Debate sobre el futuro de las universidades
Retos y perspectivas de la educación superior
Gratuidad de la enseñanza y mayor cobertura en el bachillerato, entre los desafíos principales
Funcionarios universitarios y los titulares de Fundación UNAM y de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) reflexionaron respecto al presente, retos inmediatos y la perspectiva a futuro de la educación superior en los Diálogos sobre Educación Superior denominados Ante la Nueva Realidad Hablemos de Cultura Educativa.
Al inaugurar el encuentro, el rector Enrique Graue Wiechers afirmó que la presión que sobre el gasto de las universidades generará el aumento en la cobertura en el bachillerato, así como la idea de alcanzar la gratuidad de forma gradual son parte de los desafíos que enfrentan estas instituciones.
“Para poder otorgar la gratuidad, e indudablemente para crecer la matrícula, requeriremos todas las universidades de un incremento presupuestal que no se ve fácil en el futuro cercano”, dijo en el evento virtual organizado por Fundación UNAM, El Colegio Nacional y el Centro de Enseñanza para Extranjeros (CEPE).
Para muchas universidades públicas no es posible otorgar la gratuidad a todos los jóvenes, como lo hace la Universidad Nacional, debido a la afectación que esto implicaría y por las condiciones en que en la actualidad se encuentran estas instituciones, refirió el rector en la sesión moderada por Jaime Humberto Urrutia Fucugauchi, investigador emérito de esta casa de estudios, e integrante de la Junta de Gobierno y de El Colegio Nacional, y Domingo Alberto Vital Díaz, director del CEPE.
También destacó que se trabaja con la ANUIES para contribuir a conformar una visión nacional y marchar todas las instituciones unidas en metas e intereses; de igual forma se labora con escuelas, facultades, centros e institutos para que en el próximo mes de agosto, probablemente, cuando la Universidad inicie el nuevo ciclo escolar, se regrese a actividades presenciales de forma gradual y escalonada.
Las características de este retorno serán según las necesidades de cada escuela y/o licenciatura, pues hay algunas que requieren de mayor presencialidad. “Esta etapa siguiente nos mostrará la versatilidad que debemos tener entre los estudios presenciales y a distancia”. Esta institución ha fortalecido su conectividad, prácticamente en todas sus instalaciones, y agradeció el apoyo de Fundación UNAM para impulsar estos esfuerzos.
Esencial para el desarrollo
El presidente del Consejo Directivo de Fundación UNAM, Dionisio Meade y García de León, coincidió en que la educación superior es esencial para el avance y desarrollo del país y del mundo. “Allí está el eje de la verdadera superación: en la vida de los jóvenes, el progreso académico, en la investigación científica, como lo acredita el inédito avance en la generación de vacunas para combatir la Covid-19”, subrayó.
Para reanudar las clases presenciales, agregó, se tendrá que dotar de instrumental tecnológico al alumnado y habilitar espacios donde cuente con apoyos y redes de Internet que permitan aprovechar las ventajas de la enseñanza a distancia y asegurar el proceso educativo, en condiciones de equidad e inclusión, de igualdad en oportunidades.
Leonardo Lomelí Vanegas, secretario general, expresó que el confinamiento forzoso obliga a hacer un uso más inteligente de las tecnologías con que cuenta la Universidad, para apoyar las modalidades de la enseñanza con las herramientas que ofrece la educación a distancia.
Consideró que otros desafíos permanentes son: la calidad, la cual requiere revisión constante de los planes de estudio y la actualización de los profesores, así como la generación de materiales más adecuados para la docencia; la inclusión y la autonomía, que hay que defender frente al Estado con sus propios instrumentos legales.
“Debemos fomentar todas las corrientes de pensamiento, porque las universidades se caracterizan por ser espacios en los cuales se debe generar un clima intelectual y las garantías para poder desarrollar todos los intereses académicos y discutir todas las posiciones de las diferentes escuelas de pensamiento. Las universidades son instituciones centrales para la creación y la preservación de sociedades democráticas e incluyentes”, resaltó.
Programa estratégico
Alberto Ken Oyama Nakagawa, secretario de Desarrollo Institucional, recordó que desde el inicio de la gestión del rector Graue hay un programa estratégico relacionado con las tecnologías de la información y la comunicación, y del aprendizaje y el conocimiento, el cual ha sido fundamental para dotar a la Universidad de la infraestructura tecnológica necesaria para el desarrollo de las actividades académicas.
La pandemia obligó a más de 360 mil estudiantes a seguir su instrucción en línea; para hacer frente a la situación la Universidad Nacional implementó acciones como los Centros de Acceso PC Puma (dirigido a alumnos y profesores que no tienen equipo de cómputo e Internet en sus hogares), becas de conectividad y de préstamo de tabletas, así como la obtención de licencias y otras herramientas tecnológicas, detalló.
Asimismo, se entregaron 25 mil tabletas en préstamo a domicilio y 12 mil becas de conectividad. La Universidad también cuenta con más de 30 mil 600 aulas virtuales en beneficio de 250 mil estudiantes, puntualizó el secretario.
Tamara Martínez Ruíz, coordinadora para la Igualdad de Género de la UNAM, externó que la educación es vital para superar la desigualdad. “No sólo se busca lograr el acceso a todos los niveles de enseñanza para niñas, adolescentes y mujeres, sino que además adquieran todas las competencias en la educación y mediante ella”.
La nueva Ley General de Educación Superior ha marcado como criterios para su ejercicio en el territorio nacional la igualdad sustantiva para contribuir a la construcción de una sociedad libre, justa e incluyente, así como acceder a la educación superior sin discriminación, manifestó.
“La educación es una de las vías más importantes para disminuir las brechas que marcan las desigualdades, pero en ella también se perpetúan ciertas desigualdades. Por ello, es prioritario ver cómo estamos mediante diagnósticos, pues así se pueden tener planes de acción en permanente revisión que se ajusten a las necesidades reales de nuestras comunidades”, enfatizó.
Contra la discriminación y violencia
La coordinadora general de Estudios de Posgrado, Patricia Dolores Dávila Aranda, mencionó que en ese nivel de aprendizaje se trabaja para desalentar y, si es el caso, atender cualquier tipo de discriminación y violencia.
Se enfrenta el reto de otorgar a los alumnos los apoyos que requieren, como becas de manutención, movilidad, cursos, congresos. “Tenemos que emprender una lucha por la obtención de ingresos extraordinarios, vía educación continua; es un área nueva” que se está impulsando, junto con otras fuentes de financiamiento, apuntó.
El posgrado de la Universidad, indicó, avanza hacia la educación a distancia, en línea. “La pandemia nos ha dado lecciones importantes y nos ha puesto en un contexto diferente al de hace año y medio”, razón por la cual se deben buscar opciones flexibles, recalcó.
Al referirse a la presión por mayor cobertura y gasto, Jaime Valls Esponda, secretario general ejecutivo de la ANUIES, expuso que diversos organismos internacionales reconocen la relevancia de ampliar las oportunidades de acceso a la educación superior sin ningún tipo de discriminación, sólo con la ponderación de requisitos académicos y las capacidades de los estudiantes.
En nuestro país, pormenorizó, la cobertura de la educación superior se ha ampliado de manera considerable. En los últimos 19 años se han incorporado a las aulas más de 2.4 millones de alumnos en los niveles de técnico superior universitario y licenciatura, lo que ha permitido alcanzar una matrícula superior a 4.5 millones, equivalente a una tasa de cobertura de 41.6 por ciento.
Sin embargo, este avance es insuficiente frente a naciones que han superado el umbral de 50 por ciento y se acercan a la universalización. En contraparte, en Ciudad de México el índice de cobertura es superior al 95 por ciento.
De acuerdo con la Unesco, nuestra nación se encuentra 10 puntos porcentuales por debajo del promedio de la región de América Latina y el Caribe, y la diferencia es notoriamente mayor con países como Costa Rica, Uruguay y Colombia, que superan 50 por ciento; o Argentina y Chile, con 88 por ciento.