La UNAM recibirá en sus aulas a tres de los aspirantes con mayor puntaje en el Examen de Asignación al Nivel Medio Superior 2024, organizado por la Comisión Metropolitana de Instituciones Públicas de Educación Media Superior (Comipems), para el periodo escolar 2024-2025, que iniciará el 19 de agosto próximo.
Abdiel Alexander Ocaranza Mancilla, de 14 años; Leonardo Bravo Solis y Montserrat Rivera Pérez, estos últimos de 15 años, recibieron la noticia con asombro, pues los resultados, además de colocarlos como de los más destacados del concurso, superaron sus propias expectativas.
Los adolescentes refieren que el número de aciertos logrados es un reflejo del esfuerzo y dedicación con que estudiaron durante muchos meses previos al certamen; hoy están a punto de iniciar su trayectoria académica en la UNAM.
Cerca de un resultado perfecto
Montserrat Rivera Pérez estudiará en la Escuela Nacional Preparatoria Plantel 5, José Vasconcelos. Es proveniente de San Pedro Atocpan, una comunidad pequeña de la Alcaldía Milpa Alta, Ciudad de México, turística y que es conocida por la producción de mole; ahí vive con su familia.
La ahora estudiante de la UNAM indica que las principales actividades económicas de sus padres son procesar mole y nopal.
Pese a que ahora está por iniciar otra etapa escolar, desea seguir apoyando a sus padres en dichas labores; ella, en ocasiones, se hace cargo del proceso del molino, en donde se juntan todos los ingredientes para la preparación del mole que su familia vende en algunas zonas de Tláhuac, en supermercados y que también es exportado a otros países.
Con ímpetu, la alumna recuerda el momento en que se enteró de su resultado en el examen de Comipems: “Estaba comiendo con mi familia y en ese instante entró una llamada al celular de mi padre y él puso el altavoz, así recibí la noticia de que me había quedado en la preparatoria que yo elegí y no sólo eso, sino que también mi resultado fue de los más altos en el concurso de este año”.
En aquel momento, expresa, sintió mucha felicidad porque no esperaba esa noticia. “Sin embargo, recordé que cuando salí del salón, después de haber respondido el examen, estaba segura de que fueron tres preguntas las que no respondí de forma certera; estuve cerca de obtener un resultado perfecto”.
Para Montserrat no es fácil externar sus emociones, pero cuenta que al colgar la llamada telefónica no pudo contener su júbilo y satisfacción y corrió a abrazar a su hermano; desde ese momento comenzó a recibir felicitaciones de familia y amigos. “Es una situación que nunca olvidaré”, agrega.
“Estaba segura de mi resultado porque estudié mucho durante cinco meses, con apoyo de un curso intensivo que muchas veces sentí complicado por la cantidad de temas y las horas que los repasaba. Al final todo valió la pena”, destaca.
Entrar a una preparatoria de la UNAM siempre fue el sueño de la estudiante, ya que su hermano, quien también estudia en esta Universidad, fue su ejemplo a seguir, porque “los alumnos de esta institución siempre destacan por su excelencia académica”.
La etapa de la preparatoria implica un reto para Montserrat, pues su nueva escuela está más lejos que la secundaria donde asistía. No obstante, aclara, “eso no será impedimento para aprovechar todas las oportunidades que se me presentarán y aprender mucho de mis profesores”.
Aunque aún desconoce cuál será su profesión, su objetivo a futuro es seguir estudiando en la UNAM, hasta lograr consolidar una profesión.
Noticia increíble
Abdiel Alexander Ocaranza Mancilla cursará su bachillerato en la Escuela Nacional Preparatoria Plantel 6 Antonio Caso. Vive con su mamá y su hermana mayor en San Francisco Tlaltenco, Tláhuac.
Su mamá se dedica a la venta de comida y bebidas en una cafetería, labor que ha desempeñado durante años y con la que ha logrado sostener económicamente a Abdiel y a su hermana, quien también es estudiante de la Prepa 6.
El alumno se describe como una persona perseverante a la que le gusta cumplir sus retos personales, con ayuda y ejemplo de su familia.
“La razón principal de escoger dicha escuela es porque mi hermana estudia ahí, y he visto su desempeño, constancia y todo lo que ha aprendido, por lo que es mi motivación para que, al igual que ella, logre continuar con mis estudios en la UNAM”, precisa.
Otro de los motivos de su elección fue saber que la escuela que eligió era la que más aciertos pedía, así que no dudó en escogerla como su primera opción y se propuso estudiar para lograr los aciertos requeridos.
No fue sencillo, asevera, pues antes de iniciar el examen se sintió presionado e inquieto, pero cuando llegó al plantel y vio a los demás alumnos se tranquilizó e hizo el examen confiando en los conocimientos obtenidos en el curso que estudió.
Cuando llegó el día de conocer el resultado, su madre fue quien le dio la noticia. “Mi mamá gritó mi nombre en varias ocasiones, así que supuse que era algo importante. Entonces corrí hacia ella y me dio un abrazo muy fuerte y me felicitó con una enorme sonrisa; posteriormente me mostró el correo que decía que mi puntaje había sido de los más altos y que logré quedarme en la Prepa 6”.
El primer pensamiento que tuvo el adolescente al saber la noticia fue que estudiaría de nuevo con su hermana, pues siempre han estado en las mismas escuelas; también se sentía incrédulo, por lo que vio en varias ocasiones sus resultados.
Para Abdiel, haber obtenido dicho puntaje significa cumplir el sueño de iniciar sus estudios en la UNAM, una escuela que eligió por su competitividad académica y por tener una amplia lista de licenciaturas.
Aunque está agobiado por el inicio de la preparatoria, desea que el tiempo pase pronto para conocer a sus nuevos compañeros e iniciar su camino en la UNAM.
Inicio de una formación
Leonardo Bravo Solis entrará a la Escuela Nacional Preparatoria Plantel 9 Pedro de Alba. Es originario de Ciudad de México, actualmente vive en Villa de Aragón, Gustavo A. Madero, con su padre, su madre y su hermano menor.
El soporte económico de su hogar está en manos de sus padres; su madre es maestra de bailes latinos y de danza afrolatina; y su padre es artesano, se dedica a realizar piezas de cerámica.
El alumno ayuda a su papá con la elaboración de artesanías, por lo que se encarga de rellenar los moldes con barro para hacer estructuras de ciertas piezas y también apoya en su venta, que es en ferias y bazares artesanales de Ciudad de México.
Leonardo, al igual que Montserrat y Abdiel tuvo 125 aciertos, por lo que se sintió sorprendido de que fuera de los más altos. Para lograr ese resultado, el estudiante tomó un curso, al cual tenía que asistir un día a la semana por ocho horas, aunado a que se ayudó con apuntes y guías que le brindaron sus familiares.
“Estaba muy inquieto por conocer mis resultados, pero cuando llegó el día, primero se lo comunicaron a mi mamá y ella me lo contó a mí. En ese momento ella estaba demasiado apurada por decirme, cuando lo hizo, tenía los ojos llenos de lágrimas y me abrazó en varias ocasiones, en ese momento me sentí muy bien conmigo mismo, por haber cumplido el objetivo”.
Agrega: “Obtener ese puntaje significa que me esforcé lo suficiente, que supe aprovechar los puntos fuertes que tengo y ver que sí tengo capacidad para alcanzar grandes cosas”.
Durante todo el día Leonardo recibió felicitaciones por mensajes de su familia haciéndole saber su alegría y lo orgullosos que sentían por él, pues seguirá el legado de estudiar en la UNAM, así como la mayor parte de su familia lo hizo, incluyendo a sus abuelos.
“Anhelaba estar en la Preparatoria 9 porque me guiará a saber a qué me voy a dedicar cuando sea más grande, ya que aún tengo un poco de dudas, pues varias licenciaturas se me hacen interesantes, una de ellas es la de Medicina”.
El adolescente se siente motivado al saber que tendrá nuevas amigas y amigos, pues en su anterior escuela se aisló debido al comportamiento de sus compañeros.
Aunque se siente nervioso por el inicio de las clases, se dice preparado para el reto de iniciar su vida académica en la UNAM.