La voz temprana de Octavio Paz

En el cumpleaños de Octavio Paz, quien nació el 31 de marzo de 1914, rescatamos una grabación en la que recita un poema para su hija

190329-Octavio-Paz

Como ya se ha contado muchas veces, a mediados de los años cuarenta los Paz-Garro eran vecinos de los Peláez-Farell: los primeros vivían en la calle de Saltillo y los otros en Etla, por los rumbos del Hipódromo de la Condesa, en la Ciudad de México. Coincidían sus patios traseros. Esa casualidad convirtió a Octavio Paz y Elena Garro en asiduos a las tertulias que organizaba Francisco Peláez, quien en 1943 empezaría a publicar sus libros bajo el seudónimo de Francisco Tario. Éste tenía, como un juguete extravagante, un aparato que grababa sonidos y los transformaba en discos. Así es como en algún momento Paz, al principio reacio a participar en esas grabaciones, recita, quizá para ser capturada su voz por vez primera, el poema “Niña”, dedicado a su pequeña hija Laura Elena.

En las obras completas de Octavio Paz el poema aparece en la sección Asueto, con versos que van de 1939 a 1944. De ahí lo transcribo (tomo VII, pgs. 44-45), aunque, como se apreciará, en la versión hablada hay ligeras variantes. El audio abre con unas palabras introductorias de Francisco Tario.

Niña

A Laura Elena

Nombras el árbol, niña.

Y el árbol crece, sin moverse,

alto deslumbramiento,

hasta volvernos verde la mirada.

 

Nombras el cielo, niña.

Y las nubes pelean con el viento

y el espacio se vuelve

un transparente campo de batalla.

 

Nombras el agua, niña.

Y el agua brota, no sé dónde,

brilla en las hojas, habla entre las piedras

y en húmedos vapores nos convierte.

 

No dices nada, niña.

Y en su cresta nos alza

la marea del sol y nos devuelve,

en el centro del día, a ser nosotros.