lnsomnio, síntoma y causa de enfermedades
Dormir es una necesidad imperante para nuestra vida, asegura el psicólogo Eli Anaya de la Clínica del Sueño de la UNAM; dormir 8 horas no es un estándar, va cambiando con la edad
El insomnio puede estar ligado a muchas enfermedades, no sólo a la depresión o a las enfermedades cardiacas, como lo aseguró un estudio de la revista Science, sino a cualquier tipo de enfermedad, asegura el psicólogo Eli Anaya Vela, de la Clínica del Sueño de la UNAM.
Dormir es un estado de reposo que nos ayuda a recuperar energía y restablecer funciones físicas y psicológicas, asegura el especialista, y recuerda que “no dormir suficientes horas y tener mala calidad del sueño, implica que empecemos a presentar irritabilidad, cansancio, falta de concentración, y nuestra vida diaria se verá afectada porque no nos recuperamos de manera adecuada”.
El sueño es una necesidad imperante para nuestra vida. Por eso siempre es importante hacer del sueño una prioridad, señala Anaya Vela. Y dice: si tenemos mala noche, vamos a presentar conductas compensatorias durante el día que en realidad no nos recuperan el tiempo no dormido, sino que nos desestabilizan más. A veces pensamos que porque somos jóvenes si dormimos sólo tres horas después las podremos recuperar, y no, el hecho que tengamos varias noches de poco descanso, a la larga nos llevarán a estar mal física y psicológicamente.
¿Cuánto hay que dormir?
Las necesidades de sueño cambian con la edad, por lo que es errado ese pensamiento que hay que dormir ocho horas al día, pero definitivamente eso no es un estándar, sino que varía según el individuo y de cuántos años tenga.
Para los bebés, comenta el psicólogo, es recomendable que tengan un sueño de 16 a 18 horas, habrá pequeños que duerman un poco menos, otros un poco más, pero ese es el promedio. Para los preescolares el promedio es de 12 horas, mientras para los niños en edad escolar es de 10 a 12 horas.
Los adolescentes y adultos jóvenes pueden tener un promedio de 9 a 11 horas, mientras que los adultos maduros y sanos, pueden dormir entre 7 y 8 horas. Los adultos mayores normalmente se recuperan con 6 horas y media, con una siesta durante el día de media hora.
¿Cómo se puede dormir mejor?
Dormir bien no sólo se refiere a la cantidad, sino a la calidad de sueño, explica Anaya Vela, “tenemos la idea que llegar cansados a la cama es suficiente para dormir bien, sin embargo, llegar muy cansado puede hacer que el sueño sea más incómodo, lo que implicaría que el mismo se está fragmentando. Las condiciones pueden cambiar si nos damos un baño caliente para relajar los músculos, si nos damos un masaje, pero además es muy importante bajar estímulos: no dejar la televisión prendida, no tener celulares ni tabletas a la mano, dejar las redes sociales, todas eso que estimula al cerebro para mantenerlo activo. Es mejor dejarlas unos 40 minutos antes de dormir”.
Con relación a dormir con música, el especialista señala que eso ya depende de cada persona, “idealmente deberíamos acostumbrarnos poder dormir sin ayuda de algún factor externo, pero si se está acostumbrado a poner alguna música relajante, pues está bien”, anota.
Los auxiliares para dormir pueden utilizarse, pero es importante tener en cuenta que puede ser una herramienta para dificultades transitorias, que afectan en un momento determinado. El hecho de usar un té de tila, o de pasiflora, con ingredientes naturales es algo normal, pero de allí a ir a complementos o suplementos alimenticios, no es lo ideal. Se necesita una valoración que nos ayude a identificar qué factores podrían desencadenar un problema de sueño.
Es importante acudir a un especialista si se presenta alguna dificultad, para que él determine lo que se necesita, no lo que se quiere. El especialista hará uso de ciertos medicamentos sólo si son necesarios. No es por gusto si no por necesidad.
Si entendemos que dormir es una necesidad imperante, y nos recetan algún auxiliar, y lo usamos de la manera adecuada, no hay problema, el inconveniente es usarlo sin que lo recete un especialista, o por tiempos no terapéuticos, no hay ningún medicamento malo como tal, pero hay mal uso de los medicamentos, señala el psicólogo.
Anaya Vela hace un llamado para tener consciencia que dormir debe ser una necesidad imperante en nuestro día a día, pues sólo así se puede funcionar de manera adecuada en el horario diurno.
“Es necesario tener buenos hábitos, como un horario de sueño, quitar los estímulos, hacer ejercicio al menos cuatro horas antes de dormir, y acudir al especialista si tenemos problemas para dormir”, concluye el psicólogo.