Juego de pelota ancestral con practicantes en CU
Revitalizan el ulama
La DGAPA y la DGDU, junto con Posgrado y el Instituto de Investigaciones Estéticas, realizan jornadas académicas en torno a esta disciplina deportiva
La siembra del ulama continúa, y la cosecha se asoma. Es el deporte ancestral que frota la tierra, juega con la historia y cruza el tiempo. La práctica de este ritual mesoamericano migró con los siglos y se utiliza ahora una pelota de hule de más de tres kilos que sólo admite ser impactada justo por el ecuador del cuerpo humano: la cadera.
La actividad practicada originalmente hace tres milenios y medio, ullamalitztli (“juego del hule”), tiene entre sus entusiastas ejecutores a universitarios que la decodifican más allá de una acción física, la preservan y avivan como una llama de “fuego nuevo”.
Al poner en marcha en Ciudad Universitaria una de las cinco jornadas de Memoria histórica del Juego Ulama de Cadera, coorganizada por la Coordinación General de Estudios de Posgrado, las direcciones generales del Deporte Universitario (DGDU) y de Asuntos del Personal Académico (DGAPA), junto con el Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE), Emilie Carreón Blaine, del IIE, dijo que el plan de acción es que “sea un juego considerado para Centroamericanos, Panamericanos o incluso de carácter olímpico”.
En la sala 1 del Auditorio de la Unidad de Posgrado, Valentín Albarrán Ulloa, director de Cultura Física de la DGDU, comentó que Ciudad Universitaria tiene una inspiración prehispánica en su entorno y arquitectura, por lo que esta disciplina no podía quedarse atrás. “Debemos instituir el deporte de la pelota de hule, más no institucionalizarlo, no cooptar una práctica, sino apoyar su desentierro, su desarrollo, porque es una gran estrategia de activación física”.
El universo en movimiento
Ante los maestros Raymundo Rayo Huaira López y su hijo Juan Daniel, provenientes de Escuinapa, Sinaloa, donde se localizan decenas de practicantes del ulama, así como de Jairzinho Panqueba de la Universidad Pedagógica Nacional de Bogotá, Colombia, integrantes de la comunidad universitaria, alumnos-jugadores, presentaron proyectos de estudio y desarrollo sobre el ulama. Joel Campos Aguirre mostró imágenes y apreciaciones de piezas arqueológicas con representaciones de jugadores de pelota.
Víctor Luna, de la Facultad de Arquitectura, habló de un proyecto para la creación de la primera cancha de ulama en Ciudad Universitaria. “Sería realizar una intervención amigable, con una estructura metálica, no fija, no permanente, que estaría entre los dos frontones, en el área del mismo nombre”, describió.
Alan Lazcano Zúñiga, de la Facultad de Química, quien ha sido uno de los primeros practicantes universitarios en esta actividad, consideró la falta de pelotas de hule como el primer gran reto para la práctica del ulama. Explicó además que los jugadores portan un braguero artesanal de gamuza llamado “fajado”, y un cinturón de cuero diseñado para resistir mejor los impactos del esférico, denominado chimali.
Alfonso Robles Arreola, de la licenciatura en Estudios Latinoamericanos en la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL), se refirió a la construcción de comunidad alrededor del juego de pelota y su estructura como fraternidad.
Orson Esaú Morales Sánchez, de la carrera de Geografía en la FFyL, relató cómo en el poblado Tactic, de Alta Verapaz en Guatemala, una variante del ulama es practicada con niños de entre 10 y 15 años, lo cual, indicó, rescata la visión original del juego.
En entrevista posterior, Roberto Rochín, director de Ulama, el juego de la vida y la muerte (1987), documental mexicano en el que se formula un rescate y recreación del deporte de pelota en las culturas prehispánicas de Mesoamérica, señaló: “Fue muy importante la proyección de la película a nivel nacional e internacional, porque se le apreció con cierta monumentalidad, debido a que se trató de la primera recreación del juego dentro de las canchas arqueológicas. Si el ulama se empezara a implementar en las escuelas de educación básica, el crecimiento sería espectacular”.
Finalmente, a manera de estreno del espacio deportivo de la Unidad de Posgrado, jugadoras y jugadores se aprestaron para la disputa: se ataviaron y evocaron por qué “el mundo fue creado a partir de un juego de pelota, uno donde la luz y la oscuridad se enfrentaron para equilibrar vida y muerte, y poner al universo en movimiento”.
Más información sobre su práctica en el siguiente enlace: https://deporte.unam.mx/disciplinas/ulama.php