta Filarmónica de la UNAM del 2024
El programa 6 de la primera temporada de la Orquesta Filarmónica de la UNAM (OFUNAM) “representa la oportunidad de reencontrarse con las emociones que provoca la música de concierto en las audiencias”, consideró Rodrigo Macías, director huésped en esta ocasión.
La presentación forma parte del Foco Parajes de la OFUNAM, además de estar inserto en el Festival internacional de Piano. El concierto, a realizarse los días 24 y 25 de febrero, a las 20 y 12 horas, respectivamente, en la Sala Nezahualcóyotl, del Centro Cultural Universitario, tendrá a Jorge Federico Osorio como solista al piano.
Incluye la Obertura de Poeta y campesino del compositor austrohúngaro Franz von Suppé, una obra reconocida por su presencia en caricaturas animadas y por su excepcional fusión de elementos cómicos y líricos. Pueblerinas, de Candelario Huízar, poema sinfónico que evoca la música popular de los pueblos del centro y norte de México.
Mientras que, en la segunda parte, Jorge Federico Osorio interpretará el Concierto para piano núm. 1 de Johannes Brahms, obra que es un testimonio musical de la amistad y el amor en medio de la tragedia que rodeó al compositor y a su esposa Clara Schumann.
Rodrigo Macías comentó para Gaceta UNAM que regresar a las salas de concierto en una nueva temporada de la OFUNAM genera un fuerte recuerdo acerca del inicio de su carrera “cuando encontré apoyo y solidaridad, algo muy importante en ese momento pues dirigir una orquesta es siempre un reto: se trata de cien personas trabajando al mismo tiempo en la ejecución de una obra. Ese apoyo, pues, que tuve a plenitud, es algo que aún hoy, 16 años después, sigo agradeciendo”.
“Otro tema interesante es que luego de la pandemia de 2020, volver a la sala Nezahualcóyotl es una experiencia reconfortante, sobre todo con una selección de obras cuyo propósito es lograr que el público regrese a los conciertos sinfónicos, pues son un reencuentro con las emociones y la espiritualidad”.
Destacó que el trabajo de un director es transmitir esas emociones de la manera más evidente posible, “este es un programa del cual podemos decir que es muy mexicano, si bien Poeta y campesino, de Franz von Suppé, no pertenece a un autor de nuestro país, la obra goza de una gran presencia, que se escucha en todas las regiones de México, en las comunidades más alejadas, en las ciudades, no sólo en forma de concierto sinfónico, sino con música de banda, mariachi, es decir, pertenece a la cultura popular”.
De Pueblerinas, composición de Candelario Huízar, Rodrigo Macías dijo que se trata de un gran compositor perteneciente a un periodo histórico de nuestro país en que florecieron autores pertenecientes al movimiento nacionalista, cuyas obras son poco interpretadas.
“En el caso de esta obra, estamos frente a un verdadero tesoro nacional, porque el autor posee un repertorio fantástico que incluye sinfonías espléndidas. Sus composiciones crean un paisaje sonoro maravilloso, que en Pueblerinas brilla gracias a su animoso reflejo de la provincia, sin dejar de ser moderno, que pertenece a un periodo en que el autor es perfectamente maduro, auténtico, único, y muy mexicano”.
El Concierto para piano núm. 1 de Johannes Brahms, en la segunda parte del concierto, es una de las más grandes obras en la historia de la música. “A diferencia de otros conciertos para piano y orquesta -explicó Rodrigo Macías-, el instrumento al que está dedicada tiene un papel protagónico igual al del resto de la orquesta. Es una sinfonía con piano. Porque establece un diálogo entre el solista, el instrumento y la orquesta”.
“Este es uno de los conciertos más maravillosos que existen. Creo que todos los pianistas celebramos la oportunidad de poder interpretarlo, es monumental e increíble; escrito por un joven compositor de apenas veinte años, a quien le tomó mucho tiempo escribirla”, comentó Jorge Federico Osorio, el solista invitado.
“Se trata de una obra realmente monumental, tan expresiva como emotiva. Ciertamente, es de mis conciertos preferidos. La preparación de una obra como esta implica clarificar y profundizar en el contenido de la partitura. Su interpretación es para mí algo muy similar a una relación de muchos años, pues nos encontramos después de varios años y sentimos la misma emoción; estos desde luego son factores que influyen en mi interpretación”.