Fue organizada por el IIFl

Primera Jornada de Ética Académica en Humanidades

Se analizaron temas como la inteligencia artificial en la producción de conocimiento, el comportamiento que deben tener los investigadores en el trabajo de campo, entre otros

Héctor Vizcarra, Lilian Álvarez y Ana Luisa Izquierdo. Foto: Diana Maldonado.
Para analizar situaciones de plagio académico en el área de humanidades, por qué se dan y qué las motiva, entre otras cuestiones, el Instituto de Investigaciones Filológicas (IIFl) celebró durante dos días la Primera Jornada de Ética Académica en Humanidades.

En la ceremonia inaugural del encuentro híbrido, la presidenta de la Comisión de Ética del IIFl, Ana Luisa Izquierdo y de la Cueva, precisó que el sentido de estas jornadas “no es poner a nadie en el banquillo de los acusados, no es acusatorio, sino simplemente un análisis de situaciones de plagio, por qué ocurren y qué las propicia”.

En presencia de la directora del IIFl, Lilian Álvarez Arellano, señaló que también se analizaron temas como la inteligencia artificial en la producción de conocimiento, el comportamiento que deben tener los investigadores en el trabajo de campo, cómo la comunicación altera muchas veces la creatividad y cómo se crea o imita a otros autores.

Detalló que en este encuentro participan investigadores de la UNAM, así como de América Latina y Europa, incluso estudiantes, quienes comparten su visión sobre la ética académica en humanidades, aunque también participantes del área de sociales para conocer las visiones de investigadores de diferentes generaciones y procedencias sobre el tema.

Por su parte, Lilian Álvarez Arellano, indicó que, por su composición multidisciplinaria, el IIFl es un nodo sobresaliente de las redes nacionales e internacionales de la investigación en humanidades, en interfase con públicos diversos y también con las comunidades académicas científicas y de las artes.

Los conocimientos producidos por esa comunidad nutren y vivifican el sistema educativo nacional. “Esto hace necesario que en cada uno de nosotros surja, se desarrolle y afiance un constante y dinámico compromiso ético con la sociedad y con las diversas comunidades de docentes y alumnos. Además, que sea constante en nosotros, de manera individual y colectiva, la búsqueda de las mejores prácticas para la creación y la circulación del conocimiento académico”, prosiguió.

Recalcó que la trascendencia de la labor de los académicos del IIFl como punto de diálogo, articulación y validación entre quienes de diversas formas producen lengua, cultura y conocimiento en la sociedad y quienes colaboran en su elaboración académica, su análisis sistemático y su difusión en instituciones educativas “nos obliga a la reflexión ética generalizada y permanente en torno a nuestras prácticas y los principios que las orientan”.

En ese sentido apuntó que “en nuestras sociedades las redes de intercambio de conocimientos están cada vez más nutridas por procesos de ida y vuelta entre múltiples grupos sociales. Éstos y la pertinencia del conocimiento que producimos requieren que seamos capaces de identificar prácticas que aseguren forma de intercambio y apropiación justas, libres, equilibradas y orientadas por la búsqueda de la verdad y el conocimiento, a la vez que estemos preparados para reconocer y rechazar aquellas que nos alejan de esos ideales”.

Los procesos sociales de ida y vuelta del conocimiento requieren del cuestionamiento, capacidad de razonamiento moral constante sobre las múltiples dimensiones éticas que se abren a quienes se adentran en ellos con ánimos de investigación, docencia, difusión o estudio. “De ahí la importancia de esta jornada que estimula e impulsa con bases académicas nuestro pensamiento colectivo sobre un conjunto importante de dimensiones éticas de la investigación”.

En su oportunidad, Héctor Vizcarra Gómez, investigador del IIFl e integrante de la Comisión de Ética del Instituto, detalló que ésta se constituyó en 2023 y sus integrantes reunieron diversas visiones de la docencia y la investigación. “Durante este tiempo nos hemos consolidado como grupo de trabajo con una intensa labor en la que hemos logrado algunos consensos, pero también algunas visiones dispares sobre nuestro trabajo”.

Asimismo, destacó que ya cuentan con un prototipo de código de ética y de protocolo de seguimiento de casos; “esta primera jornada cristaliza nuestro trabajo”.

Se analizaron temas como la Ética en la impartición de justicia; De informante a colaborador: implicaciones éticas del trabajo de campo; Ética profesional en un mundo tecnocientífico; Desafíos éticoacadémicos de la inteligencia artificial; Ética en inteligencia artificial en el estudio de documentos patrimoniales; Ética pública-social, plagio y vicios académicos, entre otros.

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