Entre goyas y porras de las distintas escuelas y facultades de la Universidad Nacional Autónoma de México, alumnos y autoridades celebraron la apertura del nuevo ciclo escolar que coincide con el 90 aniversario de su autonomía.
La Universidad inicia este periodo atendiendo a más de 356 mil estudiantes y vuelve a alcanzar una cifra sin precedente, “porque la extensión de su oferta educativa es un compromiso con la sociedad que nos da origen y requiere de nuestro esfuerzo”, afirmó el rector Enrique Graue Wiechers.
Acompañado por los exrectores Pablo González Casanova, Guillermo Soberón Acevedo, Octavio Rivero Serrano, José Sarukhán Kermez y Francisco Barnés de Castro, Graue destacó: “Este crecimiento es producto de la diversidad de la oferta, del esfuerzo de docentes, de los cuerpos colegiados y de las autoridades de las entidades académicas para ampliar posibilidades, sin alterar la calidad educativa”.
La oferta en el ingreso a licenciatura aumentó cuatro por ciento en relación con el año anterior, además de que casi 35 mil estudiantes inician su bachillerato y 50 mil más comienzan alguna de las 128 carreras que imparte esta casa de estudios, señaló.
En el Salón Juárez del Centro Cultural Universitario Tlatelolco, resaltó que esta generación coincide con el nonagésimo aniversario de la autonomía, “parte de nuestra identidad y esencia”. El símbolo de esta conmemoración es un árbol de follaje multicolor con hondas raíces y del que emergen las ramas del conocimiento que se cultiva.
Este árbol “se llena todos los años de hojas y frutos que son ustedes, y el resultado de nuestra actividad, que es necesariamente variopinta, diversa, plural y en armonía. Este árbol de la Universidad es un espacio privilegiado para ejercer y nutrir su libertad”.
En su follaje, agregó, está el espíritu de un pueblo profundo y diverso. “En esta Universidad y en este árbol convergen y se cobijan todos los Méxicos que integran nuestra gran nación. Es el árbol que ha desarrollado al país y que, con sus frutos en cada egresado, con sus académicos y sus trabajadores, ha contribuido a la transformación y prosperidad de la nación a la que nos debemos”.
En compañía del secretario permanente de la Junta de Gobierno, José de Jesús Orozco; la presidenta en turno de la Junta de Patronos, María Elena Vázquez Nava; el secretario general de la Universidad, Leonardo Lomelí Vanegas, el rector llamó a los nuevos alumnos a sentirse satisfechos porque gracias a su esfuerzo ahora forman parte de la Universidad, única por su tamaño, historia, tradición y su determinante papel en la evolución del país. Esta casa de estudios es nacional desde hace 109 años, indeclinablemente autónoma desde hace 90, y la mejor de México desde hace mucho tiempo. Hoy también es la segunda mejor universidad en el mundo de habla hispana, subrayó.
Asimismo, hizo un llamado a los jóvenes a sumergirse con decisión al mundo del conocimiento que hoy se les abre, porque México los necesita reflexivos, imbatibles e incansables.
“Conozcan, aprovechen y disfruten a la Universidad Nacional Autónoma de México: su Universidad. Siéntanse orgullosos de ella, de su libertad, de su organización, de su diversidad y de sus logros, y siéntanse también comprometidos a hacer de nuestro México un país mejor”, expresó.
Autonomía, oxígeno de la Universidad
Antes, Sergio García Ramírez, profesor emérito de la Facultad de Derecho, apuntó que la autonomía universitaria, presente en la Constitución y en la Ley Orgánica de 1945, es el oxígeno que respiramos; sin ella la Universidad desfallece. “La autonomía debe permanecer incólume, es uno de nuestros compromisos. Ustedes son los custodios”.
Al vasto y diverso grupo de nuevos universitarios los recibe la UNAM con afecto y respeto, con solidaridad y esperanza. “A partir de hoy está en sus manos, asociadas a las nuestras, el destino de la Universidad. Es más que el porvenir de una institución, implica el porvenir de la nación”.
El profesor emérito dijo que como universitarios tienen la doble misión de ser herederos y protagonistas en esta institución.
María Fernanda Hernández Amaro, quien ingresó a la licenciatura en Física Biomédica, en la Facultad de Ciencias, mediante pase reglamentado y con promedio de 10, señaló que esta nueva etapa significa un logro al que habrán de adaptarse y deberán esforzarse.
“Ser universitarios significa ser críticos, analíticos, humildes, empáticos, altruistas y soñadores, para formarnos como profesionales y lograr ser mejores ciudadanos”, enfatizó.
Sofía Alexa Naranjo Islas, quien cursará la licenciatura de Psicología en la FES Iztacala, al obtener 119 de 120 aciertos posibles en el examen de selección, externó que no es fácil obtener un lugar en la Universidad y a veces hay que intentarlo una y otra vez.
“Éste es el inicio de uno de los caminos más importantes en nuestra vida y es aquí donde compartimos toda nuestra alegría: la alegría de comenzar la vida universitaria”. Exhortó a sus compañeros a aprovechar al máximo todos los beneficios que la Universidad les ofrece y recordar que una buena educación es un trabajo de toda la vida.
Finalmente, Erik Fabián de Jesús Hernández, alumno de la Prepatoria 9, quien obtuvo un examen perfecto en el concurso de admisión al bachillerato, compartió que tras una amplia preparación y estudio constante, hoy es “orgullosamente universitario”.
Aseguró que vendrán los mejores años de su vida, que se enriquecerán no sólo con el conocimiento que la UNAM les ofrece, sino también de las experiencias de amigos, maestros y muchas personas más. “Cada uno de nosotros somos especiales, dotados de inteligencia, de una serie de aptitudes y capacidades que nos hacen personas grandiosas. Nuestra dedicación permitirá lograr todas las metas que nos propongamos”.
A la ceremonia asistieron autoridades y cerca de mil alumnos de todas las entidades académicas de la Universidad.