Memoria gráfica de los primeros años del OAN
Se recogen alrededor de 120 fotografías en un libro, registro de la historia y los instrumentos del Observatorio: Silvia Torres Castilleja
Ensenada, Baja California.– La obra Primeros años del Observatorio Astronómico Nacional de México. A 140 años de iniciar su actividad científica. Una historia gráfica, de Marco Arturo Moreno Corral, María Estela de Lara Andrade y Felipe de Jesús Montalvo Rocha, es un libro interesante que presenta una atractiva visión cronológica del origen y desarrollo inicial de esa institución creada para realizar investigación científica.
En la presentación del volumen, Silvia Torres Castilleja, investigadora emérita del Instituto de Astronomía (IA), refirió que el libro está compuesto fundamentalmente por una colección de fotografías históricas, alrededor de 120, que estaban en el acervo del Observatorio Astronómico, que han sido digitalizadas y reunidas en una hermosa edición.
Las imágenes, calificó, son un registro de la historia y de los instrumentos; y, lo más importante, “es la explicación de cada uno de ellos, con mucho cuidado y atención, y en forma sucinta, que permite una lectura agradable para el lector”.
El libro contiene distintas temáticas, desde los antecedentes del Observatorio, su fundación en el Castillo de Chapultepec, su puesta en operación, su traslado a Tacubaya, la descripción de los telescopios, y hasta eventos astronómicos, como el eclipse solar de 1886, que se observó en estados como Aguascalientes y Guanajuato.
También hay un capítulo especial sobre la biblioteca, que tenía un acervo muy importante, de cerca de cinco mil volúmenes, y que hoy se resguarda en la sede en Ciudad Universitaria del IA, además de los vitrales de origen alemán, algunos de los cuales fueron restaurados y hoy se ubican también en ese Instituto.
Finalmente, Silvia Torres destacó que el libro es muy completo y aborda una época muy importante del Observatorio, con fotografías extraordinarias y explicaciones relacionadas. “Recomiendo mucho su lectura y felicito a los autores, a Marco y Felipe, y lamentamos que Estela ya no esté con nosotros”.
Jesús Galindo Trejo, arqueoastrónomo e integrante del Instituto de Investigaciones Estéticas, refirió que la astronomía de la época de los principios del Observatorio, hace casi 150 años, funcionó como el ariete inicial que desembocaría en la ciencia actual.
La obra, a través de las imágenes históricas y en parte inéditas, transporta al lector a una época pionera de la astronomía profesional de México. “Sabemos que a lo largo de las muchas generaciones que han continuado la labor de aquellos iniciadores se ha alcanzado un excepcional nivel en la calidad de la astronomía nacional”.
Así como la fundación del OAN inició una época fundamental en la ciencia en México, hace 484 años la astronomía occidental ya estaba presente en la Nueva España, recordó. En la Universidad de Salamanca, España, se conserva un manuscrito que perteneció al primer virrey, don Antonio de Mendoza, y que se trata de lo que hoy llamaríamos un anuario, como el que el IA elabora desde hace más de 100 años, y que contiene efemérides solares, posiciones de estrellas brillantes, etcétera. Es el testimonio más antiguo de la astronomía en México y más aún, de la ciencia en América.
La fundación del Observatorio, opinó, fue el resultado de la curiosidad innata de los humanos y de la necesidad de registrar lo que aparece en el cielo; el impulso de la curiosidad científica estaba presente. Con siglos de por medio queda claro que la tradición astronómica de nuestro país, a través de su historia, es muy fuerte, y que la astronomía también es cultura, finalizó.
Por último, uno de los coautores, Marco Moreno, resaltó que después de muchos años y esfuerzo, la Universidad publica el libro, en una excelente edición, con extraordinarias fotografías que lo ilustran, la mayoría en blanco y negro, de finales del siglo XIX, de excelente calidad y muchas de ellas verdaderamente artísticas.
Rememoró que él mismo hizo copias en papel fotográfico de las placas que, en su momento, registraron la construcción del Observatorio en su sede de Tacubaya. “El problema es que no tenían información, y durante años me enfoqué en buscar los datos que se comentan en el libro”.
En las imágenes también aparecen personajes notables, como Vicente Riva Palacio, quien fue secretario de Fomento y promotor no sólo de la fundación del OAN, sino del Observatorio Astronómico Central, que se ubicaba en lo alto del Palacio Nacional, el Observatorio Meteorológico y algunas otras instituciones científicas creadas en esa etapa. Y otros, “a los cuales me llevó mucho tiempo identificar”.
Es satisfactorio poner ahora a disposición del público una historia gráfica de las primeras etapas del Observatorio y sus antecedentes. “Es una obra que nos llena de orgullo; Estela de Lara colaboró sobre todo en adecuar las notas y datos, y Felipe Montalvo me ayudó con la parte digital de las imágenes. Agradezco a las autoridades del IA el esfuerzo de la publicación”, concluyó.