Los procesos de independencia iberoamericanos: ¿reaccionarios o triunfo de la búsqueda de la libertad?

Rodrigo Moreno Gutiérrez es autor de La Trigarancia. Fuerzas armadas en la consumación de la independencia. Nueva España, 1820-1821.

Para entender el proceso mediante el cual se estableció formalmente el estado nacional mexicano en 1821 se debe revisar el material historiográfico de lo ocurrido en la Nueva España y en la monarquía española en los años de 1820 y 1821, explicó el doctor Rodrigo Moreno Gutiérrez, investigador del Instituto de Investigaciones Históricas (IIH) de la UNAM.

De acuerdo con Moreno Gutiérrez, especialista en los procesos de independencias iberoamericanas, a partir de los lenguajes políticos y la historia económica y social, la independencia es un proceso que se construye.

La primera y quizá más nutrida corriente interpretativa asegura que la llamada “consumación de la independencia” fue un proceso esencialmente reaccionario, contrarrevolucionario y conservador que, por sus intenciones y naturaleza, significó la contradicción misma de la libertad y la independencia buscadas al principio de la revolución.
Esta idea señala el ingrediente conspirativo y construye una interpretación que no es que sea falsa, sino que en 1821 la trigarancia o consumación se identifica como la negación de la independencia, precisó.

El autor de La Trigarancia. Fuerzas armadas en la consumación de la independencia. Nueva España, 1820-1821 acotó que una segunda mirada o interpretación a este hecho histórico propone que la consumación significó una gran alianza de élites diversas que, aunque coyuntural, logró conciliar con eficacia múltiples intereses.

En disonancia con las anteriores, la tercera tendencia exalta la culminación triunfante de la prolongada lucha libertaria sostenida a lo largo de más de una década, es decir, la consumación propiamente dicha de la independencia.

Para Moreno Gutiérrez, hay muchos textos y perspectivas para acercarse al proceso independentista latinoamericano que pueden estar en distintas escalas. “El autor tiene que elegir una perspectiva: una escala puede ser la importancia de considerar estos fenómenos en términos globales, el tipo de circulación, de textos, de bienes y armas e incidencia mutuas entre unos y otros o la escala continental para saber cuáles son las variables que entran en juego para entender los reacomodos de la zona”.


Rodrigo Moreno resaltó que estamos más acostumbrados a explicar lo que pasó desde el mundo novohispano, que la independencia se construye también desde un proceso de guerra y analizar los mecanismos y las prácticas de las fuerzas armadas como un conglomerado que condiciona el tipo de independencia que se construyó en 1821, es una visión que hace mucha falta.

Comentó que la perspectiva histórica no termina en una fecha, nada está dicho ni tiene que ser de un modo, hay que involucrarse en la toma de decisiones, es una perspectiva que puede aplicarse a todo. “Aportar la importancia de todos los elementos para explicar e identificar las recapitulaciones de un proceso histórico es lo más valioso, porque en el momento que sucedieron estaban en discusión y era rebatido, es un paso crucial que conjuga un proceso histórico complejo”.

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