Nuevos espacios de expresión en El Chopo

El jardín cobra nueva vida al albergar el proyecto anual de intervenciones artísticas Efímero/Permanente, mientras que una enorme vitrina del antiguo Museo de Historia Natural se transforma en El Gabinete, sitio de exposición para artistas emergentes y universitarios

Detalle del mural El camino, del Colectivo Lapiztola.

El Museo Universitario del Chopo reformula dos de sus espacios para dedicarlos al arte. En primer lugar, el área del jardín, que ahora albergará el proyecto Efímero/Permanente, un ciclo en el que cada año podrá apreciarse una intervención artística comisionada. En segundo, una gran vitrina perteneciente a la vida anterior del edificio, cuando fue Museo de Historia Natural (1913-1964), se transforma en El Gabinete, concebido para dar visibilidad a proyectos expositivos de artistas emergentes (en procesos educativos, recién egresados, colectivos independientes y de la comunidad universitaria).

Ambas iniciativas responden a la propuesta de la directora de la institución, Sol Henaro, para convertirla en un “centro social travestido de museo”, es decir, espacio de arte que establece lazos reales y duraderos con su comunidad. En este sentido, el jardín tendrá una pieza como contexto, arropando y provocando la vida comunitaria y la socialización tanto en el público como en los habitantes de la zona. Por su parte, El Gabinete permitirá a artistas jóvenes en formación la exposición de sus proyectos.

Efímero/Permanente expone la primera comisión, a cargo del Colectivo Lapiztola, conformado en Oaxaca durante el conflicto magisterial y el movimiento social de 2006, y cuya producción gráfica y de arte urbano se encuentra unida al compromiso social.

Actualmente constituido por Rosario Martínez, Roberto Vega y Alejandro Alfonso Luis, el Colectivo Lapiztola retrata la vida de la ciudad de Oaxaca, y la combina con el imaginario artístico mexicano, la idea de la urbe y los reclamos sociales. Con sus esténciles basados en principios fotográficos, el Colectivo ha dicho que le parece importante “transgredir el espacio para hacer más público un mensaje, más abierto y más visible a la gente”.

Karol Wolley, curadora del Museo, recuerda que Lapiztola (juego de palabras entre “Lápiz” y “Pistola”) busca “lanzar balazos de color y de pensamiento. Y, a través de la sorpresa que genera, pretende activar ciertos cuestionamientos políticos, éticos y sociales”.

Esto se encuentra presente en la pieza de turno, titulada El camino, mural que “hace alusión al tránsito migratorio, no sólo al territorial, externo, sino también al interno. Vemos personas de Oaxaca, de Chiapas que se van para Guatemala. Es esa travesía que experimentan muchos no sólo por necesidad, sino por el anhelo de querer encontrar un mejor lugar. Pero también un camino y una búsqueda internas, que pueden ser cotidianas, personales”, agrega la curadora.

El espacio del jardín, intervenido por el proyecto Efímero/Permanente, será también escenario de diversas activaciones: conciertos, conferencias, talleres. Algunas de ellas girarán en torno a temas críticos relacionados con la pieza en cuestión.

Con respecto a El Gabinete, éste se inaugura con la intervención invitada de la cuarta generación del Laboratorio de Imaginación e Investigación Artística (LaBIAR), un programa de acompañamiento artístico que opera por convocatoria y que es iniciativa de LolitaPank, plataforma dedicada a promover y exhibir el trabajo creativo de mujeres, disidencias y personas de la comunidad LGBTIQ+, y dirigida por la artista Alma Camelia.

La gran vitrina que existe en El Gabinete se convirtió en el receptáculo de la exposición Panza de ballena. Habitar la entraña. “Se fue pensando como un contenedor, un gran recipiente de afectos, de deseos. Esto tuvo como base una lectura que hicieron del texto La teoría de la bolsa de transporte de la ficción, de Úrsula K. Le Guin, donde la autora identifica el recipiente como el primer dispositivo humano y cultural que dio forma a la creación de relatos”, explica Wolley.

Así, la panza de la ballena es metáfora de un espacio en el que cada participante ha depositado parte de su individualidad para conformar un relato colectivo que hace referencia a los cuidados y el afecto.

Esta nueva disposición y vocación de dos espacios del Museo Universitario del Chopo se han podido experimentar desde el 19 de octubre y estarán abiertos al público en los horarios habituales, de miércoles a domingo de 11:30 a 18 horas.

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