Charla de María Negroni y Jorge Esquinca
La Obra Poética de Louise Glück, Premio Nobel de Literatura 2020
Las mujeres poetas “estamos probando cosas, buscando dicciones, tonos, ritmos, preocupaciones y maneras de decir”, señala la autora argentina
Con la charla La Obra Poética de Louise Glück, la Dirección de Literatura y Fomento a la Lectura celebró a la Premio Nobel de Literatura 2020 en el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara. Participaron los escritores María Negroni y Jorge Esquinca, moderados por Hernán Bravo Varela, editor de Periódico de Poesía.
Como respuesta a una primera pregunta de Bravo sobre si era más previsible que la poeta canadiense Anne Carson obtuviera el Nobel de Literatura en lugar de su colega estadunidense, Negroni consideró que los premios son siempre azarosos y arbitrarios. “Muchas veces responden a cuestiones que exceden a la literatura, sean éstas ideológicas, políticas o de visibilización. El Nobel es el ejemplo paradigmático de esa arbitrariedad. Celebremos que en esta ocasión dicho galardón haya permitido la visibilidad de una poeta escasamente traducida al español”.
Para la ensayista y traductora argentina, las poetas mujeres están escribiendo entre todas un libro que las excede, que es más grande que cada una de ellas. “Estamos probando cosas, buscando dicciones, tonos, ritmos, preocupaciones y maneras de decir”.
Por su parte, Jorge Esquinca, poeta y traductor jalisciense, indicó que más allá de reflexionar sobre quién merecía el reconocimiento, “el Nobel arroja una luz de faro sobre una poeta que trabajaba lejos de los reflectores. Lo importante es que este nuevo reflector nos invite a leer y a traducir a una extraordinaria poeta como lo es Louise Glück”.
Negroni, autora del ensayo El jardín de Louise Glück, que forma parte de La palabra insumisa, antología que Periódico de Poesía publicará próximamente, dijo que la Premio Nobel de Literatura 2020 penetra en el mundo de la poesía escrita por mujeres de Estados Unidos en medio de dos propuestas muy diferentes. “Se halla entre la poesía de Sylvia Plath y la de Adrienne Rich”.
Del libro de poemas El iris salvaje, obra por la que Glück obtuvo el Premio Pulitzer de Poesía en 1993, Negroni opinó que es una obra “en donde una voz poética, que está acompañada de una relación amorosa y rodeada de una serie de elementos de la cotidianidad más básica, se pasea por un jardín y conversa nada menos que con Dios. Confronta a un Dios complicado, ausente y cruel, pero el libro nunca pierde la serenidad en su tono, aun cuando se está metiendo en un lugar que pocas voces contemporáneas asumen. A Glück hay que leerla desde allí: es la poeta en su jardín”.
El iris salvaje es el libro favorito de ambos charlistas. Desde la perspectiva de Jorge Esquinca la poeta estadunidense “entra de una manera poderosa, valiente y digna en ese jardín subvertido y caído. Se encuentra inmersa y empieza a observar con mucho detenimiento cada una de las plantas y flores que componen ese jardín”.
Esquinca tiene claro que en la poesía no existe un camino de una sola dirección, “siempre es uno de doble sentido, en donde el poeta se asoma al mundo, a la vez que se dirige hacia su propio interior… El descubrimiento y la invención son también de uno mismo. Implica preguntarse cuál es mi lugar en el mundo y qué hago en él. Hay que reconocerse como un ser efímero, uno que morirá. Esta es precisamente una de las constataciones que hace Glück, al ver la vida de las flores da cuenta de la fugacidad de la belleza y de su propia permanencia en la Tierra”.
En este mismo sentido intervino María Negroni: “En su poesía hay algo que tiene que ver con la contemplación, como un cierto recogimiento. Invierte la perspectiva de la mirada hacia adentro”. Y puntualizó que “cuando Glück se está enfrentando al árbol venenoso, a la fuente, a lo que ve y a lo que no ve, se está enfrentando al gran enigma de su propio ser. La poesía, de quien sea, tiene que ver con la pregunta. Ésta es fundamental en tiempos de crisis, más que la respuesta… El camino es el de la pregunta, el de la duda”, sostuvo la también novelista y poeta nacida en Rosario, para quien la poesía obliga a repensar el mundo.
Anel Pérez, titular de la Dirección de Literatura y Fomento a la Lectura presentó a los invitados para esta mesa virtual donde se reflexionó sobre una de las poetas que mezcla de una forma muy potente su voz contemporánea con otra también suya que expresa un cierto resabio anacrónico. La austeridad y la autobiografía son rasgos fundamentales de quien ha escrito 12 libros de poemas, seis de los cuales se publicaron en España por la editorial Pre-Textos. Sus traductores al castellano son los poetas Eduardo Chirinos, Mirta Rosenberg, Abraham Gragera, Andrés Catalán y Mariano Peyrou.