Mujeres en el trabajo, diálogo de realidades entre México y Rumania
Videoinstalación donde ha sido fundamental repensar el movimiento, la corporalidad y la coreografía en ámbitos cotidianos para hablar de once mujeres cuyos cuerpos son su principal fuente de ingresos
Mujeres en el trabajo. Encrucijadas, ritmos y continuidades (Women at work. Crossroads, rhythms and continuities) es una propuesta creada por la coreógrafa y cineasta rumana Simona Deaconescu y por la coreógrafa e investigadora argentina Flor Firvida Martín, quienes se unieron para realizar una videoinstalación documental a cuatro pantallas, donde se aborda la realidad de aquellas mujeres que, tanto en México como en Rumania, trabajan en profesiones donde sus cuerpos son su principal fuente de ingresos.
A través de entrevistas, movimientos y escenas coreografiadas, seis mujeres de Rumania y cinco de México son las protagonistas de este proyecto, donde una bailarina de twerk y trabajadora social, una escultora, una jugadora de baloncesto profesional, una artista del performance y del bondage, una curandera y doula, una luchadora de lucha libre, una costurera y cocinera transgénero, una terapeuta y trabajadora sexual, una defensora de los derechos de las personas con discapacidad visual, una trabajadora de una fábrica de vidrio, y una bailarina de pole dance y danza contemporánea, son parte de un intrincado tapiz donde ha sido fundamental “repensar el movimiento, la corporalidad y la coreografía en ámbitos cotidianos”, afirma la coreógrafa Flor Firvida.
Firvida, quien es codirectora del Festival de Experimentación Urbana “Territorio Abierto”, realizado en Chile, Argentina y Colombia, explica que las participantes de ambas ciudades tienen similitudes y diferencias: “Hay una exigencia laboral alta, deben demostrar que están a la altura de la labor que hacen. Pero mientras en Rumania se enfocan en desempeñar una sola actividad, en México realizan varios trabajos distintos a la vez”.
“Tratamos de poner sobre la mesa lo que implica ser mujer, justo para no generalizar que todas las mujeres vivimos las mismas violencias. Intentamos que quede en la lectura cómo ciertas corporalidades confrontan problemáticas particulares, las cuales tienen que ver no solo con el género, sino con la clase y el contexto.”
A nivel del formato, el público se enfrenta con una coreografía donde las imágenes revelan lugares de trabajo y objetos empleados para realizarlo junto con los relatos de las once mujeres: “El foco lo pusimos siempre en la corporalidad, pensando el cuerpo en muchas dimensiones, no solo en el movimiento. Es interesante ver que hay una perspectiva coreográfica en la forma en que se organizan los cuerpos en el espacio y el tiempo, con sus ritmos, velocidades, calidades de movimiento y esa constelación que se va generando, es posible pensarla como una coreografía, con todas las implicaciones emocionales que tiene”.
Firvida Martín, que investiga las relaciones entre cuerpo, territorio y comunidad desde un enfoque expandido, afirma: “Creo que es un tema importante pensar cómo vivimos o sobrevivimos esa relación entre cuerpo, economía, capitalismo y feminismo, necesitamos revisar y mostrar distintas realidades porque es clave, pues no hay una sola forma de trabajar, de ser mujer, de obtener dinero, no hay una sola idea de trabajo. El arte puede compartir de una forma poética lo que esto significa.”
Mujeres en el trabajo se presentará el viernes 8 de noviembre y los sábados 9 y 16, a las 19:00 horas y el domingo 17 a las 18:00 horas, en el Salón de Danza del Centro Cultural Universitario.