Cierre de la Feria Internacional del Libro de las Universitarias y los Universitarios

Presencias en la Filuni: crónicas, riesgos literarios y los fantasmas de Elena Garro

Para ser periodista “hay que salir a la calle y quitarse el miedo a hacer preguntas”, aseguró la autora de Temporada de huracanes

Fernanda Melchor y Guillermo Arriaga.

La crónica está en ese espacio que vibra entre lo real y lo ficticio, lo personal y lo colectivo. Es como una zona de confluencias más que un género delimitado y por eso hay tanta variedad de cronistas y de estilos, señaló Fernanda Melchor.

La autora de Temporada de huracanes participó en el conversatorio Un paseo por los bosques de la crónica literaria, en el marco de la VI Feria Internacional del Libro de las Universitarias y los Universitarios (Filuni). Melchor indicó que las crónicas capturan “una esencia que vi o presencié o investigué y otras personas vivieron”.

Compartió sus inicios en el periodismo y recomendó a los estudiantes que para ser periodista “hay que salir a la calle y quitarse el miedo a hacer preguntas”.

Durante el conversatorio, Julia Santibáñez, directora de Literatura y Fomento a la Lectura, le preguntó cómo se planteaba su trabajo literario. Melchor lo ejemplificó con su crónica “Reina, esclava o mujer”, que forma parte del libro Aquí no es Miami y “refleja mi evolución en el tiempo. Porque la primera versión era simplemente la historia de ella. Y pues me metí a los periódicos, me fui sobre todo a la crónica de sociales, porque yo quería ver a la reina”.

En “Reina, esclava o mujer” escribió: “En las primeras crónicas periodísticas, la joven mujer que los reporteros policiacos describen como pálida y cabizbaja niega ser la responsable de la muerte de los niños. Yo no maté a mis hijos, declararía ante las autoridades. Sólo los sepulté al morir”.

Parte del gusto de escribir crónica es que no importa lo terrible que sea el suceso, añadió, “uno debe conocer los hechos, pero también las emociones que hay detrás, tenerlas a la vista y poder crear un relato que las refleje lo más dignamente posible y con la menor cantidad de ruido”.

Respecto al Premio Ryszard Kapuscinski, que obtuvo este 2024, la mayor distinción en el género de reportaje literario en Polonia, afirmó que “en realidad les pareció que mi libro era el que reflejaba mejor el aspecto de Kapuscinski. Un libro que evita reportear acerca de encuentros institucionales, donde la opinión del político o el presidente municipal vale poco o nada, un libro que elude las versiones oficiales, sortea las voces del palacio y trata de mimetizarse con la gente de la que va a hablar”.

Y sobre todo, concluyó, que refleja “la preocupación por el lenguaje y la forma, porque siempre quise escribir crónica que tuviera vuelos literarios. Justamente lo que mis maestros me decían que no hiciera yo lo quería hacer. Y batallé mucho para hacerlo y para lograr un estilo”.

Aprendí que lo mejor era escuchar a mis personajes y que ellos me indicaran qué quieren hacer, a dónde quieren ir”

Guillermo Arriaga

Apuestas

Una trayectoria literaria sin apuestas es una carrera sin sentido, mencionó el escritor Guillermo Arriaga en su participación en la Filuni. “Yo sé que para mí sería lo mejor, para la editorial incluso, encontrar una zona de confort y hablar de temas que la gente ya está esperando. Pero creo que eso va en contra del espíritu de la literatura”.

Un autor sin riesgo es alguien que se muere pronto, por dentro, agregó. “Yo no sé cómo sean otros autores y autoras que ya encontraron lo que quieren contar y no desean salir de ahí. A mí me parece un poco triste. Yo sólo tengo una vida, no soy creyente, y creo que hay que sacarle el mayor provecho a esta vida”.

Sobre su proceso creativo, el autor de Salvar el fuego dijo que por lo general no investiga, “pero que no lo haga no significa que no haya tenido una vida en la que no me la haya pasado recogiendo experiencia y conocimiento para poderles contar una novela como Extrañas”.

Hay escritores muy serios que sí planean su novela, explicó. “Ponen pósits, tienen fichas de investigación, saben perfectamente quiénes son sus personajes, saben cuál es su final. ¿Y qué creen? Yo no tengo idea de lo que está pasando. No tengo idea de quiénes son los personajes, apenas sé de qué se trata la historia. Voy descubriendo la novela”.

De la escritura de sus primeros libros, Guillermo Arriaga aprendió que lo mejor era “escuchar a mis personajes y que ellos me indicaran qué quieren hacer, a dónde quieren ir”.

Espectros

El libro La reina de espadas es una búsqueda detectivesca. La autora, Jazmina Barrera, nos muestra la vida y la obra de Elena Garro, y también su propio proceso de investigación, afirmó Sara Uribe, coordinadora de la Cátedra Extraordinaria Rosario Castellanos de Literatura y Géneros.

Durante la presentación del libro en la Filuni, Uribe añadió que “se vuelve un viaje de una detective, y es interesantísimo porque está lleno de detalles curiosos, de vicisitudes, de circunstancias, y todo eso va nutriendo esta conversación”.

Por su parte, Jazmina Barrera señaló que desde el principio le quedó claro que no escribiría una biografía sobre Elena Garro, “porque ya hay y son muy buenas, por ejemplo, una de Rafael Cabrera, otra de Emiliano Ruiz Parra, en las que hicieron un trabajo periodístico”.

Barrera quería contar la vida de Elena Garro a grandes rasgos. “No busqué ser exhaustiva respecto a su vida ni su obra. Lo que se me ocurrió fue irme a detalles que quizá pasan desapercibidos en biografías más grandes, se dejan de lado minucias que a mí me parecen fascinantes y entrañables y que creo que generan mucha intimidad con estos fantasmas”.

Cuando fue a los archivos lo que más le interesaba era la caligrafía, “las notitas que había al lado en la libreta, los tickets de compras. Toda esta parafernalia que construye una vida cotidiana y que muchas veces no podemos acceder en estos grandes tratados”.

Lo que se me ocurrió fue irme a detalles que quizás pasan desapercibidos en biografías más grandes, se dejan de lado minucias que a mí me parecen fascinantes y entrañables”

Jazmina Barrera

De la escritura al pódcast

De los varios encuentros con jóvenes que ocurrieron en la Filuni, destaca el del escritor español Jorge Carrión, quien compartió algunas de sus convicciones del oficio en el conversatorio De la escritura al pódcast, acompañado por Cynthia García Leyva, directora de Casa del Lago, quien lo presentó.

“Vivimos en la época de la posverdad, que nos ha enseñado que, por ejemplo, el periodismo no trabaja con la verdad, sino con el dato, para aproximarnos a un hecho, y que a lo más que se puede aspirar es a conseguir ser honestos”, declaró Carrión.

Consideró que la única relación posible entre la literatura y el pódcast es la de convertir los textos en proyecciones, lo cual establece una relación “interesante pero extrañamente original”.

El formato del pódcast implica una conexión más íntima entre el autor y el público, a partir del hecho de hablarle al oído a una persona que escucha por su auricular en cualquier parte del mundo, “lo que es imposible que suceda entre la literatura y el lector”.

IV Premio de Novela Juvenil Universo de Letras

La novela Supersónico, de José Luis Salazar Hernández, ganó la IV edición del Premio de Novela Juvenil Universo de Letras (dotado con 200,000 pesos), publicación que se presentará en la próxima edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

La obra, de acuerdo con el jurado, “logró construir una voz emotiva y crítica sobre la realidad que viven muchos jóvenes en México, a través de la ciencia ficción como medio para cuestionar esta realidad”.

Entregaron el reconocimiento Socorro Venegas, directora de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM; Imelda Martorell, coordinadora ejecutiva de la Cátedra Extraordinaria de Fomento a la Lectura José Emilio Pacheco y Universo de Letras; y Julia Santibáñez, directora de Literatura y Fomento a la Lectura.

Jazmina Barrera y Sara Uribe. Fotos: Barry Domínguez.
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