14 de febrero
Las Islas como espacio de amor y reflexión…
Es una oportunidad para informarnos, tener relaciones cada vez más afectuosas, respetuosas e igualitarias: Norma Blazquez Graf, titular de la CIGU
Es el amor en sus múltiples facetas, patrimonio atemporal. Celofán, carmín y flores por doquier. En un entorno en el que se envían solicitudes de amistad por vía digital, el contacto físico relumbró en cada espacio de Ciudad Universitaria.
Ni la más aguda ecuación ha logrado estimar cuántos amigos y amores ha fraguado de por vida a lo largo de su historia la Universidad Nacional.
Pero a propósito del día 45 del año, esta casa de estudios emprendió una festividad en Las Islas, para conmemorar los lazos que unen cada una de sus cuatro siglas con el amor, a través de diálogos, acciones de salud, charlas, música, y diversas actividades lúdicas, deportivas y culturales en 33 carpas con el Festival Amor es…comunidad, convocado por la Dirección General de Atención a la Comunidad (DGACO), en colaboración con diversas instancias universitarias, organismos públicos y de la sociedad civil.
La mayoría estuvo en par, entre charlas, abrazos, miradas fijas, con acciones inmateriales, más allá de adquirir, costear, hacer y vender el amor, el idilio y la amistad permanecieron exaltados durante horas, por este 14 de febrero, Día de San Valentín, coloquialmente conocido como Día del Amor y la Amistad.
Flores y letras
La textura, la fragancia y la coloración de las flores mostró una atípica presencia en esta ciudad auriazul: ramos envueltos en papeles coloridos, naturales, plásticas, incluso dibujadas y tatuadas en la dermis, refrendaron la atemporalidad de esta acción que presuntamente se remonta al Paleolítico.
Así las presumió Óscar Mauricio, estudiante de Contaduría, quien compartió: “Las voy a obsequiar. Siento que regalar flores es un detalle bonito por los colores y lo que significa, es un poco tradicional, y un detalle pequeño, son para mi pareja, Cristian”.
Ya entre las carpas y en la colocada a propósito del día por la emisora radial de la UNAM, el escritor Benito Taibo, su director general, aprovechó para evocar esa relación ineludible entre el amor y la literatura.
“Están presentes desde los primeros textos fundacionales de la historia del mundo, uno de estos es la Biblia, que comienza con una historia de amor, entre Adán y Eva, aunque se quiera contar de otra manera; la Ilíada y la Odisea son también dos historias de amor; Drácula no es un cuento de terror sino de amor… El amor es el mejor de los lugares comunes”.
La juventud, sonrió, es dueña del amor, sin lugar a dudas, y Las Islas son uno de los grandes sitios del amor, con besos, arrumacos, eso es maravilloso, en una Universidad que está viva, está plena, llena de pasiones humanas.
“Me pregunté qué era el amor: el amor es un pájaro ciego en las fauces de un tigre… y que ocurra este evento aquí, es importante. Confieso que no fue mi primer beso, pero si fue uno de los mejores en Las Islas, es el sitio ideal para hacer un festival del amor, informado, inteligente”, concluyó.

Comunidad diversa
“¿Quién no se ha enamorado? Y que se enamore muchas veces más, porque eso necesitamos en este mundo tan complicado”, dijo Norma Blazquez Graf, coordinadora para la Igualdad de Género de la UNAM (CIGU), al intervenir en la octava edición del Festival, quien destacó: “Es una oportunidad para informarnos, para tener relaciones cada vez más afectuosas, respetuosas e igualitarias. Como parte de la política institucional de nuestra Universidad, de igualdad de género y no discriminación, y de erradicación de la violencia, son muy significativas estas actividades”.
En tiempos anteriores, remarcó, había un ideal de modelos que ya no se cumple, ya caducaron, y creo que ahora es un momento muy importante para generar nuevas formas de relacionarnos.
En su oportunidad, Fernando Macedo Chagolla, secretario de Servicio y Atención a la Comunidad Universitaria, mencionó que estos espacios “permiten reflexionar desde una perspectiva diferente la forma en la cual nos estamos relacionando todas y todos los que formamos parte de una comunidad tan diversa como es la de la UNAM”.
Guadalupe Barrena Nájera, titular de la Defensoría de los Derechos Universitarios, Igualdad y Atención de la Violencia de Género, compartió: “Vivan intensamente su sexualidad hoy y siempre, pero también hay que informarse. A veces toca saber cuáles son las herramientas que nos ofrece la Universidad para darle tramite a situaciones de violencia por razones de género, que pueden suceder en la relaciones sexoafectivas”.
Más adelante, Dafne Cuevas Ortiz, secretaria de las Mujeres de la Ciudad de México, apoyó la iniciativa de la Universidad, de dedicar una jornada a dicha fecha.
“Si pensamos que está tan instalada en la vida de la gente, puede tener otra utilidad, puede hacerse con ello un espacio informativo, donde le demos herramientas sobre todo a las personas jóvenes, de cuestionarse el amor como una única manera de verlo, y pensar en la despatriarcalización de las relaciones humanas, que no todo el amor es ni monógamo ni heterosexual, ni unilateral”.
Entendamos, expresó a los más jóvenes, el amor bonito, respetuoso, responsable y desvinculemos el amor de la sexualidad, aprendamos que la sexualidad es un proceso de intercambio físico que lo que necesita es cuidado.
En su oportunidad, Ana G. Beristain Aguirre, subdirectora de Proyectos para Comunidades Saludables e Incluyentes de la DGACO, remarcó que el objetivo fue “juntarnos como comunidad universitaria a pasar un buen rato a reflexionar, sobre las relaciones igualitarias y libres de violencia”.
Además, abundó, de abordar los temas de salud sexual integral para nuestros jóvenes, prevención del embarazo adolescente, desmitificación del amor romántico, y todas las diversas formas de amar, todo el multiamor.
“De los servicios que brinda nuestra casa de estudios, trajimos 400 pruebas gratuitas de VIH, sífilis y hepatitis C, gracias al apoyo de la Facultad de Medicina, de la Dirección General de Atención a la Salud, Mexfam, colocación de implantes anticonceptivos, así como asesorías sobre salud sexual integral, y una programación cultural diversa, con interpretación de canciones en Lengua de Señas Mexicana y música en vivo”.

Futbol romántico
Uno de los módulos recorridos fue el de Pumas femenil donde Mar Moya y Heidi González, porteras de este equipo, compartieron sus experiencias con los asistentes, se fotografiaron, enviaron saludos y rubricaron camisetas.
“El amor hacia el futbol es muy grande porque lo inicias desde pequeña, la mayoría de las jugadoras lo empiezan desde chiquitas, y significa la pasión de luchar por el escudo que portas”, apuntó Mar.
Para Heidi, el amor por dicho deporte es hacerlo parte de tu vida, y una manera de vivirlo también es cada día dar lo mejor.