Mariana Enriquez platicó con estudiantes del CCH Sur
Su escritura se nutre de diversas fuentes, desde la antropología hasta la fotografía y prefiere dejar que el lector extraiga su propio significado, evitando imponer mensajes preconcebidos
Mariana Enriquez planteó ante estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades, plantel Sur, la cuestión central que subyace en su narrativa: ¿Cómo convivimos con el terror? Para la escritora argentina, el verdadero horror no reside en lo sobrenatural, sino en lo cotidiano que se torna normal con el tiempo. Así, su labor como narradora consiste en devolver al público esa sensación primigenia de miedo, amplificando las experiencias ordinarias hasta alcanzar dimensiones extraordinarias.
Enriquez charló el pasado 22 de abril con estudiantes en el marco de la gira promocional de su último libro de cuentos, Un lugar soleado para gente sombría. Contó que en una etapa de su vida marcó distancia de la ficción en favor del periodismo (escribe novelas desde los 22 años). Finalmente decidió dedicarse a la narrativa.
No descarta los tropos típicos de la literatura de terror (casas embrujadas, fantasmas que buscan justicia, horror cósmico), sino que los integra a su narrativa para jugar con el género. La particularidad de su autoría reside en que, a pesar de la integración de dichos temas arquetípicos, el verdadero terror yace en lo insospechado; no en su sentido literal, sino como una idea.
Una alumna se dirigió a la autora para preguntarle si alguna vez había experimentado algún acercamiento con el más allá, pues considerando la autenticidad de sus relatos, no sería raro que hablara desde la experiencia personal. Enriquez comentó que jamás ha atestiguado ni la más mínima manifestación paranormal, y que incluso encuentra esto como una ventaja: “cuando te consta que existen los fantasmas, te alejas de la ficción para, entonces, aproximarte a la literatura de testimonio”.
Aquella respuesta originó una duda distinta en otra de las estudiantes: ¿Qué tanto están vinculadas sus experiencias personales con su propia literatura? La autora explicó que cualquier experiencia está formada y atravesada por muchas otras menos evidentes y más escondidas dentro de la anécdota general. En el caso de su proceso creativo, ella selecciona alguna de estas para manipularla y dotarla de valores literarios: una estética, la posibilidad de ser interpretada, una estructura, etcétera.
El alumnado cuestionó a la autora acerca del papel de los temas sociales en su obra, y la escritora enfatizó que su literatura no busca reflejar la realidad, sino explorar la subjetividad del autor a través de la vivencia social. Aunado a lo anterior, comentó que la violencia del mundo real siempre excede a lo paranormal que, por otro lado, es manejable; este hecho es un principio importante en su visión como narradora.
Otro punto destacado fue el enfoque de Enriquez sobre la inspiración y el mensaje en su obra. La autora compartió que su escritura se nutre de diversas fuentes, desde la antropología hasta la fotografía, y que prefiere dejar que el lector extraiga su propio significado, evitando imponer mensajes preconcebidos.
Finalmente, Enriquez ofreció consejos a los jóvenes escritores presentes, instándolos a observar las interacciones humanas y practicar la disciplina y la experimentación en su proceso creativo. (Ouali Samir Belkacemi Estrada/Prácticas profesionales)