Leonardo, teórico y pintor de sombras
En el códice Corazza, Da Vinci plantea que tienen diferentes tonalidades y colores
Más que como pintor, a Leonardo Da Vinci, a 500 años de su fallecimiento, habría que recordarlo como gran ingeniero, a juzgar por su correspondencia, como el borrador de la carta que pretendía presentar ante Ludovico “El Moro”, para formar parte de la corte de Milán.
En esas cartas, dice César Guevara Bravo, Da Vinci se presenta como “capaz de resolver casi cualquier problema” relacionado con la ingeniería y tecnología, cómo crear puentes para cruzar ríos y artilugios para guerra. Hasta el último enlista que puede pintar y reproducir cualquier pintura o imagen y esculpir como el mejor. Él él mismo le dio menor importancia a sus dotes en la pintura.
Por sus cientos de diseños, sobre todo máquinas de volar y de guerra, quizá hubiera querido ser recordado como un gran inventor o gran ingeniero, insiste el académico de la Facultad de Ciencias de la UNAM.
Entre caballete y al fresco, sus pinturas terminadas (dos de ellas: La Mona Lisa y La última cena) no son ni 20. Parecen pocas, pero su obra es vasta, si se suma su gráfica, con cientos de dibujos y apuntes sobre diversas materias.
Quizá pretendió, pero Leonardo nunca publicó un libro con sus apuntes y dibujos. Después de muerto, se arman varias compilaciones que dieron lugar a obras con su autoría, como es el Tratado de Pintura. En los últimos años se publicó el Códice Corazza. En 2011 apenas salió esta edición y un estudio parcial. El original se encuentra en la Biblioteca Nacional de Nápoles, Italia.
Se cree que ese códice contiene una versión más completa de lo que se encuentra respecto a la teoría de las sombras en el Tratado de Pintura e incluso en su Libro de Pintura, supone el matemático Guevara Bravo.
El Corazza contiene una recopilación de extractos de sus diversos trabajos. Teorías de sombras y cuestiones de hidráulica son dos de sus principales secciones.
En “hidráulicas” aborda las trayectorias del agua, cómo se dan ciertas turbulencias, cómo se comportan los flujos, que para los físicos de ahora sería un precedente del estudio de fluidos.
Su Teoría de sombras, Leonardo la plasma en sus pinturas, entre ellas La Anunciación. En el Tratado de Pintura y en el Corazza, Da Vinci analiza la geometría de las sombras y las diferentes fuentes de luz que las generan.
Según la trayectoria de los rayos que chocan con un objeto y como lo iluminan de uno u otro lado, se generan sombras con ciertos matices, incluso diferentes colores de sombras.
Precisamente, Guevara Bravo abordará dicha teoría de sombras en la conferencia La intuición del geómetra, que forma parte de Leonardo Da Vinci. 500 años después, evento organizado por la Coordinación de Humanidades, que se realiza en abril y mayo en la UNAM.
Consulta la programación en http://www.humanidades.unam.mx/sites/default/files/archivos/PROGRAMADAVINCI1b.pdf