Los indicadores son necesarios para generar políticas públicas informadas

Hoy se requiere incluir nuevos parámetros en la evaluación que hacen las naciones

Rodolfo Barrere, Patricia Aldana, William Lee y Francisco Suárez. Foto: Francisco Parra.
Los indicadores son una herramienta para generar políticas públicas informadas y tomar mejores decisiones; sin embargo, para enfrentar los problemas regionales y globales actuales se requiere incluir nuevas variables de medición de la actividad científica, tecnológica y social, reflexionó el titular de la Coordinación de Relaciones y Asuntos Internacionales (CRAI), William Lee Alardín.

Durante la inauguración del Taller: Observatorio Iberoamericano de la Ciencia, la Tecnología y la Sociedad. Una mirada a la construcción de indicadores en Iberoamérica, realizado en la Coordinación de Humanidades de la UNAM, Lee Alardín precisó que muchos de los problemas que enfrenta la sociedad actual no sólo son locales, sino también regionales, y para entender estas condiciones se necesita incluir nuevos parámetros en la evaluación que hacen las naciones al construir sus indicadores de investigación científica.

Ante académicos, reunidos en el Auditorio Jorge Carpizo MacGregor, de la Coordinación de Humanidades, el también investigador explicó que en México los esquemas de evaluación que se aplican tuvieron su origen hace 50 años, cuando el tamaño de las comunidades académicas era muy diferente.

El universitario consideró que para atacar problemas regionales y globales como los que tenemos, se requiere incorporar otras variables (de evaluación) en términos de rendimientos, aplicaciones, impactos, generación de políticas públicas, aplicabilidad de los resultados y su transmisión a la sociedad.

A su vez, Patricia Aldana, directora en México de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, Ciencia y la Cultura (OEI), comentó que el Taller: Observatorio Iberoamericano de la Ciencia, la Tecnología y la Sociedad es una herramienta que sirve para el trabajo que las naciones realizan. “Desde la OEI estamos muy comprometidos en apoyar a todos los gobiernos de la región iberoamericana, que es lo que hacemos desde hace 75 años”.

Al hacer uso de la palabra, Rodolfo Barrere, coordinador del Observatorio Iberoamericano de la Ciencia, la Tecnología y la Sociedad de la OEI, destacó que si bien hacia 2021 se evidenció una recuperación económica tras la contracción del producto interno bruto (PIB) sufrida en 2020 por la pandemia, el ritmo de recuperación en América Latina no ha sido el más rápido a pesar de contar con el potencial en términos económicos y humanos.

“Nosotros ponemos los datos a quienes hacen políticas públicas, pero sabemos que esto va más allá de la ciencia y la tecnología. América Latina venía con problemas económicos desde antes, y es la región que menos se ha recuperado, con profundas desigualdades al interior de cada país. Esperamos que las políticas públicas se tomen más basándose en la evidencia que en la casuística”, mencionó.

Detalló que los indicadores de ciencia, tecnología e innovación en la región muestran que América Latina y el Caribe es el bloque que menos creció económicamente en la última década, y si bien en 2011 gastaba en conjunto el 0.63 del PIB mundial en investigación y desarrollo, la realidad es que la cifra no sufrió grandes variaciones a 2021, cuando se registró el 0.61 % de inversión en el sector.

Al revisar sólo los datos de América Latina, de 2012 a 2021, la inversión bajó del 3.4 % del PIB al 2.3 %, pese a que la zona representa el 7.2 % de la economía del mundo, su población abarca el 8.4 % a nivel global, pero el aporte en cuanto al número de investigadores es del 4.1 %.

Recordó que si bien las naciones enfatizan que aquellos que más invierten en ciencia y tecnología son los que mejores ganancias obtienen (Israel con el 5.55 % de su PIB y Corea con el 4.93 %), en la zona la nación que más invierte es Brasil con 1.17 % de su PIB, seguida por Argentina con el 0.52 %, y en México la inversión en ese sector llega al 0.28 %.

Al revisar dónde se encuentran los investigadores que hacen esta labor, el 62 % está en las universidades, 26 % en empresas, el 11 % en el gobierno y el 1 % restante en organizaciones privadas sin fines de lucro. Pero si se analiza el tema de las patentes, es posible ver que en la última década éstas han ido en franca caída, por lo que la vinculación y la transferencia son un desafío clave para las naciones de América Latina, pues las empresas necesitan incorporar más conocimiento a la producción para ser más competitivas.

El Taller: Observatorio Iberoamericano de la Ciencia, la Tecnología y la Sociedad fue organizado por la CRAI, la OEI y la Dirección General de Cooperación e Internacionalización de la UNAM.

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