Mao, Gadafi y otras historias de Arnaldo Córdova
Guadalajara, Jal.– En una visita que Arnaldo Córdova hizo a China, Mao le agarró la cara y le dijo algo. El intérprete le reveló el misterio: “Dice que le recuerda a su hijo”. Córdova preguntó: “¿Y dónde está su hijo?”. La respuesta lo preocupó “un poquito”. “Lo mandó fusilar hace como seis meses”.
Cuando Muamar el Gadafi, quien fuera dictador de Libia, publicó el Libro Verde en 1984, en el que desarrolla su filosofía política, invitaron a varios partidos de izquierda a la presentación. Córdova fue con un grupo de militantes del Partido Socialista Unificado de México (PSUM). Era el jefe de la delegación. Al iniciar el evento, Gadafi dijo: “Han existido tres grandes profetas del desierto en la historia de la humanidad: Moisés, Jesús y Mahoma, y están ustedes ante el cuarto”.
En ese momento, Arnaldo se levantó y caminó, como él lo hacía, despacito, como la pantera rosa. Le dio la espalda a Gadafi y se encaminó a la salida. Los mexicanos que estaban presentes se espantaron y pensaron: “Ahorita nos va a agarrar a todos”. Arnaldo pasó al lado de uno de sus compatriotas y le preguntó: “¿Te quedas? Yo me voy porque ya está diciendo muchas tonterías”. Gadafi preguntó al interprete qué había dicho. “Va al baño”, dijo. Y Gadafi se quedó muy tranquilo.
Así era Arnaldo Córdova, el profesor, el militante, el “politicólogo”, como se denominaba. Éstos son los recuerdos que compartió el rector de la UNAM, Leonardo Lomelí, durante la presentación de La política de masas y la lucha por la democracia de Arnaldo Córdova, de la colección Biblioteca del Estudiante Universitario, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Estuvo acompañado por el abogado general, Hugo Concha, y el historiador Javier Garciadiego.
Córdova, añadió, “estaba convencido de que había que construir una opción de izquierda democrática en México, y como tal participó en varios proyectos: en Punto Crítico, en el Movimiento de Acción Popular (MAP), fue diputado por el PSUM. Cuando integrantes del MAP deciden no entrar al PRD, él lo hace. Incluso termina sus días siendo militante de Morena. Siempre creyó en la militancia política de izquierda como la vía para llegar al poder e impulsar una transformación”