Alva Noto en el Espacio de Experimentación Sonora

Paisajes auditivos con impacto en las emociones

Proyecto HYbr:ID, del compositor y artista visual alemán. Foto: Dieter Wuschanski.
Las fronteras entre la música y los paisajes sonoros son llevados a convivencias extremas en el proyecto HYbr:ID, de Alva Noto, nombre artístico de Carsten Nicolai, compositor alemán que desde 2021 trabaja en una serie de tres volúmenes que se presentan por primera ocasión en el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC).

La obra del artista fue elegida para la reapertura del Espacio de Experiementación Sonora (EES) del Museo. Cada paisaje sonoro, o soundscape, desarrolla diferentes atmósferas audibles y reúne referencias científicas y estructuras coreográficas. Cada volumen oscila con relación en los otros, como si fueran esculturas acústicas vinculadas entre sí.

La exposición reúne los tres volúmenes que Alva Noto ha creado hasta ahora. Es una experiencia inmersiva que permite profundizar en su pensamiento sonoro. El artista considera que desde el inicio de su trabajo decidió que nunca intentaría clasificarlo, pues formalmente no compone música, sino que se aleja de lo convencional para crear sonidos a partir de diversas estructuras.

El primer volumen contiene referencias a fenómenos físicos minúsculos, como los hadrones (partículas subatómicas formadas por quarks), y los agujeros negros, articulados por nociones de espacialidad y gravedad. Incluye bajos profundos, bases rítmicas dilatadas, sonidos sombríos y un diseño sonoro que tiende a crear espacialidades amplias. De esta manera, funciona como punto de partida para una concepción aural que permite tanto el despliegue de movimiento como el recogimiento meditativo.

El segundo volumen, publicado en 2023, presenta una dialéctica del movimiento y la meditación; un nuevo cauce con los conceptos de resonancia y elasticidad que Noto retoma de los modelos espaciotemporales cuatridimensionales del matemático Hermann Minkowski. HYbr:ID II fue comisionado para la obra Ectopia, de Richard Siegal, interpretada por la compañía Tanztheater Wuppertal Pina Bausch.

El tercero, de 2024, se inspira en el Noh, una manifestación teatral y lírica originada en el siglo XIV en Japón. Su presencia va más allá de la desarticulación de sus elementos sonoros. Propone una exploración de aspectos más sutiles, poéticas casi imperceptibles que integran la puesta en escena.

“Me interesa el sonido, más que hacer una composición como tal. Al mismo tiempo intento establecer vínculos entre elementos provenientes de la naturaleza, por ejemplo, los animales no humanos, así como con frecuencias que podemos escuchar en ella; es una especie de evaluación razonada de lo audible. Al inicio del proyecto me sentí algo temeroso, pero luego decidí que sólo quería ser radical y crear sets sonoros para expresarme”.

Alva Noto ha desarrollado un sistema de notación propio para crear estructuras sonoras, que es el sustento para las tres versiones de HYbr:ID. Estas se representan en el papel a manera de diagramas que evocan mapas, una equivalencia con las partituras usadas en las composiciones convencionales, que al ser llevadas al plano audible funcionan para orientar o, en ocasiones, desorientar al escucha.

La música electrónica tiene rangos inclasificables dentro del paradigma de las estructuras de notación clásicas, por lo que los sistemas elaborados por el artista no sólo ofrecen una lectura técnica de las composiciones, sino que las dotan de una dimensión poética. Cada codificación contiene imágenes que crean narrativas circundantes, ascendentes o descendentes, nunca lineales.

“En estos años de trabajo, he intentando mantener la inocencia que me dominó en el 2021, cuando no tenía claro qué era lo que hacía, es decir, me dediqué simplemente a experimentar hasta encontrar los sistemas de notación necesarios para expresarme. Por ello, no me considero un músico o compositor convencional. Sólo en una ocasión me subí a un escenario para ‘interpretar’ un volumen, pero fue algo completamente alejado de las formas propias de la música electrónica”.

En la experiencia inmersiva en el EES del MUAC, el público encuentra en rotación los tres volúmenes creados por el artista, para así entrar en contacto con cada uno de ellos y desarrollar las imágenes evocadas por dichas narrativas sonoras.

“Siempre me tomo el tiempo necesario para componer una obra. Escribo el sistema de notación durante una semana, posteriormente interpreto todas las pistas sin ninguna referencia visual”.

“El asunto es que, sin ser realmente un pianista, el proceso que sigo inicia con la preparación de una especie de partitura más amplia de lo usual, como si se tratara de una película. Luego construyo un ensamble imaginario de instrumentos que tienen una relación familiar entre ellos. La edición de ese material me toma al menos tres meses, quizás más. Lo interesante para el público es el resultado, la experiencia sonora y sensorial que implica cada volumen”.

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