Mujeres obesas presentan más fracturas por fragilidad
“Aunque las mujeres con obesidad tienen mayor densidad mineral ósea en comparación con las de peso normal o sobrepeso, presentan más fracturas por fragilidad”, afirmó Patricia Canto Cetina, investigadora en esa unidad.
La obesidad, mala para todas las personas, guarda una relación positiva con la densidad mineral ósea, de acuerdo con un estudio realizado por especialistas de la Unidad de Investigación en Obesidad de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, con sede en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ).
Canto Cetina explicó que (según una hipótesis) como el esqueleto soporta más peso, se crea un mecanismo para formar más hueso. Así, se postula que adipocitos y osteoblastos (células que forman hueso) podrían interactuar para incrementar la densidad mineral ósea.
Con todo, hay investigaciones que aseguran que las mujeres con obesidad se fracturan más porque sufren caídas con mayor frecuencia. Otras, sin embargo, sostienen lo contrario: que resisten más las caídas porque disponen de un colchón más grueso y las fracturas dependen de la manera en que caigan.
Mecanismo de carga
En un estudio efectuado en la Ciudad de México (tesis doctoral de David Rojano, bajo la dirección de Canto Cetina) se practicó densitometría ósea a 750 mujeres posmenopáusicas (ya no producen estrógenos y, por lo tanto, dejan de menstruar), seleccionadas en diferentes clínicas de primer nivel para identificar densidad mineral ósea normal, intermedia (llamada osteopenia; 57 por ciento de las mayores de 50 la padecen en el país) y severa (osteoporosis).
El estudio incluyó también peso, talla, número de hijos, tiempo de lactancia, consumo de bebidas carbonatadas, café y tabaco, y ejercicio-sedentarismo.
Del total, 179 mujeres tenían densidad mineral ósea normal, 338 padecían osteopenia y 233 osteoporosis. A estas últimas se les recomendó cuidarse porque, de no seguir un tratamiento médico, cambiar de estilo de vida y hacer ejercicio, podrían sufrir fracturas por fragilidad en cualquier momento de su vida.
En otra investigación con 813 mujeres, al hacer la asociación obesidad-osteoporosis se midió la cantidad de hueso en la columna vertebral, la cadera y los fémures, correlacionando los datos con el índice de masa corporal normal, sobrepeso y obesidad (grado 1, 2 y 3). Los resultados indicaron que 15.13 por ciento eran normales; 39.11 por ciento tenía sobrepeso; 25.96 por ciento obesidad grado 1; 11.81 por ciento, obesidad grado 2; y 7.99 por ciento obesidad grado 3.
Paradójicamente, “en todos los casos a mayor índice de masa corporal, más densidad mineral ósea tenían”, remarcó Canto Cetina.
Pero al hacer un tamiz genético (se examinaron 16 polimorfismos de nueve genes diferentes) a mujeres con obesidad para detectar marcadores genéticos asociados a la formación de hueso o a la pérdida ósea más rápida, los expertos no encontraron ningún mecanismo en ese sentido relacionado con la osteoporosis. “Una suposición es que las mujeres con obesidad cuentan con un mecanismo de carga. En la medida en que tienen más peso, ese mecanismo entra en funcionamiento para que se forme más hueso”.