Cirko de Mente se presenta en el CCU

Luna Eva reivindica al circo como arte escénico de vanguardia

El espectáculo evoca sentimientos experimentados durante la pandemia y busca que el espectador se reconozca en la mirada de los otros

La instalación plástica estuvo a cargo del artista visual Alain Kerriou. Foto: La Marmota Azul.

El espectáculo de la compañía Cirko de Mente, Luna Eva, conecta al espectador con el amor y la esperanza por medio de un amplio repertorio de artes circenses. Refleja la capacidad de los seres humanos por superar situaciones de pérdida e incertidumbre y es, al mismo tiempo, un ejercicio escénico poético, con personajes que viajan a bordo de una nave en busca de nuevos horizontes en su vida. Se estructura en siete escenas que corresponden a cada fase lunar.

Dirigida por Andrea Peláez, la obra refleja los 22 años de experiencia de la compañía, pues combina técnicas circenses como suspensión capilar, equilibrio mano a mano, acrobacia mezclada con danza, malabarismo excéntrico, mástil chino, técnicas aéreas y rueda Cyr. Las atmósferas sonoras fueron creadas por Juan Pablo Villa, quien las interpreta en vivo.

“La creación de este espectáculo ocurrió durante la pandemia. Coincidió con el nacimiento de mi hija, a quien le cantaba La Piroga cuando dormía en su cuna. Este trabajo surgió de la necesidad de expresar lo que enfrentamos como humanidad en ese momento. De cómo buscamos en el horizonte aquello que nos devuelva el deseo por seguir imaginando hasta alcanzar lo que queremos lograr. Es una historia que tiene algo que decirle al público de todas las edades”, comentó Peláez.

Al caer la noche, en el territorio de los sueños donde todo es posible, siete pasajeros de una pequeña nave reciben señales de Luna Eva, quien los guía a través de etapas que invocan al amor para gestar el porvenir; el relato es acompañado, además de la música original, por la canción de cuna La Piroga, pieza popular italiana cuya letra, llena de ensoñación, versa sobre los ciclos y las intersecciones espaciotemporales de las llegadas y las partidas, de las espirales de la existencia en su dimensión mágica. El resultado es un universo sonoro y visual interdisciplinario.

Las acrobacias suceden en un espacio escénico concebido como una instalación plástica, a cargo del artista visual Alain Kerriou. Cada escena aborda momentos de la vida de cada personaje, que van desde situaciones llenas de ternura a otras catárticas plagadas de alegría; otras son de profunda reflexión y de tristeza, provocada por la pérdida de un ser querido.

“Otro suceso fue la muerte de mi abuelita, así que la obra contiene referencias relacionadas con ambas emociones: el inicio y el final de la vida. Por ello el montaje contrasta la esperanza con el dolor, momentos que son parte de nuestra existencia, algo que compartimos todos los seres humanos, y que enfrentamos en algún momento de nuestra existencia. Este espectáculo pone de manifiesto que el circo es parte de las artes escénicas de vanguardia. La embarcación en que viajan es como un río de noche que representa la travesía de nuestra propia vida”.

Luna Eva es una evocación de lo que provocó el aislamiento, expresado con recursos circenses que la compañía emplea para que el espectador encuentre una forma de descubrirse en lo individual y reconocerse en la mirada de los otros.

La actitud que asumen los personajes frente a las situaciones que enfrentan les permite jugar y reírse de sí mismos, un ritual caótico con el cual intentan alcanzar un estado de plenitud consigo mismos. Dentro de la travesía, al pasar por todas las emociones y sensaciones que ocurren en su entorno, lleno de profunda emotividad, logran ver de manera colectiva una luz en el horizonte.

“Desde sus orígenes, la compañía ha trabajado muchísimo por el reconocimiento y la profesionalización de las artes circenses en México, porque nuestro país posee un legado cultural y artístico importantísimo que no siempre se valora. De hecho, el circo es considerado como una expresión popular. Temporadas en un recinto tan relevante como la Sala Covarrubias de la UNAM, confirma que nuestra labor comienza a ser reconocida”.

Participan en el espectáculo los artistas circenses: Andrea Salas, Emiliano Gallardo, Fernanda Palacios, Leonardo Costantini, Lina Romero y Giulio Robert Morales. Jesús Díaz es el responsable de las asesorías en clown y a quien se le considera de los mejores del género en México. El trabajo con la técnica de tango está a cargo de Claudia Lora y Carlos Blanco.

Luna Eva se presenta el 31 de enero a las 20 horas, el sábado 1 de febrero a las 19:30 horas y el domingo 2 de febrero a las 18 horas, en la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario (CCU).

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