Poeta de la UNAM triunfa en Concurso Nacional de Poesía Enriqueta Ochoa

Luis Flores Romero, licenciado en Letras Hispánicas por la UNAM y actual conductor de Radio UNAM, fue elegido como el ganador de la convocatoria lanzada por el Gobierno del Estado de Coahuila y la Dirección General de Cultura, del Ayuntamiento de Torreón.

El Ayuntamiento de Torreón, por medio de su Dirección General de Cultura, reveló los resultados del Concurso Nacional de Poesía Enriqueta Ochoa 2019 y nombró al escritor Luis Flores Romero como el ganador de la convocatoria gracias al poemario Archivo grave, que participó bajo el pseudónimo Trigo.

En total, 43 poemarios fueron inscritos al certamen organizado por el Gobierno del Estado de Coahuila y el Ayuntamiento de Torreón. Flores comentó en entrevista para Gaceta UNAM que sintió “mucha satisfacción saber la noticia. Sobre todo, por el nombre que lleva el premio: Enriqueta Ochoa, a quien considero una de las figuras más importantes de la poesía mexicana de su generación, y una escritora de primer nivel. Enriqueta Ochoa es una poeta que se vincula estrechamente con las emociones de sus lectores, logra empatizar con su sensibilidad, tarea que es muy complicada al momento de escribir. Por ello, admiro a esta poeta y me da gusto obtener un galardón que lleva su nombre”.

Archivo grave “gira en torno al ambiente de las oficinas, a las personas que trabajan 8 o 9 horas seguidas en un cubículo. Aunque también hay poemas donde procuro que se refleje un hartazgo generalizado de los habitantes de la CDMX, y otros individuos prototípicos que pueblan esta ciudad, como: los quejumbrosos, los académicos, los improvisadores que se suben al camión, los vendedores, los empleados de trasnacionales, etc. Esas formas de vivir en la ciudad fue lo que me inspiró a escribir este libro”, confió el también conductor de Muerdelenguas –la sección dedicada a la literatura en Resistencia Modulada, la barra nocturna de Radio UNAM–, quien añadió:

“El libro se compone de sesenta poemas medianos. Poemas que escribí con cierta disciplina vinculada al trabajo de oficina y a las experiencias que me rodean. El primer poema lo esbocé en mi celular, mientras hacía fila en el banco. Los siguientes los fui escribiendo en la computadora: después de terminar mi jornada laboral (trabajo en medios digitales), abría un documento y comenzaba a escribir o corregir un poema. Así nacieron los primeros poemas del libro. Posteriormente, volví a la dinámica de la pluma y el cuaderno, práctica que se me acomoda más; de modo que buena parte del libro los escribía a mano y después los transcribía”.

El poeta espera que a pesar del caos que se vive en el mundo, éste todavía tenga espacio para las “manifestaciones artísticas”, porque “un ejercicio creativo siempre es una respuesta crítica ante una situación caótica. La creatividad es un motor que regula el caos, y hay un impulso creativo en todos los seres humanos, gracias a ello, somos sensibles y participamos del mundo. Hay creatividad en los que escriben libros de literatura, pero también la hay en los guionistas de series, en los que hacen memes, en los que dicen algo que sea capaz de hacer sonreír o de conmover a alguien.”

Luis Flores Romero es licenciado en Letras Hispánicas por la UNAM, además ejerce la sátira literaria en la página Lufloro Panadero, en Facebook, y en el medio paródico El Deforma.

Las académicas e investigadoras Mercedes Luna Fuentes, Lucila Navarrete Turrent y Zaira Eliette Espinosa integraron el jurado de la convocatoria 2019 del Concurso Nacional de Poesía Enriqueta Ochoa.

Luna Fuentes argumentó que el triunfo de Archivo grave se debió a que “se eleva sobre otras propuestas por su canto moderno que rinde homenaje a Los hombres del alba de Efraín Huerta, emplea una sobriedad alejada de la improvisación, de la ocurrencia. Guarda distancia de temas —pese a su limpieza— bucólicos, de lugares comunes y sobados que demeritan el trabajo poético. Se distingue por la precisión, conocimiento y respeto de efecto/efectista del lenguaje”.

Por su parte, Navarrete Turrent apuntó sobre el poemario que “la originalidad de este trabajo recae en un manejo poético impecable y sostenido sobre la condición alienante del trabajador oficinista promedio. La despersonalización o ausencia de un ‘yo’ constituye uno de sus aciertos clave, pues permite urdir una lógica cristalina en torno a la ‘gravidez’ de los ‘nadie’ contemporáneos”.

Espinosa destacó la manera en que “los versos escenifican ese panorama de la vida que transcurre en el entorno de las oficinas, el tedio laboral, pero al mismo tiempo con calculada ironía, y con el poder de nombrar particularmente a una fauna de personajes que en ocupaciones de escritorio se des-viven aislados, nostálgicos. Hay versos que en lo sonoro por sus reiteraciones e imágenes manifiestan esa oscilación que existe entre el desgaste de los días, el encierro, el odio y las rutinas. El paisaje poético es urbano, es también el imaginario de algo que se sueña, un porvenir, un futuro. La propuesta de este trabajo es bitácora de lo que se adolece en un sistema social y económico desolador”.

Luis Flores ha publicado diversos poemarios a lo largo de su carrera. El primero, Gris urbano, se editó en el 2013. Siguió Sonetos ñerobarrocos en el 2016 y a estos se sumaron Lotería del baladro, en 2017, y Estación gentuza, 2018. También ganó el Premio de Poesía Joven Jaime Reyes 2009; el Premio Punto de Partida 2010; el Premio Nacional de Literatura Joven Salvador Gallardo Dávalos 2016; el Premio Nacional de Poesía Ramón López Velarde 2017; y el Premio de Poesía Bartolomé Delgado de León 2018.

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