Premio José Rovirosa 2022
Reconocen los mejores documentales mexicanos
La colonial, Las hostilidades y Herencia mexicana, cintas galardonadas por Filmoteca UNAM, la ENAC y Cultura en Directo.UNAM
El filme La colonial, de David Buitrón Fernández, obtuvo el Premio José Rovirosa 2022 a mejor documental mexicano, “por ofrecer una mirada única y descarnada sobre personajes del México profundo, que se encuentran en lo que podría ser su última morada. Logra, desde la dirección, integrarse de manera natural al interior de un refugio donde converge la realidad de seres marginales que, no faltos de vitalidad, luchan por sobrevivir, al tiempo que son retratados en la luz y sombra de su existencia”.
El director del documental recibió 60 mil pesos como galardón, además de una pequeña réplica en plata de una cámara de cine de manos de Hugo Villa, director de Filmoteca UNAM, durante la ceremonia de premiación de su edición 26, en donde se reconoció también el mejor documental estudiantil y se entregó el premio que otorga el público.
Buitrón dijo que La colonial le enseñó que hay mucho más de lo que nos asemeja que aquello que nos diferencia. “Son los prejuicios y las ideas los que imponen barreras entre las personas. Sólo hace falta permitirse observar, escuchar y acompañar”.
Dedicó el premio a los protagonistas del documental por permitirles entrar a su casa y “ser ellos mismos frente a la cámara”. Este acto de confianza, considero, “tan simple como suena, fue la fuente que escribió el destino del filme”. Dijo que le daba mucha alegría que la película pudiera por fin dialogar con los espectadores y lograra emocionar, y valoró que “el cine tenga la capacidad de copiar lo cotidiano y dotarlo de una profundidad que permite reflexionar sobre lo que uno es”.
En la categoría de mejor documental se recibieron 19 trabajos, y el jurado estuvo integrado por Erika Mercado, Susana Erenberg y José María Espinosa de los Monteros. Se otorgaron menciones honoríficas a los documentales Sansón y yo, de Rodrigo Reyes; Cruz, de Teresa Camou; y Plegaria, de Roberto Olivares.
Estudiantil
Las hostilidades, de Sebastián Molina, recibió el premio a mejor documental estudiantil mexicano porque, de acuerdo con el jurado conformado por Alejandra Sánchez, Juan Antonio Méndez y José Pablo Balderas, “logra una audaz exploración audiovisual, construyendo cinematográficamente el concepto de lo hostil, y porque presenta personajes que lo habitan y lo sobreviven con dignidad y fuerza”. El realizador se hizo merecedor de 30 mil pesos y a una réplica en plata de una cámara de cine a pequeña escala.
Molina comentó que el documental es un retrato de su familia, en particular un homenaje visual al pueblo de Santa Lucía en el Estado de México, lugar de donde proviene.
Las menciones honoríficas fueron para Mi reino, de Luis Arellano; Halmoni, de Hae Jin Cataño; y Pepedrilo, de Víctor Cartas. En esta categoría se recibieron 18 trabajos.
Del público
El premio del público, en la cuarta ocasión que se entrega desde que se instituyó en 2019, se lo llevó Herencia mexicana, de Ángela Macías Bermúdez y Alejandra Argentina Paredes. En la plataforma de Cultura en Directo.UNAM se exhibieron durante octubre los 18 trabajos inscritos. El premio, consistente en 10 mil pesos y una réplica en plata de una cámara de cine, lo recibió Ángela Macías de manos de Myrna Ortega, secretaria de Extensión y Proyectos Digitales de la Coordinación de Difusión Cultural. El documental alcanzó 157 votos en línea de un total de mil 328.
En la ceremonia Manuel López Monroy, director de la Escuela Nacional de Artes Cinematográficas (ENAC), recordó que el Premio José Rovirosa se creó en 1995 como reconocimiento a un profesor, historiador, teórico y académico, además de profundo conocedor y seguidor del cine documental. “Un personaje atípico que solía decir que el documental debería ser hecho por iracundos. Rovirosa siempre manifestó un profundo amor por el cine documental y por sus estudiantes. Su trabajo académico y como documentalista refleja estas dos aparentemente incompatibles y opuestas emociones: era un iracundo amoroso o un amoroso iracundo”.
El premio José Rovirosa es uno de los más longevos que se otorgan al documental en México, estimula la producción de este género e impulsa los trabajos de calidad, ratificando el compromiso de difundirlos. A lo largo de 26 años lo han obtenido realizadores como Alejandra Islas con Círculo eterno (1997), Carlos Marcovich por ¿Quién diablos es Juliette? (1998), Busi Cortés con Paco Chávez (2001) y Everardo González por Los ladrones viejos (2007).