No se entiende que, para salvar vidas, los adictos requieren tratamiento
Los estigmas obstaculizan la atención a personas con dependencia de drogas sintéticas
El problema de adicción en Estados Unidos se debió al mal uso del fentanilo como sustancia farmacéutica, aseguró María Elena Medina-Mora Icaza, directora de la Facultad de Psicología
En la punta de un lápiz cabrían varias dosis de fentanilo, por lo que traficarlo no es una gran dificultad; de ahí su vertiginoso ascenso en el consumo global de esta sustancia opioide sintética que ha causado revuelo en el mundo, aseguró María Elena Medina-Mora Icaza, directora de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM.
Experta en adicciones, ciencias de la conducta y salud mental, integrante de El Colegio Nacional, la académica universitaria afirmó que el estigma, impide la atención a personas con dependencia a drogas sintéticas como el fentanilo.
El fallecimiento por abstinencia o sobredosis de dicha sustancia, continuó, puede ocurrir por dificultad para respirar, y un medicamento como la naloxona puede salvar vidas como medida inmediata.
Al participar en el 7º. Ciclo de conferencias UNAMirada desde la Psicología con su intervención “Fentanilo: prevención, riesgos y realidades”, la exintegrante de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) indicó que en México la naloxona, medicamento que revierte rápidamente una sobredosis de opioides, se prescribe sólo con receta.
“En nuestro país se cuenta con esa sustancia en forma inyectada en las farmacias, pero no se ha logrado que se permita un mayor acceso y disponibilidad a este medicamento; la estigmatización es tan grande que no se entiende que son personas que requieren tratamiento”, agregó.
Características
La también ex directora general del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz externó que los opioides “son el mejor analgésico que existe”, pero en nuestra nación han sido vistos por algún sector con un ángulo de mercado y no de salud.
“El que una persona pueda morir sin dolor se considera un derecho; ha sido un llamado de la Organización Mundial de la Salud que pueda contarse con acceso a medicamentos para ello. México está muy atrasado en ese campo”, expuso.
Explicó que únicamente 12 países en el mundo tienen la autorización de la ONU para la producción barata de estas sustancias, y como tienen sobredisponibilidad las utilizan para generar medicamento; sin embargo, esto no alcanza a llegar a las naciones de medio y bajo desarrollo, que carecen de medicamentos contra el dolor.
“Por todo eso, se recurre al mercado informal y hay medicinas que son idénticas, pero que no tienen control de calidad; además, no se evita la dependencia, y cuando ésta se presenta se deben tener los elementos para tratarla”, añadió.
Estados Unidos
Medina-Mora, quien cuenta con nombramiento como “Adjunt Professor” de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, compartió que el problema de adicción en Estados Unidos se debió “al mal uso del fentanilo como sustancia farmacéutica”.
Se utiliza para cualquier tipo de dolor, y la publicidad emprendida fue que “si era empleado para el dolor no había dependencia”; sin embargo, las sobredosis han cobrado más vidas que en los conflictos bélicos.
“Si aumentaba el dolor, se incrementaba la dosis, pero un problema complejo no puede resolverse linealmente, se tienen que tomar en cuenta todos los elementos. El entonces presidente Donald Trump ‘cerró la ventana’, pero no estableció mecanismos para aumentar el tratamiento de las personas que habían desarrollado dependencia, por lo que se inició una búsqueda en las calles, y el problema empeoró”, relató en el Auditorio Dr. Florente López de la FP.
Ahora, globalmente, tenemos usuarios de drogas en general con un pico de 15 años de edad; no obstante, con las drogas actuales (sintéticas-opioides), la media de consumo es de 40 años de edad.