Miel, bioindicador de contaminación

México ocupa el octavo lugar como productor mundial de miel y el cuarto por el valor de las exportaciones; En 2015, la producción de miel en nuestro país fue de 42 mil 161 toneladas con un valor de exportación de 156 millones de dólares

Nota Miel contaminada imagen destacada

Para obtener el néctar y el polen, las abejas recorren muchos kilómetros con lo cual la miel que producen es un excelente indicador de la contaminación por insecticidas y herbicidas utilizados en la región.

Las virtudes de la miel se conocen desde hace miles de años. Se le atribuyen numerosos beneficios para sus consumidores, como antibiótico en heridas y quemaduras. Sus propiedades antibacterianas y antifúngicas impiden que las heridas se infecten si se aplica miel en ellas. Como fuente natural de antioxidantes, evita la formación de óxidos, por lo tanto de hace más lenta la descomposición celular.

Otro de sus beneficios sería combatir el insomnio si antes de dormir tomamos un té relajante endulzado con una cucharada de miel; también se le considera como un auxiliar en el tránsito intestinal con los consiguientes beneficios contra el estreñimiento.

Además, es una fuente de divisas. Según un documento del Fondo Institucional de Fomento Regional para el Desarrollo Científico, Tecnológico y de Innovación (FORDECYT), del Conacyt, México ocupa el octavo lugar como productor mundial de miel y el cuarto por el valor de las exportaciones. En 2015, la producción de miel en nuestro país fue de 42 mil 161 toneladas con un valor de exportación de 156 millones de dólares.

En años recientes se ha descubierto que la miel actúa como bioindicador de la contaminación ambiental y del uso de pesticidas en la región de donde las abejas obtienen el néctar para elaborar la miel.

Desde hace muchos años, las abejas productoras de miel (Apis mellifera) están amenazadas por el cambio climático, por la destrucción de sus hábitats, por el ácaro Varroa y por los insecticidas, en especial los neonicotinoides, considerados como extremadamente tóxicos. También por los cultivos transgénicos.

Una investigación demostró por primera vez que la miel de todo el mundo está contaminada por pesticidas muy potentes que dañan a las abejas, que están expuestas a estas sustancias tóxicas en todas partes.

Entre 2012 y 2016, investigadores del jardín Botánico de Neuchâtel, en Suiza, pidieron a la gente donar miel importada de todas partes del mundo. De los cientos de muestras que recibieron, analizaron 198 para cinco tipos de neonicotinoides. De estas muestras, en 75 por ciento se encontraron insecticidas neonicotinoides. Los análisis de la miel se publicaron en la revista Science (Chronic exposure to neonicotinoids reduces honey bee health near corn crops).

La contaminación en la miel fue más alta en Norteamérica, donde 86 por ciento de las muestras contenía uno o más neonicotinoides; le siguió Asia (80 por ciento) y Europa (79 por ciento). Los índices más bajos se encontraron en mieles importadas de América del Sur, con 57 por ciento. Casi la mitad de las muestras contenía una mezcla de varios insecticidas.

“Fue sorprendente para nosotros puesto que nuestra cobertura incluyó muchas islas oceánicas”, dijo Edward Mitchell de la Universidad de Neuchâtel. “Además, si se busca la concentración mínima que tiene un efecto negativo en las abejas, entonces 48 por ciento de nuestras muestras excedieron esa cantidad”.

Según los investigadores, estos efectos incluyen daño para aprender y en el comportamiento. “Si bien las concentraciones son muy bajas, hablamos de pesticidas que son algo así como 4 mil y 10 mil veces más tóxicos que el DDT”, dijo.

Entre la comunidad científica, la contaminación de la miel por los neonicotinoides es un recordatorio de que la vida silvestre está amenazada por estos químicos en todo el mundo y de que la miel de abeja sería un buen indicador biológico de la contaminación ambiental con insecticidas y herbicidas en las regiones en las que se producen.

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