La Universidad Nacional Autónoma de México es la institución de educación superior que más patenta y protege su propiedad intelectual en el país, y la calidad de su investigación ha quedado demostrada en las más de 503 patentes que el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) le ha concedido en las últimas décadas.
Afirma la directora de Transferencia Tecnológica, de la Coordinación de Vinculación y Transferencia Tecnológica de esta casa de estudios, María Isabel Mascorro Velarde, quien destaca que esta institución es semillero de posibles inventores.
“Tenemos muchos estudiantes que obtienen primeros lugares en el ámbito mundial en diversos concursos, hackatones y certámenes temáticos”, comenta.
Durante la actual pandemia por Covid- 19 la UNAM mostró su capacidad de reaccionar ante los problemas que enfrenta el país y registró un boom de iniciativas de investigadores y estudiantes –principalmente de posgrado– para dar solución a la emergencia sanitaria, agrega la funcionaria, con motivo del Día del Inventor Mexicano, que se celebra hoy.
Incluso, prosigue, se emitió una convocatoria junto con la Universidad de California para impulsar proyectos de académicos y estudiantes de ambas instituciones; se presentaron 137 iniciativa y 19 de ellas recibieron financiamiento y están en etapa de maduración. Un lector de tomografías, un respirador portátil, así como el desarrollo de moléculas y de una vacuna son parte de estas iniciativas.
Mascorro Velarde menciona que las entidades universitarias que más patentes han obtenido son: el Instituto de Biotecnología con 53; la Facultad de Química con 51; el Instituto de Ingeniería con 49; las facultades de Medicina con 36, y la de Estudios Superiores Cuautitlán con 36.
El Día del Inventor Mexicano se estableció en honor del ingeniero, científico y compositor Guillermo González Camarena, quien inventó la televisión a color. De acuerdo con el IMPI, en 1993 se estableció esta efeméride para reconocer el trabajo de los inventores nacionales que han impulsado el desarrollo tecnológico y la innovación en el país.
Transferencia de conocimiento y desarrollos
La funcionaria explica que la Coordinación de Vinculación y Transferencia Tecnológica de la Universidad trabaja desde diversas áreas y con distintos programas y estrategias para que los universitarios transfieran sus desarrollos y conocimientos para beneficio de la sociedad.
En la Dirección de Transferencia Tecnológica presentan los avances de sus investigaciones para que evalúen su patentabilidad, es decir, si son novedosas, si tienen capacidad inventiva y aplicabilidad industrial, sus ventajas tecnológicas con respecto a productos que ya están en el mercado, y la viabilidad para que sean adoptados por los diferentes sectores productivos. Si se obtiene una calificación positiva se procede a la protección de la propiedad intelectual.
El área de emprendimiento universitario está más enfocada a la atención de los alumnos y académicos, en algunos casos asociados, quienes presentan iniciativas e ideas para realizar un negocio propio. Hay una red de 15 incubadoras para estos proyectos y un laboratorio de ideas, donde los estudiantes pueden diseñar o identificar necesidades de la sociedad que ellos pueden atender con un desarrollo tecnológico, un servicio o un producto.
Además, está el Programa para el Fomento al Patentamiento y la Innovación que anualmente premia las solicitudes de patentes con más fortalezas, se les otorgan recursos para madurarlas y se avance en resultados que despierten mayor interés para transferir.
El Consorcio UNAM-Tec de Monterrey impulsa proyectos de amplia visión e impacto global, desarrollados por investigadores de ambas instituciones. Hay varias modalidades: se abren convocatorias para madurar tecnologías, con algún aliado industrial, y se atienden retos de empresas y consumidores que son atendidos por binomios de investigadores de las dos casas de estudios.
Expresa que para potencializar la vinculación universidad-empresa en el país, se necesita que los sectores productivos, público y privado, tengan más confianza y busquen a las universidades para resolver las problemáticas que detectan en sus empresas y la sociedad, así como para apoyar más investigaciones colaborativas.
Se requiere además que los investigadores se acerquen más a dichos sectores para orientar sus investigaciones hacia esas necesidades y presentar alternativas viables.
Los emprendedores, a su vez, deben identificar los requerimientos de los consumidores para generar nuevos productos, ideas de servicio, calidad y precio, concluyó.