90 aniversario de Investigaciones Estéticas

Sin el arte, no hay ciudadanía plena ni democracia con sentido social

La artista plástica Magali Lara donó obra y colaboró en el diseño de una carpeta conmemorativa

El rector Leonardo Lomelí Vanegas afirmó que el arte no es un lujo, sino una expresión vital. Sin él no hay ciudadanía plena ni democracia con sentido social, “porque observar y labrar espacios y materiales es también aprender a pensar, a soñar y a transformar”.

Por estas razones, el 90 aniversario del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) entraña un compromiso: continuar construyendo una Universidad pública que defiende el libre ejercicio de las ideas y genera redes que investigan, enseñan y divulgan el arte con perspectiva analítica, reconociendo en él un acervo invaluable, un lenguaje de lo posible y una plataforma para la acción colectiva.

A lo largo de nueve décadas, en las aulas, archivos y proyectos de esta entidad han desfilado figuras fundamentales del pensamiento estético en nuestro país. Actualmente, su legado se proyecta con renovado vigor en cinco grandes áreas del conocimiento. Desde esas vertientes, se impulsa un quehacer académico y una divulgación cultural que cuestiona los paradigmas establecidos, visibiliza lo marginal y reconstruye los relatos desde perspectivas inclusivas y renovadas.

Lomelí mencionó que es profundamente simbólico que esta conmemoración incluya la presentación de la carpeta titulada De la misma habitación, una creación de Magali Lara, artista visual cuya trayectoria encarna muchos de los valores que este Instituto y la Universidad promueven: la autonomía creativa, la reflexión estética desde lo íntimo, la politización de lo sensible y el registro de las genealogías críticas de lo femenino.

Recibir su obra “no es solamente un gesto estético: es un acto de reconocimiento y una afirmación de una vocación institucional que busca diversificar los relatos y enriquecer nuestro patrimonio con nuevas miradas”.

La vigencia y pertinencia de este Instituto y de quienes lo integran reside en su potencial para edificar puentes entre pasado y presente, tradición e innovación, la investigación rigurosa y la intuición creativa. Que siga siendo “una entidad donde la investigación y la enseñanza engendran una mirada singular; donde esa mirada se transforma en capacidad crítica, y la crítica se afirme como horizonte compartido”, concluyó el Rector.

En la ceremonia –en la Sala Francisco de la Maza del IIE–, Miguel Armando López Leyva, coordinador de Humanidades, refirió que la historia del arte se seguirá escribiendo con el acompañamiento predominante del IIE, en el que tantas personas han puesto inteligencia y pasión para darle vida y madurez.

Rememoró que Estéticas es la segunda entidad más antigua de ese Subsistema, instancia que ha sabido transitar por distintas etapas y fortalecer el impulso universitario hacia el estudio del arte y sus distintas manifestaciones, tradicionales y nuevas, clásicas e innovadoras, modernas y contemporáneas.

Este es el Instituto que ha sabido discutir y aportar conocimiento a través de seminarios especializados, y ha sido partícipe de iniciativas institucionales, pues fue impulsor del posgrado en Historia del Arte, y de la licenciatura en Historia del Arte en la Escuela Nacional de Estudios Superiores Morelia, además de creador del Laboratorio de Diagnóstico de Obras de Arte, de la Unidad de Información para las Artes y de la Unidad Oaxaca, y con ello, de la Biblioteca Beatriz de la Fuente.

Angélica Velázquez Guadarrama, directora del IIE, sostuvo que la misión de la entidad a su cargo ha sido investigar y difundir el arte en los campos de la historia, la teoría, la crítica del arte y los estudios visuales, así como contribuir a la conservación y defensa del patrimonio artístico, junto a la formación de historiadores del arte en licenciatura y posgrado, con un elevado nivel de competencia internacional.

Recordó que el 19 de febrero de 1935 el Laboratorio de Arte, antecedente del Instituto, inició sus actividades en el local 15 de la Escuela Nacional Preparatoria, en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, con cuatro investigadores: Manuel Toussaint, Luis MacGregor, Rafael García Granados, Federico Gómez de Orozco y una secretaria. Un año después, el 3 de agosto de 1936, se transformó en Instituto.

La entidad, pionera en el estudio de la historia del arte en México, a la fecha cuenta con dos sedes: en Ciudad Universitaria y la Unidad Oaxaca (creada en 2007), donde laboran 110 personas académicas.

En el marco de los 90 años, “quisimos trabajar con una artista contemporánea quien, por medio de su obra, nos permitiera repensar nuestra identidad institucional en lo gráfico y lo conceptual”.

Además de donar algunas de sus obras, una de las cuales sirve de inspiración en el diseño de la identidad conmemorativa de este aniversario, Magali Lara “colaboró en la elaboración de una carpeta conmemorativa, compuesta por piezas que son recreaciones en huecograbado y serigrafía de algunas de las series y obras que le han dado renombre a lo largo de su carrera”, detalló la directora.

Natalia de la Rosa, curadora de la obra e investigadora del IIE, explicó que la carpeta elegida para dar comienzo a los festejos por el 90 aniversario del Instituto da continuidad a la investigación y diálogo directo con Magali Lara. Se eligieron cinco obras de distintas etapas y que sintetizan el desarrollo y diversas búsquedas de la artista desde distintas estrategias, pero que mantienen como punto de conexión buscar los cruces constantes entre escritura y visualidad, o la introducción de referencias a la intimidad, lo cotidiano y la feminidad en los grandes temas del arte.

“Sigamos buscando el dinamismo de transformación constante desde la Universidad, y confiemos que estos enlaces entre arte y academia sigan activos, y que el camino que Magali ha abierto continué para muchos otros y otras”.

Por su parte, Magali Lara calificó como un honor ser partícipe del evento que, además de festejar la creación del Instituto marca un giro en la percepción y reconocimiento de las mujeres artistas como parte de la historia del arte en México.

“Estar aquí representa que la mirada sobre nuestro trabajo ha dejado de ser marginal y ahora puede revisarse con otros ojos. Es un reconocimiento tanto para las artistas como las historiadoras de arte que han hecho posible esta conversación”.

Foto: Benjamín Chaires.
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