Los migrantes son mucho más que un número o una estadística: detrás de ellos hay historias de vida, el drama de tener que abandonar sus lugares de origen para buscar mejores condiciones de subsistencia y desarrollo; enfrentan incertidumbre, miedo. Y todo ello se recoge en el libro Migrantes: voces, rostros y sueños compartidos.
El rector Enrique Graue asistió a la presentación del texto de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en el Museo Universitario de Ciencias y Artes (MUCA), de la Facultad de Arquitectura, donde también se inauguró la exposición La migración: una mirada a través del cartel, conformada por 64 obras que muestran el fenómeno desde una perspectiva de derechos humanos y que se exhibirán en otras sedes de la UNAM en el extranjero.
El director de Arquitectura, Marcos Mazari Hiriart, expresó que no se puede entender el mundo sin la migración. En México, dijo, últimamente se habla mucho de la frontera norte y el muro, pero es igual de importante la frontera sur.
“No se trata de hablar de un muro sino de las personas; no es sólo hablar de seguridad pública o nacional, en realidad es también hablar de la seguridad del ciudadano, de los humanos. Por ello es que estamos aquí los universitarios conscientes de la relevancia de esto.”
Ruta compleja
En su oportunidad, Luis Raúl González Pérez, presidente de la CNDH, explicó que este volumen compila testimonios de migrantes en su travesía por México hacia Estados Unidos, recoge sus voces y registra algunos de sus sueños en esa ruta compleja.
“Solamente poniéndonos en sus zapatos, y viendo desde ellos lo que enfrentan, podemos entenderlos y ser más empáticos con su problemática y requerimientos”, aseveró.
En este sentido, prosiguió, la CNDH ha planteado la necesidad de que se busque dar a aquéllos de otros países que están en nuestro territorio el mismo trato y garantías que pedimos para las y los mexicanos en Estados Unidos, lo cual incluye la denuncia y oposición a cualquier tentativa de generar un discurso de odio.
“Hay que ser especialmente cuidadosos de detectar y denunciar el discurso de odio en las épocas electorales. Una democracia madura destierra las diatribas y los agravios en favor de un debate racional y fundamentado”, subrayó el ombudsman nacional.
En el MUCA, el hondureño Mario Tulio Delgado relató que muchos de ellos vienen huyendo de la policía y la delincuencia en sus naciones, y en el camino también se les extorsiona.
“Para subirte al tren hay que pagar cien dólares y si no los pagas, te tiran. No se me olvida cuando me dieron un pantalón, una camisa, cuando me dieron un plato de comida”, refirió quien desde hace 10 años vive en México.
En tanto, la hermana Leticia Gutiérrez Valderrama, fundadora de Scalabrinianis: Misión con Migrantes y Refugiados, agradeció a la UNAM abrir la puerta al tema de la migración y explicó que desde hace cinco años iniciaron en Ciudad de México una casa de apoyo a ellos, ante el grito desesperado de ayuda de hombres y mujeres de Centroamérica que pasan por este país.
La organización, comentó, tiene la tarea de acompañar a víctimas de delitos graves como el secuestro y la tortura e incidir en que sean sujetos de cambio; es decir, que su experiencia sirva para que otros migrantes tengan una vida digna.
En su oportunidad, el director de la Fundación Carlos Slim, Roberto Tapia Conyer, indicó que el libro recoge la voluntad del ser humano de resistir y ayudar a otros.
“Somos más los que estamos para proteger y cuidar”, destacó Tapia, al tiempo que recordó que la Fundación, junto con la UNAM y la CNDH, ayuda a que migrantes en Estados Unidos obtengan la doble nacionalidad.