Conviviendo con moléculas

Proyecto del Instituto de Química fue galardonado por la Fundación PAR

Lo encabezan Diana Ceapă y Daniel Finkelstein; integra las realidades aumentada y virtual con la inteligencia artificial

Foto: Instituto de Química.

El proyecto “Conviviendo con moléculas”, liderado por los investigadores Corina Diana Ceapă y Daniel Finkelstein Shapiro, del Instituto de Química (IQ), fue galardonado por la Foundation to Prevent Antibiotic Resistance (PAR) con un financiamiento de 200 mil coronas suecas (aproximadamente 372 mil pesos mexicanos). Este reconocimiento destaca la innovación y el potencial educativo de su propuesta para combatir la resistencia a los antimicrobianos.

Es una iniciativa innovadora diseñada para transformar la manera en que los estudiantes perciben e interactúan con el mundo de la química. Al integrar la realidad virtual y la inteligencia artificial (IA), este proyecto sumerge a los alumnos en un entorno molecular dinámico, fomentando una comprensión y una apreciación más profundas.

Bióloga con especialización en bioquímica que lidera el Laboratorio de Microbiología del IQ, Diana Ceapă recordó que cuando salió la convocatoria de la Fundación PAR, ellos llevaban cerca de seis meses trabajando en el proyecto de realidad aumentada, junto a sus discípulos de la Facultad de Química –Pamela Villavicencio, Jonathan Gómez y Rosa María Chávez, entre otros–, con quienes habían desarrollado varios modelos bacterianos.

“También estábamos aprendiendo a integrar la IA a estos modelos. La convocatoria llegó en el momento ideal porque teníamos avanzado el proyecto, lo que fue clave para que la Fundación PAR se interesara en nuestro trabajo”, relató la doctora de origen rumano.

La académica dijo que inicialmente la iniciativa se diseñó como una herramienta educativa de Daniel Finkelstein para aprender química mediante modelos moleculares interactivos. Sin embargo, con el tiempo, y gracias a la colaboración del Laboratorio de Microbiología, el proyecto evolucionó hacia el abordaje de la resistencia antimicrobiana.

“Pensamos que si podemos enseñar química de manera sencilla utilizando moléculas, ¿por qué no diseñar algo que cree conciencia sobre la resistencia antimicrobiana?”, explicó Ceapă.

El proyecto se basa en el uso de tecnologías como realidades aumentada y virtual para crear modelos tridimensionales interactivos. Estas herramientas permiten a estudiantes, médicos y al público en general explorar conceptos complejos de manera visual y emocionalmente impactante.

Mencionó que este galardón les llena de orgullo, pues representa la confianza que la Fundación tiene en el potencial del proyecto. “Es un reconocimiento no sólo a lo que hemos logrado hasta ahora, sino también a lo que podemos alcanzar en términos de impacto social”.

En este sentido, Ceapă sostuvo que el proyecto consiste en que los jóvenes estudiantes creen modelos en realidad aumentada que se puedan visualizar con un celular y geolocalizar en lugares estratégicos. “Esto permite generar una interacción innovadora entre conceptos químicos o biológicos y las personas”.

Habló de la pasada experiencia que tuvieron en La Noche de las Estrellas, en Las Islas de Ciudad Universitaria. “Nos dimos cuenta de que el primer impacto visual y conceptual es muy poderoso. Este enfoque no sólo facilita la comprensión de temas complejos como la resistencia antimicrobiana, sino que también captura el interés del público de una manera única. Estamos convencidos de que esta herramienta puede tener un alcance muy amplio y convertirse en una plataforma educativa de gran utilidad para sensibilizar a más personas sobre este problema global”.

Afirmó que han notado que este tipo de experiencia transmite mucha más información que una clase tradicional o una presentación regular. Además, apuntó, la realidad aumentada genera un impacto emocional muy fuerte, lo cual ayuda a que las personas no sólo comprendan, sino también recuerden los conceptos clave que se quieren transmitir.

Al referirse al proyecto que encabeza, consideró que tiene impacto tanto en la educación como en la investigación. “Desde el punto de vista educativo ofrecemos herramientas innovadoras, entre ellas modelos tridimensionales que permiten visualizar cómo interactúan las moléculas, lo cual ofrece una perspectiva completamente diferente a la de una imagen lineal en un libro de texto”.

Hizo énfasis en que la resistencia a los antimicrobianos es un problema complejo que afecta no sólo a los humanos, sino también al medio ambiente y a los animales. Aseveró que el uso excesivo e inadecuado de antibióticos en cantidades masivas impacta estos sistemas y regresa a nosotros de formas muchas veces inesperadas.

A este respecto, precisó que la consecuencia más alarmante es que los antibióticos están dejando de ser efectivos. “No es algo que pasará en el futuro, ya está ocurriendo”.

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