Integración o desintegración en Norteamérica
México, prioridad para Quebec
Stéphanie Allard-Gomez, delegada general de esa provincia, consideró que la relación entre ambas partes crecerá especialmente en lo económico
En Quebec, Canadá, se está desarrollando una nueva política exterior; no obstante, la visita a México de su ministra de Relaciones Internacionales, Nadine Girault, el mes pasado, en el inicio de su mandato, indica que nuestro país sigue siendo una prioridad para la provincia canadiense y que la relación crecerá especialmente en lo económico, dijo en la UNAM Stéphanie Allard-Gomez.
La delegada general de Quebec en México añadió que 2019 será un año interesante ante la pregunta de qué va a pasar con el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), y cómo se va a concluir el proceso de integración o desintegración en la región. Asimismo, porque el año pasado hubo elecciones tanto en la República Mexicana como en aquella provincia.
En ambos casos fueron electos gobiernos muy diferentes a los anteriores. En el caso de México, con nuevas prioridades y maneras de ver las relaciones internacionales y el desarrollo social y económico, y en Quebec, con un enfoque muy económico y con una forma de ver la acción internacional distinta a la del pasado, añadió al participar en el Coloquio Internacional ¿Integración o Desintegración en América del Norte? Tendencias Recientes de la Economía Mundial, el cual fue organizado por el Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN).
Relación dinámica
Por ser un país primordial en la acción internacional de Quebec, las relaciones con México son muy dinámicas, tanto con el gobierno de la República, como con sus entidades. Los estados prioritarios son Jalisco, Nuevo León, Ciudad de México, Guanajuato y Querétaro, y en casi cuatro décadas se han firmado 19 acuerdos intergubernamentales, recordó Allard-Gomez.
Ese territorio canadiense ha sido muy favorable al libre comercio y al carácter trilateral del acuerdo de América del Norte. Con nuestra nación, de 1993 a 2017, el intercambio comercial ha tenido un crecimiento promedio de más de 8.8 por ciento al año, y pasó de mil millones a seis mil 500 millones de dólares en ese lapso, “más grande que el que tiene con todos los países de América Latina”. De ese modo, en 2018, México fue el tercer socio económico de la provincia.
La funcionaria quebequense explicó que el sector de transporte representa la mitad del comercio entre ambas partes: autos, piezas aeroespaciales, helicópteros, y aluminio, acero y partes automotrices, son los principales productos que se importan y exportan.
Quebec tiene 32 representaciones en 18 naciones, incluidas ocho delegaciones generales; la de México, establecida en 1980, es la tercera más grande en el mundo, sólo después de Nueva York y París.
Quebec, recordó, es la más extensa de las 10 provincias de Canadá; geográficamente contiene una cantidad muy importante de recursos naturales, como el tres por ciento de la reserva de agua dulce o dos por ciento de los bosques del mundo; allá la temperatura puede variar más de 60 grados en un año, de menos 30 grados centígrados a 35 grados.
Con un pasado colonial francés e inglés, actualmente ese territorio cuenta con 8.4 millones de habitantes y recibe cada año cerca de 50 mil migrantes de todas partes del mundo.
Tiene una economía diversificada que aporta 19 por ciento a la de Canadá, y una tasa de desempleo de 5.4 por ciento, casi de “pleno empleo”. Su gran desafío en los próximos años: el envejecimiento de la población y la necesidad de contar con trabajadores calificados para satisfacer el mercado laboral.
Punto de vista constructivista
En la inauguración del coloquio, Graciela Martínez-Zalce Sánchez, directora del CISAN, señaló que la pregunta ¿integración o desintegración en América del Norte? es provocadora y tiene que ver con la concepción de esta parte del continente como un espacio regional, que probablemente comenzó siendo artificial e impulsado por los gobiernos, pero que después de dos décadas sí se ha logrado.
“Es importante considerar no sólo los aspectos políticos y comerciales presentes en la reflexión sobre la firma o no, ratificación o no del T-MEC, sino que al pensar en la zona desde un punto de vista constructivista, debemos tener en cuenta que las regiones se forman por la intensificación de la migración, de los intercambios académicos y culturales, así como de los que han abierto las industrias, como la relacionada con el turismo; no hay que olvidar que el espacio es ese lugar donde los seres humanos se relacionan y hacen actividades conjuntas”, concluyó la titular del Centro.