Homenaje de la AMJL a Fernando Serrano Migallón
“Mis alumnos de la UNAM me dan alegría y esperanza”
Celebran su trayectoria multidisciplinaria y el ser recipiendario del Premio Nacional de Artes y Literatura
En la Capilla Gótica del Instituto Cultural Helénico, académicos, autoridades, funcionarios y amigos del también exdirector de la FD destacaron sus virtudes académicas y afectivas.
Serrano Migallón dedicaba sonrisas al aire mientras escuchaba el par de adjetivos que se replicaron una y otra vez: “notable y querido”. En su oportunidad respondió con la caracterización de cada uno de sus homenajeantes, quienes desentrañaron su trayectoria.
“He tenido mucha suerte en la vida, primero por haber nacido en una familia de exiliados que tuvieron los valores de libertad, justicia social y democracia, de los que me siento muy orgulloso; también de haber entrado a la Universidad hace más de 50 años y haber dado clases todas las mañanas a cientos, a miles de alumnos, que me dan alegría y esperanza, y me permiten a pesar de todo y de todos seguir siendo optimista y creer en México y su futuro.”
José Sarukhán Kermes, exrector de la UNAM, resaltó la amplitud de su educación: “Cuenta con una formación panorámica, de gente apropiadamente preparada”.
Relató que durante su rectorado fue el mejor de los cinco abogados generales de la Universidad que tuvo, porque realizó cambios estructurales y profundos en defensa de la institución. Cuenta además con una buena cantidad de obras referidas a procesos históricos y un libro muy destacado sobre Isidro Fabela. “Lo que me recuerda que la FD fue siempre mina de espléndidos literatos como Ramón López Velarde, Rubén Bonifáz Nuño o Jaime Torres Bodet, pero también Carlos Fuentes y Carlos Monsiváis, que tampoco presentaron su tesis”.
Serrano Migallón “tiene en su haber vocación artística, cultural y gastronómica; esta última la única expresión de la cultura que hacemos parte de nuestro cuerpo. Es un mago gourmet, hacedor de comida inigualable y tiene el don de compartir”, dijo.
Ante Francisco Javier Gaxiola, presidente de la AMJL, quien fungió como anfitrión, Lorenzo Córdova Vianello, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral, quien fue alumno de Fernando Serrano, reconoció su amplia y multidisciplinaria trayectoria. “Se trata de un auténtico humanista, que entiende, enseña y aplica el derecho desde una perspectiva universal. Es un hombre culto, filósofo, que sabe escuchar y también un conocedor de los derechos humanos”.
A esto, Serrano Migallón respondió: “Decía Alfonso X El Sabio que el derecho es el medio en que se valen los buenos para poder vivir con los malos. Gracias al derecho y a como lo entiende Lorenzo Córdova muchos buenos podemos convivir con los malos. Sabe que el derecho hay que defenderlo: su defensa de la democracia, al proceso electoral y a la institución que tiene en este momento en sus manos, nos enorgullece a todos los mexicanos. Tu nombre está inserto en las páginas de México como uno de los defensores de la democracia”.
La escritora Malena Mijares, exdirectora de Radio UNAM, compartió que hablar de Fernando Serrano desde la amistad es hacerlo a través de un pentagrama que pauta con los afectos, con atractivas y variadas resonancias. Es una de las figuras más conocedoras del exilio español, con una devoción por León Felipe, y una afición compartida por la novela policiaca. “Qué decir de su capacidad de tejer redes y crear comunidades de cariño”.
El arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, doctor honoris causa por la UNAM, reconoció la capacidad de Serrano Migallón como relator de pasajes trascendentes en los que su intelecto se revela. “Ronda en su obra ese género que puede ser el relato antropológico al adentrarse en los entresijos del tema del exilio”.
En el epílogo del evento, Fernando Serrano Migallón agradeció la presencia de los asistentes y externó su aprecio a José Sarukhán: “Rector magnífico de la Universidad, la defendió contra todo y contra todos, en momentos álgidos y difíciles con un valor que ha demostrado no sólo en la Universidad sino también en los últimos tiempos, cuando los embates desde muy temprano por las mañanas se lanzan sin ton ni son”.