Olimpiadas históricas por la paridad de género

En París 2024 habrá, según el Comité Olímpico Internacional, cinco mil 250 mujeres e igual número de hombres

Imagen generada por inteligencia artificial.

Las Olimpiadas 2024 son históricas ya que, por primera vez, hay paridad de género, pues participan, según los primeros registros del Comité Olímpico Internacional, 5,250 mujeres e igual número de hombres, afirmó en entrevista Georgina Romero Gaeta, investigadora de la Coordinación para la Igualdad de Género.

Lo más cercano a esta paridad había sido en Tokio 2020, donde compitieron 5,704 varones y 5,386 mujeres. En esta ocasión, el Comité Olímpico Internacional, a través de la Carta Olímpica, estipuló normativas para garantizar la igualdad de género.

Este documento evoluciona constantemente para actualizar las necesidades tanto del Comité como de las agendas internacionales y la de la Organización de las Naciones Unidas, entre otras.

Equipos mixtos

En 1896 se llevaron a cabo los primeros Juegos Olímpicos sin que hubiera participación de mujeres, ya que la Carta Olímpica las excluía al no considerarlas deportistas. Más tarde, en 1900, participaron por primera vez 22 mujeres.

Actualmente se pidió a todas las delegaciones que enviaran la misma cantidad de hombres y mujeres, es decir, que fueran equipos mixtos, refirió la investigadora universitaria.

Otro punto fundamental es que, en juegos anteriores, siempre se asignaban los horarios de transmisión preferentes a las justas deportivas varoniles. En esta ocasión estarán divididos equitativamente, permitiendo que ambos géneros ocupen horarios preferentes.

Una lógica estereotipada

Aunque hay avances, todavía existen diferencias entre ambos géneros que podrían omitirse. Por ejemplo, dentro de la gimnasia artística hay pruebas catalogadas exclusivamente para hombres, como la de los anillos.

Otros casos son el nado sincronizado y la gimnasia artística, considerados deportes únicamente para mujeres. En estas disciplinas, el juez considera en el puntaje el maquillaje y la vestimenta.

En este sentido, los estereotipos de género están feminizados, porque en la apreciación del puntaje se fijan ciertos modos que sean considerados como muy femeninos, desde el saludo, los saltos, las posturas, las posiciones, etcétera.

Ahora se logró que los varones participen en el nado sincronizado, integrándose al equipo para que sea mixto. Sin embargo, en cada equipo se permiten sólo dos hombres y ocho mujeres.

Así se perpetúa esta lógica estereotipada de lo femenino y masculino, relacionada con la discriminación y la normalización de la violencia de género (feminización y masculinización de los cuerpos, obedeciendo roles y estereotipos de género).

En el patinaje artístico mixto, los varones siempre cargan a las mujeres, y lo justifican desde varias esferas: la social, donde el público espectador quiere ver eso; los mismos deportistas, y los jueces, quienes los califican. Así, se perpetúan los estereotipos de género.

Sin embargo, en el patinaje artístico individual hay varones que principalmente son de la comunidad LGBTIQ+ y nadie se escandaliza. De hecho, son abiertamente gays y presentan coreografías con tintes muy femeninos.

Lo biológico

Por otra parte, hay una esfera biológica que sí marca una diferencia entre las capacidades físicas que alcanzan a desarrollar los varones y las mujeres. “Esto es innegable”, considera Georgina Romero Gaeta.

Sin embargo, podrían cambiarse los estereotipos de diversas formas. Por ejemplo, en el patinaje artístico con una pareja de dos mujeres, una más fuerte y la otra más flexible, o una pareja de dos hombres, uno de mayor tamaño y el otro más flexible y liviano. De esta forma, los jueces podrían apreciar tanto la fuerza como la flexibilidad, porque el puntaje que evalúan incluye los saltos elevados y la acrobacia. Para eso se necesita un cuerpo muy fuerte que pueda alzar y lanzar al otro cuerpo.

Así es como, en el deporte, los equilibrios son posibles.

También podría gustarte