La energía oscura podría ser un tipo de partícula
Ofrece proyecto DESI medición más precisa de la expansión del universo
Con el Dark Energy Spectroscopic Instrument, proyecto de México y Estados Unidos en el que participan por la UNAM los institutos de Ciencias Físicas, Física y Astronomía, se elabora el mapa 3D del cosmos más grande jamás creado: Axel de la Macorra, del IF
Fotos: página oficial del DESI.[/caption] Como lo escribió el corresponsal del diario The New York Times para asuntos cósmicos que cubre temas de física y astronomía, el jueves pasado los astrónomos que están llevando a cabo lo que describen como “el estudio más grande y preciso de la historia del universo” anunciaron que podrían haber descubierto un defecto importante en su comprensión de la energía oscura, la fuerza misteriosa que está acelerando la expansión del cosmos.
“Se suponía que la energía oscura era una fuerza constante en el universo, tanto en la actualidad como a lo largo de la historia cósmica. Pero los nuevos datos sugieren que puede ser más cambiante, fortalecerse o debilitarse con el tiempo, revertirse o incluso desvanecerse”, escribió Dennis Overbye.
Y en efecto, sobre el primer año de trabajo del Dark Energy Spectroscopic Instrument (DESI), proyecto internacional en el que participan los institutos de Ciencias Físicas, Física y Astronomía de la UNAM, Axel Ricardo de la Macorra Petterson Moriel, investigador del Instituto de Física (IF) y coordinador del experimento, comentó que hoy en día se tiene una muestra de 6 millones de galaxias y cuásares con un detalle sin precedentes, y esto ha superado las expectativas que se tenían hasta ahora.
El investigador precisó que con el DESI se elabora el mapa 3D más grande del universo jamás creado, pues los experimentos anteriores midieron 300,000 objetos durante años de trabajo, mientras que con el DESI se obtiene un millón en una semana, es decir, 5,000 galaxias cada 20 minutos, y esto ha confirmado conceptos básicos del mejor modelo del universo.
Esta es la ocasión en que los científicos miden la historia de la expansión del cosmos a lo largo de 11,000 millones de años con la mayor precisión obtenida hasta el momento, lo que ofrece una herramienta poderosa para estudiar la energía oscura y la expansión del universo, la cual se sabe no depende sólo de la gravedad sino de qué está hecho.