Diversos estudios han demostrado que la terapia en línea es eficiente y a través de ella pueden obtenerse excelentes resultados en casos de ansiedad, depresión, baja autoestima, problemas de trastornos alimentarios, entre otros, afirmó José Alfredo Contreras, académico de la Facultad de Psicología.
Sin embargo, advirtió, antes de elegir esta opción debe tomarse en cuenta que no es para todos, porque es más recomendada para casos que no son de gravedad y son necesarios diversos requisitos para efectuar la psicoterapia a distancia.
“Cuando se trata de una situación que pone en peligro la vida o la integridad de alguien, como intento de suicidio o en algunos casos de adicciones, no puede atenderse al paciente a distancia. Se requiere de asistencia integral, ya que en el abordaje intervienen la familia, un psiquiatra, un médico general, así como otros profesionales”, indicó.
En cuanto a los niños, es complicado, abundó, porque en ocasiones no alcanzan la concentración indispensable para tomar la sesión en esta modalidad. En muchos casos interfiere la presencia de los papás, lo cual no sucede en privado, porque en el consultorio pueden realizarse actividades únicamente entre el terapeuta y el infante, mientras que a distancia se sugiere que un adulto permanezca con el menor durante las sesiones, en la mayoría de los procesos.
El investigador universitario explicó que la terapia en línea es una adaptación de la psicoterapia normal y consiste en hacer uso de las herramientas tecnológicas que hay ahora; puede realizarse, principalmente, mediante videollamadas, aunque también se utilizan mensajes, correos electrónicos, telefonemas, aplicaciones, entre otras.
Ventajas
De hecho, hay ventajas en su uso; por ejemplo, en ciudades como la de México hay personas que para desplazarse a una sesión tienen que recorrer trayectos de una a dos horas, lo cual ocasiona que terminen por abandonar el tratamiento o cancelen su consulta; en cambio, con la psicoterapia en línea se ahorran ese tiempo de traslados y mantienen el contacto con su terapeuta.
“Durante la pandemia ha aumentado la demanda de terapias bajo este procedimiento, para evitar el contagio de las partes involucradas y por el aumento de casos de ansiedad o depresión que ha ocasionado el confinamiento”, enfatizó.
Otra ventaja de la psicoterapia en línea es la accesibilidad, pues se puede tomar desde cualquier lugar. Es decir, si por alguna razón el paciente o el terapeuta salen de la ciudad, es posible enlazarse si se cuenta con un espacio de privacidad y un equipo conectado a Internet, ejemplificó.
“No obstante, algo que debemos cuidar los psicólogos son las características de cada persona y, a partir de ello, decidir si la intervención en línea les conviene o no.”
Así, la intervención a distancia sólo funciona en los casos donde hay que adaptarla y a la persona le conviene porque se ajusta a sus necesidades terapéuticas.
“Es innegable que estamos en una época en la que el uso de las tecnologías de la información cada vez es más necesario, y en ese contexto la psicoterapia también debe evolucionar y adaptarse a estas herramientas, sobre todo para atender a las generaciones más jóvenes que están muy familiarizadas con el empleo de las tecnologías.”
El error que podría cometerse sería pensar que todas las personas pueden tomar psicoterapia en línea y no es así. Hay casos en los que en definitiva no es recomendable. Además, en la medida en que le funcione o no al paciente, se debe optar o no por dicha modalidad; y lo mismo sucede con los terapeutas; hay quienes prefieren las sesiones presenciales que hacerlo en línea, concluyó.
Los principales problemas que pueden darse son en términos de confidencialidad, por fallas en la conexión a Internet y en el suministro de energía eléctrica. En estos casos el psicólogo debe tener un plan de contingencia previamente acordado con el paciente. Asimismo, el usuario debe estar informado de los riesgos en la privacidad que entraña la psicoterapia a distancia.
Otra desventaja es no poder ver al paciente de cuerpo completo. En este caso, se sugiere ver su tronco y la cara porque para los tratamientos psicológicos el lenguaje corporal es muy importante, apuntó José Alfredo Contreras.
Una limitación más es el sonido ambiente, porque en el hogar se oyen desde los ruidos de la actividad de la familia hasta los de la calle, lo cual en un consultorio se supone que no tiene que ocurrir.