Cada uno es único, por lo que es necesario estudiarlos para decidir cómo hacerlo
Posible, recuperar suelos útiles por medio de saneamientos
Pueden restaurarse casi al 100 % siempre y cuando se emplee el mejor método según sus características: Rosario Iturbe, del Instituto de Ingeniería
Un suelo contaminado puede ser biorremediado y recuperarse casi al 100 %, siempre y cuando se emplee el mejor método de limpieza y saneamiento acorde con sus características, señaló la investigadora del Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM, Rosario Iturbe Argüelles.
Durante su participación en la celebración por el Día Mundial del Medio Ambiente en el Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM 2024, la doctora en Ingeniería precisó que cada suelo contaminado es único por lo que es necesario estudiar el tipo adecuado de remediación.
Iturbe Argüelles detalló: “Hoy es el Día Mundial del Medio Ambiente y se podría pensar que estamos de luto, por cómo lo hemos tratado, pero al ser testigo de grandes logros que parecían inalcanzables, soy optimista porque se puede incidir en las personas y lograr grandes cambios”.
Al ofrecer la charla La importancia de la remediación de suelos contaminados, la universitaria recordó que el 35 % de los contaminantes de suelos en el mundo son metales pesados, el 11 % son poliaromáticos, el 24 % aceites minerales y el resto derivados del petróleo.
Adicionalmente, la especialista en saneamiento de suelos y acuíferos indicó que siempre es necesario recordar cuánto tardan en degradarse algunos contaminantes; por ejemplo, las pilas lo hacen hasta en 1,000 años, el vidrio en 4,000 años, los plásticos de 100 a 1,000 años, mientras que el papel puede reintegrarse adecuadamente en 1 año.
Para tratar de sanear el suelo hay múltiples técnicas, como la biorremediación, que aprovecha microorganismos como bacterias y hongos para degradar, transformar y remover los contaminantes a productos inocuos; también están los procesos físicoquímicos y los térmicos para volatilizar o fundir los contaminantes en el suelo.
Iturbe Argüelles resaltó: “Para hacerlo, primero es necesario desechar todas las técnicas que no convienen, por ejemplo, de 30 desechamos 20 y utilizamos 10 de acuerdo con las características del suelo y el contaminante. De ser posible, es recomendable hacer pruebas de laboratorio y no llegar al sitio sin haber hecho pruebas antes, para determinar las técnicas que ofrezcan los mejores resultados”.
La humanidad, responsable
Momentos antes, Rosa María Ramírez Zamora, directora del Instituto de Ingeniería, rememoró que el Día Mundial del Medio Ambiente nos recuerda que somos responsables de salvaguardar la salud de nuestro hogar común y este año el tema es la restauración de la tierra, la desertificación y resiliencia a la sequía.
Y sostuvo: “Hoy se considera degradada hasta un 40 % de la superficie de la tierra, aunque un suelo con buena salud puede proporcionar casi el 95 % de los alimentos, trabajo y medios de supervivencia frente a sequías, inundaciones e incendios forestales.
Superficies áridas y semiáridas
A su vez, Héctor Manuel Arias Rojo, encargado del despacho de la Dirección General de la Comisión Nacional de las Zonas Áridas, compartió con académicos e investigadores reunidos en el Salón de Seminarios Emilio Rosenblueth del II, que prácticamente el 50 % de las superficies áridas, semiáridas y en proceso de desertificación comprenden matorrales y pastizales, donde la actividad agropecuaria predominante es la ganadería y el manejo de flora y fauna silvestre.
El egresado de la Facultad de Química de la UNAM advirtió que justamente el problema es que en las zonas semiáridas el principal uso del suelo es la ganadería, por lo que la Comisión ha impulsado la construcción de más de 12,000 pequeñas obras hidráulicas con fines de consumo humano, abrevaderos y para usos múltiples.
Además, entre otras acciones, se ha cubierto con vegetación nativa una superficie estimada de 100,000 hectáreas con prácticas de control de la erosión y se han apoyado proyectos de estimulación de lluvia en una superficie promedio anual de 10 millones de hectáreas para beneficio de 500,000 ganaderos y manejadores de flora y fauna silvestre.
Arias Rojo agregó: “Dar fertilizantes a un terreno en una zona árida es aumentar los problemas osmóticos, porque demasiadas sales no liberan el agua, entonces la planta se va a morir. El gran problema en esos municipios es el acceso al agua. La mayor parte de los territorios tienen suelos arenosos; por tanto, necesitas una buena estrategia de manejo de la humedad del suelo”.
El Día Mundial del Medio Ambiente se estableció en 1972 por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Se eligió el 5 de junio porque fue cuando inició la conferencia de Estocolmo de la ONU en la que, por primera vez, se debatió sobre el cuidado del planeta y el desarrollo sustentable, preceptos que defiende desde hace tiempo dicha institución mediante sus Objetivos de Desarrollo Sostenible.