Dos años después de los sismos de 2017, la comunidad universitaria realizó con responsabilidad el macrosimulacro. En 190 entidades y dependencias de la UNAM participaron más de 160 mil académicos, alumnos, trabajadores y funcionarios, y se mejoró el tiempo de respuesta y la coordinación de los equipos de emergencia.
En este macrosimulacro se consideró un sismo hipotético de magnitud 8.6, con epicentro en las costas de Oaxaca. El escenario fue propuesto para rememorar el temblor ocurrido el 28 de marzo de 1787, el de mayor magnitud del que se tiene conocimiento en nuestro país, y que causó un gran tsunami que afectó las costas de Guerrero y Oaxaca.
“Estamos en una zona sísmica y en cualquier momento puede ocurrir un movimiento de magnitud importante; para la Universidad y la nación es fundamental que estos simulacros se efectúen para que todos tengamos claro qué se debe hacer en una situación real”, afirmó Leonardo Lomelí Vanegas, secretario general de la UNAM.
La geología del planeta marcó dos veces el 19 de septiembre en la memoria de los mexicanos, pero como nunca antes los universitarios están capacitados en la teoría y en la práctica.
En México se ha avanzado en materia de prevención; el trecho que falta corresponde también a la ciudadanía, “con acciones de protección civil en cada una de nuestras casas, con la disposición de la mochila de emergencia y la realización de simulacros internos”, enfatizó Julio Velázquez Rodríguez, jefe del Departamento de Atención de Emergencias, de la Dirección General de Análisis, Protección y Seguridad Universitaria (DGAPSU), y titular de la Unidad Canina K9 de Rescate y Salvamento, del Programa de Perros de Búsqueda y Rescate (PPBR) de la Universidad.
Evacuación pronta
En punto de las 10 horas, con el sonido de la alerta sísmica (que no es operada por el Servicio Sismológico Nacional) se evacuó el edificio más emblemático de la UNAM: la Torre de Rectoría.
En 82 segundos fueron desalojados basamento, planta principal, mezanine y primer piso. En general, 378 personas que se encontraban en los 16 pisos salieron en aproximadamente cinco minutos con 29 segundos, con lo que se mejoró el tiempo de respuesta.
Tras el desalojo de la Rectoría y la realización de los protocolos de seguridad, Lomelí Vanegas, Leopoldo Silva y Raúl Arcenio Aguilar Tamayo, los dos últimos secretarios administrativo y de Prevención, Atención y Seguridad Universitaria, respectivamente, felicitaron por su esfuerzo a participantes, brigadistas, integrantes de Atención de Emergencias, así como al jefe del Heroico Cuerpo de Bomberos UNAM, Roberto Hernández Camarillo.
Participaron las ENES León, Morelia y Juriquilla, el campus Morelos, las FES Zaragoza, Acatlán, Aragón y Cuautitlán, todas las escuelas, facultades, dependencias e instancias universitarias de bachillerato, educación superior, extensión e inmuebles administrativos de la Zona Metropolitana y CU.
El Servicio Sismológico Nacional (SSN) reportó que de las 7:19 a las 13:14 horas del 19 de septiembre de 2019, hubo 16 sismos: cinco de ellos de 3.9, con epicentro en Matías Romero, Oaxaca; en los límites de Michoacán, Estado de México y Guerrero; norte de Huatulco; sur del Golfo de California; y cerca de Atoyac de Álvarez, Guerrero.
Mientras que los otros 11 no fueron localizables, “debido a que son más pequeños o de magnitudes muy bajas”, refirió Víctor Hugo Espíndola Castro, especialista en Análisis e Interpretación de Datos Sísmicos del SSN.
Como parte del macrosimulacro, en el edificio del SSN fueron evacuadas 22 personas, en 59 segundos. Aquí la operación estuvo a cargo de cinco expertos, quienes hicieron el reporte de los movimientos ocurridos.
