Sí la mantienen activa

La vida sexual de las personas adultas mayores, un tabú

Ha sido limitada por los diversos estereotipos, cambios físicos y la falta de estrategias al respecto; en México, la información acerca de este asunto es escasa: Fernando Ruiz

En el ámbito mundial se ha demostrado que las personas adultas mayores sí mantienen una vida sexual activa. Sin embargo, ésta ha sido limitada por los diversos estereotipos, cambios físicos y la falta de estrategias que promuevan su salud sexual.

“Las vemos como ángeles que no tienen relaciones sexuales o, por el contrario, con ojos de morbo”, comentó el sociólogo Fernando Ruiz Vallejo en la conferencia Percepciones y experiencias de adultos mayores sobre sexualidad y salud sexual en Colombia, organizada por el Centro de Investigaciones en Estudios de Género (CIEG) en el Auditorio Mario de la Cueva de la Torre II de Humanidades de la UNAM.

La investigación forma parte del proyecto Violencia en parejas de la diversidad sexual en México y Colombia, enmarcado en el Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica (PAPIIT), coordinado por Irene Casique y Roberto Castro, ambos del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la Universidad Nacional.

Fernando Ruiz reveló que el 83.7 % de la población masculina de entre 57 y 64 años aún mantiene una vida sexual activa, mientras que en las mujeres el porcentaje es del 61.6 %.

Sin información

En México, la información acerca del tema es escasa. En la literatura anglosajona se encuentra la mayor parte de ella. Por esto, el especialista recalcó la importancia de comenzar a abrir caminos para trabajos de investigación fuera de los contextos del norte global.

Gran parte de esta población se enfrenta con un rechazo hacia los temas de sexualidad porque nunca fueron parte de la conversación en su época, razón por la que hoy en día les resulta complejo externarlo en consultas médicas.

Por otro lado, Ruiz Vallejo destacó que las prestadoras y los prestadores de servicios de salud no cuentan con capacitación para atender a esta población, porque hay un prejuicio y poco conocimiento del tema lo que da como resultado un servicio ineficiente.

El sistema de salud ignora el tema

De acuerdo con la investigación, las personas consideran importante que su doctor (ginecólogo o urólogo) sea del mismo sexo, género y edad para tener más confianza sobre este asunto. Los servicios de salud se centran en las personas en edad reproductiva y en el seguimiento de las enfermedades de transmisión sexual, sin atender la salud sexual de las personas adultas mayores.

César Torres, secretario académico del CIEG, especialista en diversidades sexogenéricas y coordinador de esta conferencia, mencionó: “Es impresionante el impacto que tiene el discurso de la heteronormatividad en la salud pública”.

Asimismo, comparó esta problemática con la vivida durante 2009 en México, durante la campaña de vacunación contra el virus del papiloma humano, en la que fue necesario presentarla como vacuna contra el cáncer cervicouterino para que fuera aceptada socialmente.

Como posibles soluciones a este grave problema, Fernando Ruiz dijo que “es indispensable sensibilizar al sector salud acerca de la sexualidad de las personas adultas mayores para así lograr actitudes respetuosas, naturales y profesionales así como entender que la sexualidad no es algo que se pueda estandarizar, porque cada caso es una experiencia diferente”.

Por último, el investigador recalcó la importancia de transformar la idea que se tiene del sexo, ya que desde la infancia existe una carga ideológica negativa sobre el tema.

Para saber más, la conferencia se encuentra disponible para su consulta en el canal de YouTube CIEG UNAM.

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