Investigadora del Instituto de Física
Recibe Ana María Cetto el Premio Unesco-Kalinga
Reconocimiento a una labor excepcional en el campo de la divulgación científica
Ana María Cetto Kramis, investigadora del Instituto de Física y profesora de la Facultad de Ciencias, ha sido elegida por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) como ganadora del Premio Unesco-Kalinga 2023, la distinción más antigua que otorga dicho organismo internacional como “reconocimiento a una labor excepcional en el campo de la divulgación científica”. La entrega se hará hoy 13 de noviembre en París.
Para la científica, esta condecoración en particular “tocó una vena sensible”, ya que “en general no les presto mucha atención a los premios. Uno no trabaja para ellos, es un hecho, pero éste me dio mucha alegría y me siento emocionada por recibirlo, por el reconocimiento que implica a una actividad que valoro por su trascendencia”.
La difusión “es una de las tres tareas sustantivas de la Universidad, junto con la docencia y la investigación, pero se había dejado de lado, y digo ‘se había’ porque están cambiando las cosas. Tradicionalmente se ha prestado más atención a la investigación y a la docencia, pero recientemente comenzó también a reconocerse la necesidad de valorar la divulgación científica como actividad de difusión”, subrayó.
“Con el tiempo ha cambiado el concepto: el término divulgación de la ciencia en buena medida está siendo superado o enriquecido por otros más englobadores, que toman en cuenta la necesidad de comunicarnos, y no sencillamente de divulgar, sino de establecer diálogos. El Premio Kalinga también es prueba y testimonio de ello. Es claro por la lista de los premiados en los últimos 71 años, desde su creación, que hay una evolución en este campo. Los últimos ganadores se dedican ampliamente a la comunicación de la ciencia, a tender puentes de diferentes tipos entre la ciencia y el resto de la sociedad, y me complace contarme entre ellos.”
Al anunciar la elección de Ana María Cetto, la Unesco distinguió la pasión que la investigadora universitaria ha dedicado a la física, y en especial a la luz a lo largo de su carrera, señalando el papel que desempeñó en la creación del Museo de la Luz de la UNAM, la promoción del Año Internacional de la Luz en 2015 y el establecimiento del Día Internacional de la Luz, que se celebra cada año.
Además, actualmente lidera “un grupo multidisciplinario que busca mejorar el alumbrado urbano, en el marco del proyecto Luces sobre la Ciudad. El equipo está trabajando en una propuesta para que las autoridades de la ciudad y la Secretaría del Medio Ambiente adopten estándares y normas que les permitan cumplir con la ley recientemente promulgada para combatir la contaminación lumínica”.
Cetto Kramis asegura que en su infancia sintió una cercanía y curiosidad especiales cuando se trataba de entender el mundo a su alrededor. “Desde pequeña me llamaron la atención los fenómenos físicos, sin saber que lo que despertaba mi curiosidad se llamaba física. Me acercaba a la naturaleza tratando de entender no solamente los fenómenos físicos, también a los seres vivos, los animales y, sobre todo, las plantas. Una curiosidad que afortunadamente me alimentaron en casa y en la escuela. Pero me empezó a llamar cada vez más la atención la física, porque por medio de ella se aprende a analizar, ir al fondo de las cosas, revisar críticamente los conceptos; también le da a uno herramientas de razonamiento más allá de los conocimientos propiamente de la materia”.
Por lo mismo, agregó, “estoy muy agradecida de poder ser miembro de nuestra Universidad y lo he sido por 55 años como docente e investigadora. La UNAM, más que otras instituciones que conozco, brinda estos espacios para desenvolverse y dedicarse a otras actividades relacionadas con la profesión”. Es importante que este premio “se vea como reconocimiento a la necesidad de conectarnos como científicos con la sociedad”.