“Quiero soñar lo más alto que se pueda”

Una tarde en el Olímpico Universitario, con las gradas vacías, el eco de los jugadores como única compañía e instantes donde aún se vivía la alerta sanitaria por la pandemia de Covid-19, fue el primer recuerdo como profesional de Pablo Bennevendo, el 12 de septiembre de 2021. Cien juegos después lidera la estadística de más partidos jugados en el plantel actual de Pumas, y se ha convertido en uno de los capitanes del equipo con la bandera de la cantera puma como estandarte.

“Fue algo muy lindo. Es muy bonito poder alcanzar esa cifra con el equipo en el que me formé y al que he pertenecido por tanto tiempo. Es un sentimiento increíble. Me he dado cuenta que el trabajo paso a paso trae muchos frutos”, compartió Bennevendo, tras llegar al centenar de juegos como azul y oro.

La visita de Pumas a Costa Rica, por los octavos de final de la Concacaf Champions Cup, representó el juego con el que Bennevendo alcanzó esta cifra histórica para su carrera, donde ha participado en 90 partidos en Liga MX, siete en Leagues Cup y cuatro en Concacaf.

“Fue indescriptible el momento, sobre todo al ver que vayamos a donde vayamos, hay afición de Pumas apoyándonos. Para nosotros es algo increíble, nos sentíamos con mucho apoyo, algo que nos motiva a dar todavía más de nosotros. Es fantástico que la gente nos siga a todos lados y más en ese juego tan especial para mí”, comentó.

Bennevendo ha estado en Pumas por una década y media, ya que llegó a la institución desde que tenía 10 años. A partir de entonces ha pasado por todas las categorías de fuerzas básicas del cuadro universitario, hasta consolidarse como referente en el primer equipo varonil.

“Llegué desde los 10 años a Pumas. Antes yo vivía en Cuernavaca y jugaba con un equipo de allá. Nos consiguieron un partido contra Pumas y nunca sabes quién te está viendo; al final del juego le comentaron al entrenador que estaban interesados en cinco jugadores del equipo, incluyéndome”.

Como futbolista, “maduras mucho durante el proceso. Es un camino muy complicado, pasas muchos momentos duros, pero al final la recompensa y la gloria las disfrutas de mejor manera. Cumplir mi proceso en cada categoría me ayudó a madurar mucho más. Siempre fui ganando experiencia cuando subía a categorías más exigentes. Eso me construyó poco a poco para llegar a Primera División”, compartió el defensor hace algunos meses.

Para Bennevendo, Pumas es su hogar, luego de jugar por tantos años con los colores universitarios, por lo que el principal sentimiento que tiene en su centenar de juegos es de agradecimiento a la institución que le abrió las puertas al profesionalismo.

“Algo que siempre me ha caracterizado es el hambre por crecer, por llegar y por afianzarme como profesional. Se sabe que en Pumas necesitas garra, pero también constancia y dedicación en el día a día. Estoy aquí desde hace 15 años, los colores los siento desde chiquito. Amo con todo mi corazón al club que me dio esta oportunidad”, aseguró el canterano.

La gran dedicatoria de estos 100 partidos es para su familia, que lo ha apoyado durante tantos años en la institución. Sobre todo su padre, quien fue la persona que le inculcó el amor por el futbol.

El sueño de ser futbolista

“Mi pasión por el futbol empezó gracias a mi papá. Él es aficionado casi de todos los deportes, pero más del futbol. Él me enseñó el amor a este deporte desde que era chiquito. De niño yo iba con él a las canchas, le agarré mucho cariño al balón, empecé a jugar a los cuatro años, en la escuela. Cuando crecí, fui persiguiendo el sueño de ser futbolista y me hice el camino para llegar, siempre con su apoyo”.

El lateral mexicano tiene sus objetivos firmes en la institución y en su trayectoria futbolística. El octavo campeonato de Pumas es uno de los grandes objetivos por los que trabaja, además de ser considerado por la selección mexicana.

“Quiero soñar lo más alto que se pueda. No me daré por vencido pese a los momentos difíciles. Al final del camino la recompensa es muy satisfactoria. Busco ser campeón con Pumas. También me gustaría dar el salto al futbol extranjero, a Europa si es posible. Otro sueño que tengo de niño es representar a la selección mexicana, sobre todo en algún torneo internacional” concluyó Pablo Bennevendo, el canterano que se ha convertido en un centenar en la historia del Club Universidad.