Los días de marzo

“This is a woman's world. This is my world” Neneh Cherry, 1996

Los días del mes de marzo para muchas mujeres, de muchos países, significan reflexión, movilización, rabia, una profunda necesidad de alzar la voz y de encarnar la lucha plurisecular de nuestras ancestras, quienes, a través de sus relatos, algunos escritos, contados o cantados, nos recuerdan en nuestro día a día que la “lucha sigue y sigue”.

Muchas de estas grandes mujeres que levantaron la voz por todas nosotras, no dejaron muchos legados, entre ellos, el día de la mujer.

El 8 de marzo se constituye como una fecha para no dejar de recodar. El llegar a este día y encarar lo que queda por recorrer ha costado la vida de muchas luchadoras: de mujeres que luchan desde la cocina y el hogar, desde sus cuidados, desde sus sueños y deseos, desde sus actividades remuneradas y no remuneradas, desde la academia, desde los colectivos, desde lo más profundo del corazón y del pensamiento libre.

Este es preciso mirar hacia arriba y agradecer lo mucho que han luchado todas las mujeres que nos antecedieron y también con quienes compartimos el mismo tiempo y espacio. Este día es de sororidad, entendiéndola como un pacto político, como el compromiso colectivo que tenemos con las mujeres de quienes no necesito saber su identidad para poder empatizar y comprender sus vivencias.

Bien mencionaba una de las más brillantes escritoras que México ha tenido, Rosario Castellanos, en el discurso “La abnegación: una virtud loca”: el término “mujer” alude a un ser que depende de alguna autoridad varonil, ya sea el padre, hermano, esposo, novio o sacerdote. Desde esta referencia retomo lo propuesto para el Día Internacional de la Mujer de este 2024, por la ONU-MUJERES: “Financiar los derechos de las mujeres para acelerar la igualdad”.

Este lema es, sin lugar a dudas, en extremo preocupante puesto que, como ya se ha ido reportando a través de los años por diferentes organismos gubernamentales o no, ni en los países de primer mundo las mujeres logran ejercer todos los derechos. A pesar de que en los Objetivos del Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, la Igualdad de Género está en quinto lugar.

Con este lema queda muy claro que ninguno de los gobiernos en el mundo entero ha hecho lo mínimo necesario para poder asegurar la igualdad de derechos a las mujeres y las niñas, quienes representamos la mitad de la población, lo cual de inicio es devastador, pero ¿Por qué ocurre esto? ONU-MUJERES menciona que uno de los principales obstáculos para lograr la igualdad de género es la falta de financiamiento; es decir, hay un déficit, por año, de 360 mil millones de dólares en el presupuesto asignado para alcanzar la igualdad. A este paso estamos a tres siglos de acabar con el matrimonio infantil y a siglo y medio de igualdad en puestos de trabajo y en el hogar, por solo mencionar algunas proyecciones de la propia ONU.

Lo anterior nos invita a revalorar, actuar y a exigir a los gobiernos e instituciones que esta meta se coloque a los derechos humanos en materia de igualdad de género como agenda prioritaria, no solo como relleno de discursos políticos, puesto que las recientes crisis que hemos atravesado a nivel mundial, como la pandemia del COVID-19, entre otros desastres geopolíticos y naturales, han afectado mucho más a las mujeres, y aún peor si pertenecen a alguna comunidad indígena, a alguna etnia, si son afrodescendientes, inmigrantes o discapacitadas, ubicándolas por debajo del umbral de pobreza.

De igual forma, en el tema de las profesionales de salud y cuidados reveló graves desigualdades puesto que quienes asumieron las cargas por cierres de escuelas, fueron en su mayoría las mujeres, así como por el 70% de trabajadoras del sector salud.

Que este día y todos los días sirvan para repensar las actuales condiciones de vida, laborales, emocionales y de salud de las mujeres, que nos han llevado a la pobreza, la desigualdad y a las catástrofes naturales y humanas. Que estos días nos sirvan para reconocer el gran valor social y humano que tienen los diversos feminismos, que siguen luchando para alcanzar la igualdad, la democracia, la paz y el desarrollo sostenible. Y que este día, 8 de marzo, sirva para cuidarnos a nosotras, para refrendar pactos políticos, y para seguir exigiendo nuestros derechos.
Ni un paso atrás; ni una menos.


*Facultad de Enfermería y Obstetricia

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