Las bibliotecas y sus especialistas deben trabajar más de cerca con la sociedad

Las bibliotecas y sus especialistas deben trabajar más de cerca con la sociedad, pues el acceso a la información hace posible cumplir los objetivos del desarrollo sostenible, al permitir comprender el contexto actual, para que cada persona amplíe su máximo potencial en términos educativos, sociales, de alianzas, colaboración y crecimiento económico, consideró Jeimy Hernández, experta del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe.

Al participar en el V Foro Virtual Agenda 2030, cuyo lema es “Acceso a la información a través de los ODS” (objetivos de desarrollo sostenible), la especialista en lectura y bibliotecas destacó que es importante considerar que “la pandemia, desafortunadamente, implicó un atraso en el cumplimiento de los ODS, y casi podríamos decir que la Agenda 2030 va a constituir un fracaso si no aceleramos las acciones en lo que nos resta de aquí al año 2030”.

Recordó que ya antes de la pandemia existían varios indicadores de los países donde se generaron alertas frente al rezago que se tenía en unos objetivos más que otros, por lo que los bibliotecarios –como actores del libro y promotores de la lectura– tienen la obligación de actuar rápidamente y acelerar las acciones, sobre todo al considerar que el mundo cambió radicalmente y las bibliotecas tienen que hacerlo también.

“No podemos seguir siendo los mismos, prestando los mismos servicios, de la misma manera que lo hacíamos antes de que viviéramos esta pandemia”, agregó la maestra en Dirección y Administración de Empresas.

Durante el encuentro organizado por la Dirección General de Bibliotecas y Servicios Digitales de la Información de la Universidad Nacional, la experta enfatizó que el mundo vive situaciones más críticas debido a causa de la pandemia, la guerra, y otros conflictos en el mundo, por lo que es necesario acelerar las acciones y mirar con mayor nivel de conciencia el entorno para intervenir y lograr las transformaciones que se desee.

“Nuestros pensamientos, decisiones y propuestas alrededor de la lectura y el acceso a la información, la manera como se acondicionan los espacios e incluso las cartas de los usuarios y las reglas son aspectos que hablan de la posibilidad de contribuir a que las personas puedan ejercer sus derechos y, en algunos casos, sea posible ayudar o disminuir las desigualdades”, explicó Hernández.

Al ofrecer la charla “Deuda histórica y justicia social: transformando el orden de prioridades desde las bibliotecas y su lugar en el mundo”, la experta recordó que la agenda 2030 tiene como objetivo la búsqueda de mejores condiciones de igualdad para todas las personas, a nivel global, sin importar su pertenencia, afiliación política y situación socioeconómica.

Momentos antes, Elsa Margarita Ramírez Leyva, titular de la Dirección General de Bibliotecas y Servicios Digitales de la Información, destacó que esta alianza con las entidades organizadoras del encuentro ha permitido identificar no sólo los desafíos, sino las oportunidades, y compartir experiencias para el logro de los ODS.

“Como sabemos la IFLA (International Federation of Library Associations and Institutions) abrió un espacio al sector bibliotecario en la agenda 2030 con mucho esfuerzo, con el fin de formar parte de los organismos que contribuyan al logro de las metas de los objetivos del desarrollo sostenible, sobre todo el acceso a la información y proteger las libertades fundamentales de conformidad con las leyes nacionales y los acuerdos internacionales en relación con este propósito”, comentó Ramírez Leyva.

En tanto, Pablo Mora Pérez Tejada, director de la Biblioteca Nacional, la Hemeroteca Nacional y del Instituto de Investigaciones Bibliográficas, expresó que el Foro Virtual Agenda 2030 cobra mayor importancia. “La Universidad, una vez más, marca una pauta importante en el adelanto de aspectos civiles y del desarrollo de la sociedad, importantísimos a partir de una recuperada vigencia de lo que son las bibliotecas. Particularmente en la UNAM estamos preocupados por la peculiaridad de las bibliotecas patrimoniales en los ODS que tienen como objetivo promover formas armonizadas entre el acceso a la información y la preservación.