Wendy Toledo, refuerzo en el arco de Pumas

“Me voy a aventar de cabeza por mis compañeras y por el equipo”

Es de Monclova, Coahuila; se inició en el balompié como delantera, pero un día se puso los guantes de portera y todo cambió

Foto: Club Universidad Nacional.
Una auténtica guerrera, fiel a como se caracterizan los jugadores enfundados en los colores de Pumas, es como Wendy Toledo fija su agradecimiento por llegar a una institución con tanto prestigio en el futbol mexicano. “Conocer la Cantera me dejó la enseñanza de que todo puede renacer. Cuando parezca que no hay más, siempre lo hay”, resaltó la nueva portera de Pumas.

Desde las tierras de Monclova, en el estado de Coahuila, es donde Wendy vivió los primeros años de su infancia. El deporte ha sido una constante en su vida, ya que es una herencia que le ha dejado su familia, pese a que el futbol no era tanto del agrado de sus familiares.

“Vengo de una familia que es muy deportista. Sufrí de niña porque mi mamá me decía que no iba a jugar futbol. Me decía que me podía hacer daño por golpearme la cabeza, por lo que siempre hice deportes bajo techo, como gimnasia, karate o basquetbol. Tengo una amiga que es muy fanática del futbol y de Pumas. Ella siempre me motivó a jugar porque su papá tenía un equipo. Poco a poco me fui adentrando”, compartió Toledo.

La pasión por los lances, las atajadas y la responsabilidad de defender el arco es algo que se adquiere con naturalidad. Para Wendy, sólo bastó una vez para saber que su lugar dentro del campo era en el arco.

“Inicié siendo delantera. Una vez que faltó la portera del equipo, me convencieron de jugar en esa posición. Ese día jugamos contra niños y nos metieron siete goles, pero pudieron haber sido 15, yo impedí varias anotaciones y desde ese momento supe que era lo que me gustaba. Me puse los guantes, me di cuenta que era mi posición y no la he vuelto a soltar, nunca lo haré”, afirmó.

Hace años no existía una liga profesional de futbol femenil en México, por lo que dedicarse a este deporte era complicado. Una de las escasas vías para competir al máximo nivel era pertenecer a la selección mexicana, sueño que Wendy se planteó desde su adolescencia y logró cumplir al representar a México en una Copa del Mundo Sub-17.

“En Monclova casi no hay futbol, es una ciudad más beisbolera. Yo siempre tuve el objetivo de dedicarme al balompié. Sabía que era difícil porque antes no había liga profesional de mujeres. Veía a la selección mexicana y quería ser parte. Salí de mi casa a los 13 años para poder jugar al futbol, ya que en mi ciudad no lo iba a lograr. Llegué a Torreón en un colegio con más prestigio, donde había un roce contra otros equipos. Al final, me vieron y me llamaron a la selección, con lo que cumplí mi primer sueño”, recordó.

Con el pasar de los años, la ilusión de la joven arquera coahuilense se cristalizó con la creación de la Liga MX Femenil, la vitrina que tanto esperó para convertirse en futbolista profesional. Desde aquel 2017, Wendy ha recorrido decenas de canchas como portera de Rayadas, Santos, Toluca y Chivas, clubes en donde ha tenido instantes difíciles, por lo que su llegada a Pumas significó una decisión revitalizante en su trayectoria.

“Todo deportista pasa por rachas. Tanto estar en lo más top como cuando bajas. Hubo momentos donde ya no quería jugar futbol, también me pesaba estar lejos de mi familia, quería ya estar con ellos. Eso fue lo más difícil que me ha pasado durante estos años en el futbol”, compartió.

Sabía que era una muy buena oportunidad llegar a Pumas al ser un equipo tan grande. “Estoy muy comprometida de estar en esta institución, junto a compañeras con una ilusión muy bonita y con un perfil de guerreras. Desde que llegué les dije que me voy a aventar de cabeza por ellas y por el equipo, es algo que les prometo y que cumpliré”, recalcó la guardameta.

Luego de cinco jornadas en el Apertura 2024 de la Liga MX Femenil, Pumas marcha como uno de los mejores equipos del certamen. Wendy aún no ha visto minutos, pero trabaja para ganarse un puesto en el equipo del entrenador Marcelo Frigério, con la intención de cumplir sus objetivos: jugar en el Olímpico Universitario y lograr un campeonato con este club.

“Estoy emocionada de cumplir mi sueño de jugar en todos los estadios. Qué mejor que CU, ya que es uno de los que me falta. Aspiro a jugar y consolidarme como la portera titular de Pumas. Quiero ser campeona aquí, sé que hay que ir paso a paso para lograrlo”.

Entiende que Pumas es un equipo muy noble. “Desde el primer día me sorprendí. He tenido muy buenas compañeras en mi carrera, pero siento que aquí es diferente. Hay más comunicación, son más atentas y chistosas. Entre todas conviven, entonces eso es lo que define a Pumas. Es parte de un gran proyecto del futbol femenil, en el que siempre abren los brazos para gente nueva”, concluyó Wendy Toledo, nueva guardiana del arco auriazul.

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