Epicentro convocó a universidades, escuelas profesionales y estudiantes

Necesaria, la articulación nacional en la educación de la danza: Claudia Lavista

Foto: Santiago Cadena.

La conexión entre la educación artística y el desarrollo en el campo laboral es un tema que muy pocas veces se aborda desde la responsabilidad institucional. En el caso de la danza, para fortalecer ese vínculo y explorar sus oportunidades de mejora se ha creado Epicentro, 1er Encuentro de Universidades y Escuelas Profesionales de Danza Contemporánea, que convoca a docentes, alumnos, profesionales y escuelas, y que tiene el objetivo de convertirse en una cita anual.

El encuentro, sin precedentes en la escena de la danza contemporánea mexicana, se llevó a cabo del 10 al 16 de marzo, en el Centro Cultural Universitario (CCU), y reunió a 19 universidades y escuela nacionales, cuatro universidades internacionales, 15 estados del país, 117 estudiantes y 33 docentes. De esta manera, importantes actores de la escena dancística pudieron acercarse en un entorno de comunidad y plantear cuestiones cuya mejora requiere la participación colectiva.

Las actividades desarrolladas, todas con llenos totales, constaron de 40 clases, cinco conferencias de investigadores, dos encuentros con especialistas, seis sesiones de intercambio pedagógico y cinco presentaciones escénicas, convirtiéndose así en una iniciativa pionera que, además, tuvo decenas de miles de testigos en redes sociales.

Claudia Lavista, directora de Danza UNAM, donde surgió la iniciativa, consideró que los resultados del encuentro son alentadores. “Se generaron líneas de discusión de manera paralela, en una estuvimos trabajando las y los docentes, en otra las y los estudiantes y, en otra, se realizaron las jornadas de reflexión que planteó la Cátedra Gloria Contreras en Estudios de la Danza y sus Vínculos Interdisciplinarios. Estas tres plataformas se fueron intersecando. Nos reuníamos quienes liderábamos cada una y hablábamos de cómo se estaban articulando, porque Epicentro se trataba de urdir un tejido de la educación de la danza nacional”, comentó la coreógrafa en entrevista.

“Nos dimos cuenta de la urgente necesidad de plantear procesos educativos humanistas, que tiene que ver con fenómenos socioculturales como el lenguaje inclusivo, con ser inclusivos, porque en las escuelas de danza no necesariamente es eso obvio. O la violencia hacia los cuerpos, que ahora es completamente inaceptable en la educación de la danza”, agregó.

Lavista destacó varias actividades donde, por ejemplo, se invitó a los docentes a ponerse en el lugar de los estudiantes, donde se crearon puentes discursivos entre alumnos y maestros y se adoptaron compromisos en comunidad para transformar la escena educativa de la danza. Además, se creó una red definida de colaboración que incentivará la descentralización y la ayuda mutua.

Jaciel Neri, bailarín y coreógrafo, director de la iniciativa Moving Borders, con una larga carrera que comenzó en México y lo ha llevado a escenarios alemanes, participó en el diseño del encuentro y estuvo a cargo de coordinar a las universidades, entre otras actividades.

“Tuvimos el atrevimiento de convocar a todas estas universidades y escuelas justamente porque el momento es crítico en lo económico, pero hay elementos para entender el valor del cuerpo hoy en día. Evaluamos las opciones de organización en el ámbito social, económico-turístico, mercadotécnico. Pero lo importante es ampliar la visión creativa”, comentó Neri.

Por su parte, Antonio Salinas, bailarín, coreógrafo, actor y docente, involucrado en el área pedagógica del encuentro, dijo: “Creamos dinámicas de asociación entre universidades, entre alumnos, para crear nuevas condiciones académicas, laborales, de convivencia dentro de las escuelas, de los espacios de estudio. Mi conclusión es que el cambio es posible”.

“Fuimos protagonistas de la transformación en la opinión de muchos directores de universidades, del viraje de la visión de muchos estudiantes. Creo que participamos todas las generaciones que constituimos el presente de la danza y estamos en la posibilidad de construir puentes. La manera escindida de pensar el futuro es lo que ha causado que algunos grupos se sientan aislados”, afirmó.

Sobre propuestas en el horizonte laboral para la comunidad dancística, habló de la necesidad de ampliar las posibilidades. “Nos dimos cuenta de que hay otras salidas profesionales que se pueden llevar de manera paralela, como las técnicas restaurativas de movimiento, la terapia de masajes; se pueden dar clases en otros ámbitos para atender a comunidades específicas, como niños, ancianos, grupos de reintegración social, en programas de generación de cultura de paz, etcétera”.

Con esta iniciativa, Epicentro se coloca como un encuentro único en México que podría generar mejores redes de colaboración en la danza y redefinir la escena educativa y laboral a la que atiende.

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