Desde el sexto piso

Presenta José Sarukhán sus memorias como rector

Leonardo Curzio, Javier Garciadiego, José Sarukhán, Enrique Graue, Juliana González y José Carreño, en el evento.
Foto: Benjamín Chaires.

Los retos y riesgos, los aciertos y errores, los problemas pendientes como rector de la universidad más importante del país son narrados en un honesto texto que José Sarukhán tituló Desde el sexto piso, su oficina en la UNAM durante ocho años.

Presentado en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón, en un evento encabezado por el rector Enrique Graue Wiechers, Sarukhán dijo que el libro “está escrito un poco para quienes desean entender qué significa estar en la Rectoría: qué problemas hay, cómo hay que conducirse, el entendimiento que se debe tener de la comunidad como el elemento más importante y que le da el valor de buen político al rector, ése es el punto más interesante”.

El ganador del Premio Tyler –considerado el Nobel de la ecología– expresó que escribió esta obra con la mayor objetividad que le fue posible, para reflejar el trabajo de una comunidad cohesionada, que es lo que hace grande a la institución.

Convicciones y esperanzas

En su oportunidad, Enrique Graue afirmó que el volumen además de ser una hilvanada narrativa histórica, contiene también las convicciones, esperanzas y expectativas de Sarukhán, quien procuró lo mejor para la UNAM.

“Para mí, su lectura fue aleccionadora –subrayó Graue. Es cierto que las experiencias nunca son iguales, en algunos casos las realidades son diametralmente opuestas; en otros, los problemas persisten o guardan similitudes con aquellos que el rector Sarukhán enfrentó.”

En tanto, Javier Garciadiego Dantan, historiador e integrante de la Junta de Gobierno, relató que los años en que el ecólogo dirigió la Universidad debió encauzar sus esfuerzos para sacarla de los conflictos políticos y estudiantiles, y recuperar el impulso a la academia. “Su lema podría haber sido: poca política y mucha academización”.

Garciadiego comentó que escribir sus memorias debe ser el último de los compromisos de los rectores. Estas obras ayudarían a mejorar el sistema universitario, conocer sus posibilidades y conflictos por medio de sus protagonistas, aseveró.

Igualmente, Juliana González Valenzuela, profesora emérita de la Facultad de Filosofía y Letras, expuso que la academización de la UNAM implicó no dejar espacio para que se convirtiera en una institución doctrinaria y que se distrajera de sus funciones sustantivas de docencia, investigación y difusión de la cultura.

En la gestión de Sarukhán –de 1989 a 1996–, precisó, se desplegaron múltiples programas que estimularon el liderazgo académico, la productividad y el apoyo a proyectos de investigación, lo que permitió que los académicos salieran de la zona de confort. “La UNAM superó inercias y afanes politizantes de maestros y estudiantes”.

Con ella coincidió Leonardo Curzio, periodista e investigador del Centro de Investigaciones sobre América del Norte, quien añadió que Sarukhán impulsó un proyecto en el que el mérito y la productividad contaban, al igual que la vida colegiada.

En el libro Desde el sexto piso, subrayó, apunta que ser rector implica más que ostentar un cargo académico administrativo: los rectores de la UNAM son reconocidos y respetados por las instancias políticas, sus opiniones cuentan porque tienen la representación de una institución que alberga la conciencia crítica y fundamental para el acontecer nacional.

“Es verdad que el rector es la cabeza de una estructura colosal como la UNAM, pero también es cierto que la persona cuenta. Tener a un sabio como José Sarukhán le cambió la vida a la institución. No era un político, pero consiguió entender como ningún político que la Universidad vivía una disyuntiva y optó por la academización que tanto brillo y esplendor le dio a esta casa de estudios”, concluyó.

A la presentación asistieron los exrectores Guillermo Soberón y Francisco Barnés de Castro, así como profesores e investigadores eméritos, integrantes de la Junta de Gobierno y estudiantes. Fungió como moderador José Carreño Carlón, director general del Fondo de Cultura Económica.

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