Los espermatozoides nos engañaron

En realidad no se mueven como hemos creído durante siglos, ruedan y nadan como las nutrias

Han pasado 340 años desde que un holandés llamado Antonie van Leeuwenhoek, inventó un nuevo y poderoso microscopio compuesto, con él descubrió accidentalmente la existencia de las bacterias y… poco después unas pequeñas criaturas, que parecían menear la cola, en su semen. Las llamó “animalcules”.

Estas criaturas “se movían hacia adelante debido al movimiento de sus colas como las de una serpiente o una anguila nadando en el agua”, escribió van Leeuwenhoek al secretario de la Real Sociedad del Reino Unido en 1678. La cola de los espermatozoides de un hombre, agregó, “se sacude con un movimiento como el de una serpiente”.

No fue el último científico que dedicó su tiempo a este campo de la actividad científica, muchos continuaron mirando hacia abajo desde sus microscopios y llegaron a la misma conclusión: los espermatozoides nadan moviendo sus colas de un lado a otro.

¿Y por qué no deberíamos confiar en nuestros ojos?

El engaño del esperma

Resulta que nuestros ojos estaban equivocados. Usando microscopía 3D de última generación y haciendo matemáticas, el movimiento de los espermatoziodes es muy diferente a cómo lo imaginamos.

“Los espermatozoides son criaturas muy descaradas. Nuestra nueva investigación usando microscopía 3D muestra que todos hemos sido víctimas de un engaño del esperma”, dijo el autor del estudio, Hermes Gadelha, jefe del Laboratorio de Polimatías en el Departamento de Matemáticas de la Ingeniería de la Universidad de Bristol en el Reino Unido.

“Si quieres ver el verdadero golpeteo de la cola, debes moverte con el esperma y rotar con el esperma. Así que es casi como si necesitaras hacer una cámara realmente pequeña y pegarla a la cabeza del esperma», dijo Gadelha.

Los coautores del estudio de Gadelha, Gabriel Corkidi y Alberto Darszon, investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México, desarrollaron una forma de hacerlo. Utilizando herramientas de última generación, incluida una cámara de súper alta velocidad que puede grabar más de 55,000 cuadros por segundo, los investigadores pudieron ver que el movimiento de lado a lado era una ilusión óptica.

En realidad, la cola de un espermatozoide se sacude sólo de un lado. Ese golpe unilateral debería hacer que los espermatozoides nadaran en un círculo perpetuo, dijo Gadelha. Pero no, los espermatozoides son más inteligentes que eso. “Los espermatozoides humanos se dieron cuenta de que si rodaban mientras nadaban, como las nutrias juguetonas moviéndose en espiral en el agua, su movimiento unilateral se promedia y nadan hacia adelante”, explicó Gadelha, experto en las matemáticas de la fertilidad.

“La rotación de los espermatozoides es algo muy importante, les permite recuperar una simetría para que realmente puedan ir en línea recta”, dijo el especialista.
Ciencia sorprendente

Para Gadelha los hallazgos fueron una verdadera sorpresa, confirmó que el equipo pasó casi dos años repitiendo el experimento y verificando las matemáticas. Los resultados se mantuvieron: así como la Tierra resultó no ser plana, los espermatozoides realmente no nadan como serpientes o anguilas.

¿Por qué importa esto?

“Podría ser que el movimiento de rodamiento oculte algunos aspectos sutiles sobre la salud de este esperma o qué tan bien puede viajar rápidamente», aseguró el investigador Gadelha.

“Estas son preguntas muy hipotéticas. Lo que esperamos es que más científicos y expertos en fertilidad se interesen y pregunten, ¿cómo influye esto en la infertilidad?”, explicó. “¿Quién sabe qué encontraremos a continuación? Esta es una medida dada por un instrumento que tiene sus limitaciones. Tenemos razón en este momento, pero podríamos estar equivocados nuevamente a medida que avance la ciencia. Y con suerte será algo muy emocionante que aprenderemos en los próximos años”, agregó.

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