Premio Nobel en Universum
Los jóvenes científicos son clave para el futuro
“No importa en qué área trabajen, estoy seguro de que siempre obtendrán muy interesantes propuestas y resultados, nuevas invenciones”, aseveró el investigador francés
Este es un tiempo para reflexionar acerca de lo que hemos hecho, de discutir con las personas alrededor, para estar en contacto con los jóvenes estudiantes e impulsarlos a ir más allá, consideró Serge Haroche, Premio Nobel de Física 2012.
“Estoy convencido de que nuestro papel es ser críticos sobre lo que ocurre en nuestros tiempos y debemos empujar a los jóvenes a llegar más lejos. No importa en qué área trabajen, estoy seguro de que siempre obtendrán muy interesantes propuestas y resultados, nuevas invenciones y no dudo de que nos sorprenderán a todos”, comentó tras reunirse con estudiantes y académicos de la UNAM.
El reconocido investigador del Colegio de Francia y de la Escuela Normal Superior de París convivió con estudiantes de los institutos de Física y de Ciencias Nucleares de la Universidad al ofrecer la charla Quantum science with giant atoms, en el Teatro Dr. Jorge Flores del Museo de las Ciencias Universum.
Tras el evento, el Nobel tuvo oportunidad de platicar con un grupo de estudiantes de ambos institutos con quienes compartió algunas de sus experiencias en el ámbito de la investigación.
“La pasión de los estudiantes siempre es buena, particularmente en un mundo donde cada vez es más difícil hacer este tipo de trabajo, sobre todo porque cada vez la competencia por los recursos es mayor, y se requieren de buenas instituciones e ideas para mejorar no sólo en los sistemas de cómputo, sino también en comunicaciones, se necesitan soluciones contra el cambio climático, nuevas formas y usos de la energía, procesos más sustentables, en fin, muchos desafíos más”, reflexionó Haroche.
La gran promesa es que, a diferencia de las máquinas actuales, las cuánticas serán mucho más poderosas
Revelar misterios
Durante la conferencia, Serge Haroche recordó cómo es que han llegado al desarrollo de un método para revelar los misterios del mundo cuántico, logrando que los fotones de microondas reboten dentro de una pequeña cavidad entre dos espejos, separados por unos tres centímetros.
Explicó que los espejos superconductores con los que trabajan son los más reflejantes del mundo de tal manera que un solo fotón puede rebotar dentro de la cavidad durante casi una décima de segundo antes de perderse o absorberse, logrando hacer observables los efectos de la interacción de fotones individuales con átomos individuales de rubidio.
El trabajo de Haroche ha sido considerado clave para el desarrollo de las computadoras cuánticas, y aunque en los últimos años se ha aprendido a manipular los estados cuánticos, el desarrollo sigue siendo con arreglos reducidos de átomos, por lo que consideró necesario trabajar más para lograr escalar con más átomos y con mayor fidelidad.
Haroche utiliza un tipo de átomos especialmente preparados, conocidos como Rydberg (en honor al físico Johannes Rydberg) para controlar y medir el fotón en la cavidad, los cuales tienen un radio de aproximadamente 125 nanómetros, es decir, son mil veces más grandes que los átomos típicos.
Estos gigantescos átomos son enviados uno por uno a la cavidad a una velocidad cuidadosamente elegida, de modo que la interacción con el fotón de microondas se produce de forma rápida y controlada. Ahí, el átomo atraviesa y sale de la cavidad, dejando atrás el fotón de microondas. Pero la interacción entre el fotón y el átomo crea un cambio en la fase del estado cuántico que se puede medir revelando su presencia o ausencia dentro de la cavidad.
Recordó que la gran promesa es que, a diferencia de las máquinas actuales, las cuánticas serán mucho más poderosas, y aunque aún con los grandes avances actuales, el científico considera que estamos todavía en el tiempo de ciencia básica.
“Cuando la computadora cuántica pueda operar con átomos Rydberg o de otro tipo (iones, fotones, circuitos superconductores) será real; es un reto formidable por venir. Se debe seguir, pues la física es fascinante y ofrece todavía muchas promesas sorprendentes para el futuro”, finalizó el investigador que celebró su cumpleaños en el recinto universitario.