Marco Antonio Zaragoza, alumno del doctorado de Ciencias Bioquímicas en la Facultad de Ciencias, afina los últimos detalles de su preparación rumbo al Espartatlón 2018, una carrera que consta de un recorrido de 246 kilómetros sin parar.
El trayecto de esta competencia anual se realiza desde Atenas hasta Esparta, en Grecia, tal como lo hizo el soldado Filípides en la Batalla de Maratón en el año 490 a. C., y es uno de los certámenes de mayor prestigio mundial en ultradistancia.
Como parte de esta preparación, Marco Zaragoza tuvo un entrenamiento en el Estadio de Prácticas Roberto Tapatío Méndez, donde abarcó una distancia de 100 kilómetros. Durante 10 horas el atleta auriazul corrió consecutivamente, mientras un equipo especializado en medicina del deporte, encabezado por Héctor Trinidad, especialista en biomecánica, le tomaba cada hora signos vitales, temperatura corporal, tensión arterial, frecuencia cardíaca y glucemia.
También se le realizó un perfil bioquímico y biofísico antes de esta carrera de práctica, así como mediciones de electrolitos y metabolismo muscular.
Con todos estos datos se busca que aumente su rendimiento en la carrera que se celebrará el próximo 28 de septiembre en tierras griegas.
Acostumbrarse al desgaste
“Quiero romper mi marca, es un orgullo representar a mi país y a mi Universidad. Llevo tres meses trabajando para la competencia, corrí en la Maratón de la Ciudad de México como parte de mi preparación. La idea es acostumbrarme al desgaste y lo que sigue en tres semanas son entrenamientos ligeros dirigidos a velocidad y ritmo”, comentó Marco Antonio.
El año pasado, el atleta universitario participó en este evento para atletas de alto rendimiento en Grecia, y logró un tiempo de 32 horas, 30 minutos y 4 segundos. Fue el único deportista mexicano en finalizar esta ardua carrera. Este año su meta es obtener el récord latinoamericano.