Recuerdan en el IIMAS a Ernesto Bribiesca Correa

Foto: archivo Gaceta UNAM.
Mente brillante capaz de distinguir a simple vista una curva dentro de una figura geométrica, de hacer un algoritmo propio para separar curvas de nudos y desarrollar la compacidad discreta, herramienta matemática que ayuda a conocer qué tan compacto es un objeto a partir de su imagen digital, Ernesto Bribiesca Correa, del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS), recibió un homenaje póstumo de colegas, estudiantes y familiares.

Adscrito al Departamento de Ciencias de la Computación de dicha entidad académica, fue un referente en su campo de estudio, además de fuente de inspiración cuyo legado perdurará a través de sus valiosas contribuciones científicas y su generosidad como mentor, coincidieron compañeros y discípulos reunidos en el auditorio del IIMAS para conmemorar su vida y obra científica tras su partida, ocurrida en octubre de 2024.

“Ernesto fue un investigador brillante, maestro apasionado y hombre con un compromiso inquebrantable. Hablar de él es hablar de una curiosidad inagotable, de un rigor intelectual y un profundo amor por la ciencia”, afirmó Ramsés Humberto Mena Chávez, director del IIMAS.

Académico multiinstitucional, Ernesto Bribiesca Correa, oriundo de Ciudad de México, se formó como ingeniero en Comunicaciones y Electrónica en el Instituto Politécnico Nacional (IPN), y como doctor en Ciencias en el Departamento de Matemáticas de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Su amplia trayectoria laboral lo llevó a trabajar en sitios como el Centro Científico para América Latina de IBM, en el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y finalmente en el IIMAS de la UNAM, al cual se integró desde 1989 dentro del grupo de Señales, Imágenes y Ambientes Virtuales del Departamento de Ciencias de la Computación.

Édgar Garduño Ángeles, especialista del IIMAS y colega del homenajeado, recordó que la investigación desarrollada por Bribiesca tuvo impacto tanto nacional como internacional.

Adolfo Guzmán Arenas, exdirector y fundador del Centro de Investigación en Computación del IPN, señaló: “Era experto en el reconocimiento de patrones, se enfocaba en las formas, midió el parecido entre dos formas tridimensionales y no se equivocaba al programar”.

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