Regresamos con un duelo interno, pero unidos y reunidos para servir mejor
Mensaje del rector Enrique Graue Wiechers
Universitarios:
En fechas recientes nuestra nación ha sufrido embates de la naturaleza que nos recuerdan la fragilidad de nuestra civilización ante ella.
El más reciente de ellos fue el sismo del martes 19 de septiembre.
La devastación que este último dejó en el área metropolitana y en poblaciones de los estados de Morelos, Guerrero y Puebla es de dimensiones desastrosas.
Muchas vidas se perdieron y miles de mexicanos lloran a sus seres queridos.
A todos ellos, y en especial a los universitarios, les expresamos nuestro más profundo pesar y compartimos con ellos su dolor y desesperanza.
Quisiera también expresar mi mayor y sincero reconocimiento a los miles de universitarios que con generosidad y férrea voluntad, sin importar las condiciones del clima, se sumaron como voluntarios a las diferentes brigadas de rescate, o llevando víveres y utensilios a los distintos puntos que requerían de nuestro auxilio.
En adición a estos esfuerzos, nuestra capacidad académica se expresó en la organización de brigadas de apoyo psicológico a las víctimas del siniestro; en acciones sociales, médicas y sanitarias; en la formación de cuadrillas revisoras de inmuebles dañados; y a partir del viernes, en llevar esparcimiento cultural a albergues e instalaciones.
Desde la conclusión del sismo, las comisiones locales de seguridad de todas nuestras entidades y dependencias y los titulares de ellas llevaron a cabo una revisión preliminar de las instalaciones y, a partir del día miércoles 20, se completó con una revisión exhaustiva por académicos expertos en estructuras.
El jueves 21 de septiembre se concluyeron todos los dictámenes técnicos, indicando que ninguno de nuestros edificios muestra daños estructurales que tuvieran riesgos de colapsos o debieran ser inhabilitados.
Los daños producto del sismo son en todos los casos menores, y aquellas secciones que requieren alguna forma de restauración de algún manejo especial han sido aisladas a fin de permitir su integral recuperación.
La Universidad Nacional está de pie y en condiciones de regresar a cumplir con nuestra misión.
Desde el día 22 de septiembre todos los institutos y centros de los subsistemas de la investigación científica y de humanidades han regresado a sus importantísimas funciones de crear conocimiento.
A partir de hoy lunes 25 de septiembre, todas las escuelas y facultades reinician sus actividades de docencia e investigación.
En algunos casos lo harán, como ya lo dije, con algunas áreas en donde su acceso estará restringido. Yo les pido a todos los universitarios respeten esas zonas que se han delimitado por su seguridad y para permitir su pronta recuperación.
Regresaremos con un duelo interno, pero regresaremos porque unidos y reunidos podemos servir mejor; regresamos porque México necesita de sus jóvenes, de sus académicos, de sus trabajadores y de su Universidad.
Nos reintegramos a nuestras actividades cotidianas, sin que ello implique desapego o conformidad.
La emergencia ha entrado en una segunda etapa en donde nuestros brazos y entrega requieren de otros caminos: entre ellos, la de educarnos y reconstruirnos.
Pero continuaremos con el acopio y la distribución; con la organización de las brigadas que sean necesarias y con la participación de nuestros conocimientos e inteligencia colectiva para apoyar en lo que sea menester hacerlo.
Entre ello, los dictámenes de escuelas, hospitales, edificaciones y viviendas que puedan tener algún daño.
Regresemos con el entusiasmo que necesita el país, con la memoria de lo ocurrido, con el duelo de las víctimas del cataclismo y con la esperanza de un México mejor.
A todos ustedes, autoridades, académicos, estudiantes y trabajadores, muchas gracias por todos los esfuerzos empeñados.
Por nuestra raza, hablará el espíritu.
Cd. Universitaria, 24 de septiembre de 2017.